Mindless #1

Hermanita

Abrí los ojos de golpe.

13:45 pm

—¿Qué? —Articulé levantándome corriendo de la cama que no conocía. —¿Qué hago aquí? —Pregunté al aire.

—Te quedaste dormida.

Miré a mi izquierda y sonreí.

—Buenos días. —Me volví a tumbar a su lado y le miré. Él repitió mi acción y dijo las mismas palabras.

—¿Como has dormido?

—Tu cama es bastante cómoda. —Contesté riendo.

—¿Mi cama? —Dijo frunciendo el ceño. —Dirás que yo soy bastante cómodo. —Fruncí el ceño sin entender y siguió hablando. —Mientras dormías me cogiste como si de un muñeco gigante se tratara.

Reí haciendo memoria sin recordar. Lucas sonrió y me abrazó.

—Yo he dormido genial. —Sonreí. —¿Sabes qué falta?

Le miré extraña y negué con la cabeza.

—Desayunar.

—Desacomer. —Corregí riendo. Él asintió. Y se acercó a mí.

—Buen provecho. —Y me besó.

**********

Llegué a casa sonriendo y casi dando saltos por la calle. No podía estar más contenta y eso se notaba. Abrí la puerta de casa con las llaves y entré intentando no hacer ruido.

Eran las 15:46 de la tarde, me había quedado a comer a casa de Lucas ya que su familia había salido al centro y él estaba solo.

—Buenos días hermanita. —Escuché justo antes de subir las escaleras hasta la planta de arriba. Me giré resoplando ya que mi plan no había funcionado y miré a mi hermano que se encontraba en el sofá. —¿Has dormido bien?

—Claro, mi cama es muy cómoda. —Mentí aún sabiendo que él ya sabía la verdad. —Había salido a comprar algo de desayunar. —Josh asintió obviamente sin creerse nada.

—Sí, supongo que Lucas es un buen desayuno. —Dijo levantándose del sofá y acercándose a mí amenazadoramente.

—¿Qué quieres? --Pregunté yendo al grano. No tenía ganas de sus tonterías.

—No quiero que estés con él.

Mi cara se desmontó y le miré de mala manera. Nunca entendería nuestra relación, uno momentos éramos los mejores hermanos del mundo y al siguiente no debíamos ser hermanos.

—¿Y a mí qué me importa lo que tú quieras o dejes de querer? —Me di la media vuelta y seguí con mi camino hasta mi habitación. Él me siguió.

—Escucha. —Llamó mi atención Josh haciéndome que me girase. —Sabes lo que puede pasar ¿Verdad?

—¿Me estás amenazando? —Pregunté incrédula, hacía unos años que mi hermano y yo no teníamos una buena relación, no después de todo lo vivido. Estábamos unidos, mal.

Josh negó con la cabeza sonriendo.

—No, no. —Contestó acariciando mi cara de forma tierna. —Claro que no hermanita. —Añadió enfatizando la palabra última, siempre lo hacía cuando estaba enfadado o las cosas no le salían bien. —Solo te advierto que sé cosas, muchas cosas.

Asentí sin contestar y entré a mi habitación cerrando la puerta en su cara y eché el pestillo.

Estaba harta de él.

Y a la misma vez no.