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Algo comenzaba a brillar bajo la ropa de la chica con intensidad. Era de un cálido rojo que comenzó a reflejarse por la blanca nieve, aquella sensación era reconfortante. Era la misma sensación de la presencia de Frisk, pero no sabia el porque aquella luz y a juzgar por la cara de Chara ella tampoco. 
- Técnicamente este es su cuerpo, está frente a ti - respondía finalmente en medio de una sonrisa rota
- Tu no eres la Frisk que yo conozco. No eres la Frisk que quiero salvar. - Los puños de Sans estaban cerrados con tanta fuerza que temblaban. Aquella luz era Frisk pero no sabia como recuperarla.
- ¿cariño?¿Es eso que reflejan tus vacíos huesos? ¿Sientes cariño por la asesina que mató tu familia? Cultiva ese sentimiento, haz inmenso e incontrolable, así será más divertido - comenzó a reír pero poco a poco cesaba - Acabará siendo tu muerte - cayendo al suelo entre bruscos espasmos, su piel se había tornado azul. Repentinamente paro, parecía haber dejado de respirar al mismo tiempo que Sans sentía su mundo partirse en mil pedazos. ¿Iba a utilizar a Frisk en su contra otra vez?

Calidez, todo era cálido y confortable alrededor. Su cuerpo estaba pesado y había algo en un lateral. - Frisk ¿fuiste inocente todo este tiempo? - era Sans, desde el lateral arreglaba su pelo con mimo. Había visto otra vez a “ella” y no se había asustado. No sabia si era muy valiente o muy estúpido - ¿Fue ella quien te manipuló? - Su voz estaba ronca - Exiliada y odiada asta ese punto por algo que no hiciste ... No se a quien pretendo engañar tratando de odiarte - Sans se acurrucó hundiéndome bajo el brazo - Por eso despierta, tengo que decirte cuanto te odio... Ahhh... Me tienes MUERTO con la espera heh - Sans trató de sonar divertido. Frisk abrió los ojos lentamente buscando al otro y se giró un poco quedando también acurrucada, Sans salto de lo que ahora sabía era una cama y quedo de pie frente a ella.

