4

706 33 7
                                    

Frisk volvía a estar en el corredor. Se había rendido ella no atacaba sin embargo Sans continuaba atacando. Estaba paralizada por aquella aura azul e iba siendo lentamente clavada al suelo. Lentamente iba clavando sus piernas, escuchando como sus huesos se partían en miles de pedazos solo podía gritar inmersa en agonía. Sans sonreía saboreando su venganza.
- Siempre he deseado escuchar esa hermosa voz gritar de esta manera, desde aquel día que mataste a mi hermano solo e deseado esto - con los huesos especialmente duros de sus fémur hacia mas presión para partirlos, sentía que ese dolor le sobrepasaba. Pero la tensión del momento le impedía ceder al dolor - No pierdas la consciencia, no sería divertido así - pateó la cara de la chica obligándole a mirarle - Sufre lo que sufrieron ellos - llego a sus caderas y Frisk lanzó un grito desgarrador a lo que el otro sonrió con aire divertido. - nunca tuve verdadera compasión de ti, pero esa cara de decepción y tristeza en ti ha merecido la pena - Sus órganos estaban siendo atravesados de tal forma que la permitía seguir respirando, comenzaba a escupir sangre. - Asquerosa asesina de hermanos - con esas atravesó el cráneo de la chica. Lo último que noto fue un ligero resplandor rojizo en sus cuencas.

Sans se despertó sudoroso con un renovado punto de vista ¿como lo había permitido? A la asquerosa asesina vivir bajo su mismo techo. Aquella chica que ahora estaba sobre su regazo no merecía nada, solo verla ahí le daba asco. Ella asesinó a sangre fría a todos sus amigos, ella y nadie mas. Sans se levantó bruscamente y haciendo gala de su poder alzó a la muchacha que despertaba bruscamente igual de exaltada que el.
- ¡Sans es cosa de ella! ¡Ella crea estas pesadillas! - Sans no podía ablandarse, había recordado aquel vacío en su pecho, aquel dolor de la pérdida y el odio hacia el asesino. - ¡Sans, escúchame no fui yo! - con una sonrisa cansada la lanzó fuera y cerró la puerta...aunque eso tampoco lo hizo más feliz, solo acentuó aquel vacío en su pecho.

Frisk caminaba entre la nieve rezando por no ser descubierta, no quería sentir más el odio de los monstruos. Apenas llevaba una camiseta, unos pantalones cortos e iba descalza, debía darse prisa en encontrar refugio. "Ella" había manipulado a Sans, podía verse en su rostro. Ese odio que había llegado casi de la nada era obra de "ella". Casi lo había comenzado a sentir como un amigo y ahora estaba sola otra vez. Se sentía tan... Vacío ... Frisk se abrazó a si misma ya no quería luchar más. Solo había una manera de deshacerse de "ella" y hacer feliz al único superviviente. Solo quería acabar con todo, estaba cansada.

Sans seguía con su rutina de día tras día. Vigilaba las entradas de las ruinas, iba a Grillby's y volvía a su solitara casa. ¿Porque ese vacío? Una sensación de