Justo después de cesar el movimiento del cuerpo Sans cogió a Frisk a toda velocidad y se teletransportó asta la casa, inmediatamente comenzó a reanimarla como pudo. Su cuerpo estaba gélido y tenso y no sabia mucho sobre los que tienen carne pero en ella no era lo normal. Su respiración era muy débil. En un segundo reunió un par de estufas y algunas bolsas de agua caliente y colocó todo en el cuarto de Papyrus pues estaba en mejores condiciones que el otro. Era una contradicción, era lo último que habría imaginado. Meter a la supuesta asesina en el cuarto del asesinado, pero algunas cosas comenzaban a tener sentido. No era culpable, al menos no directamente. Ahora se arrepentía de no haber indagado más en aquel extraño comportamiento años atrás. Una vez la colocó en la cama se dispuso a examinar aquel objeto que comenzaba a ser sospechoso. Con cuidado retiró el negro colgante del cuello de la chica examinando el objeto de arriba a abajo. Parecía de algún tipo de metal que se había teñido de aquel color, en el centro de podía ver una pequeña hendidura. Hizo un poco de presión y el objeto de abrió mostrando una fotografía antigua. Una humana y un monstruo cabra. Aquella chica era igual que Frisk de pequeña, sonreía de una manera escalofriantemente familiar para el esqueleto y su mirada era inquietante, como si le estuviera mirando a pesar de ser una fotografía. En el interior del metal ponía “amigos para siempre” ¿esa era Chara? Si ella era la causante de los asesinatos como Frisk había murmurando ella nunca fue la culpable y eso explicaría la depresión y culpabilidad. Había pasado todo ese tiempo en absoluta soledad sin ser culpable, viviendo a duras penas. Sintió un enorme vacío , sus cuencas amenazaban llorar. Se acostó al lado de la chica tratando de saciar esa culpabilidad, había comenzado a calentarse y su piel tenía una tonalidad palida. Había tratado de matarla...
- Frisk ¿fuiste inocente todo este tiempo? - Se alzó un poco acomodando los despeinados mechones de la chica, sus caras estaban muy cerca - ¿Fue ella quien te manipuló? - Su voz estaba ronca, se estaba forzando a hablar. Quería hablarle. Solo pensar toda aquel silencio durante tanto tiempo, interrumpido únicamente por el odio de los monstruos. Debió ser muy duro, el se había sentido solo sin estarlo cuanto más ella que realmente estaba en absoluta soledad - Exiliada y odiada asta ese punto por algo que no hiciste... No se a quien pretendo engañar tratando de odiarte - Sans se acurrucó hundiéndose bajo el brazo de la chica - Por eso despierta, tengo que decirte cuanto te odio... Ahhh... Me tienes MUERTO con la espera heh - trató de parer gracioso recordando como reía Frisk con aquellos malos chistes. Frisk se movió y este se apartó inmediatamente sorprendido. Le miraba fijamente. - Si que son efectivos los chistes - esta sonrió con cansancio y Sans volvió a arreglar el pelo de la muchacha aunque solo era una escusa para acariciar la cabeza de Frisk como alguna vez hizo - ¿Te encuentras bien? - asintió vagamente y Sans suspiro sabiendo que lo que le tocaba preguntar. - Ella... Chara, ¿fue ella siempre? - los ojos de la chica se cristalizaron amenazando llorar y Sans paso su mano por el rostro de la chica tratando de consolarla.
- Ella... Los mató... Pero no es escusa... Yo la dejé... Quería salir de aquí ... Pero no a ese precio - La mirada de la chica se perdió en algún punto y comenzó a llorar. Sans tenía ganas de estrechar la chica entre sus brazos y no soltarla nunca pero por recelo no lo hizo .
- Pero no fuiste tu ...- sonrió un poco mas tranquilo, aliviado quizás. No sabia bien que sucedía pero ella cada vez parecía más inocente de aquellos crímenes. - ¿que es esto? - Sans dejo colgar la joya entre sus dedos la chica abrió los ojos en demasía y seguido se tocó el como pecho buscando el objeto.
- ¡ES MI COLGANTE! ¡DEVUELVEMELO! - Frisk trató de saltar sobre él a recuperar el objeto pero cayó al suelo ante el sorprendido esqueleto.
- ¿porque cambia de color? - Frisk parecía fuera de sí, ese objeto tenía un aura muy extraña.
- ¡Es importante para mi, devuelvemelo! - eran súplicas de la chica
- Frisk escucha ¿porque hay una foto de Chara en su interior?
- ¡No se de que me hablas! - Sans se alejó un poco mostrando el colgante abierto. Frisk parecío cambiar a una actitud más agresiva al ver el objeto. Tenía un mal presentimiento sobre el ello, no podía devolverlo
- ¿de donde ha salido esto?¿quien es ... ella que te persigue?
- El colgante lo encontré en la celda. Y no se cuando apareció ella, esta conmigo desde que llegue a Underground, siempre me ha guiado. Nunca la había visto personalmente hasta hace poco y fue terrorífico. - un escalofrío recorrió a la muchacha que algo decía se sentó el el suelo escondiendo la cabeza entre las piernas
- ¿La celda? ¿Que es eso? - era la primera vez que escuchaba de ello y sonaba, terrorífico. ¿Alguien la había tenido encerrada?
- Es... Donde estuve todo este tiempo. - Parecía que le resultaba difícil hablar de eso pero eso significaba que alguien más había estado cuidando de ella alguien que a lo mejor conocía lo de Chara o quizás al menos podía dar alguna pista.
- ¿Quien cuidó de ti? - La chica miraba el colgante fijamente, se estaba comportando extraño - ¿Frisk?
- No voy a decir nada más asta que me lo devuelvas - de repente parecía calmada.
- Este colgante tiene algo raro, algo que no te conviene
- ¡ES MI ÚNICA PERTENECÍA!¡NO TENGO NADA MAS QUE ESO! - eso era verdad, no poseía nada. Ni siquiera ropa propia o un cuarto. Normal que a un objeto que tenía lo celase.
- Te lo cambio - Dijo finalmente rompiendo el pesado silencio que se había formado.
- ¿por que?
- Te dejo quedarte aquí, en casa. Te ofrezco un hogar y te diría una familia pero estoy solo a si que simplemente... un amigo. - Ella no dijo nada, bajó la mirada y salió del lugar para luego dejarse caer en el sofá se encogió en el lugar. Sans acababa de dificultar las cosas entre ellos con el fin de protegerla o quizás de protegerse el.

Undertale : Pacifista Genocida Pacifista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora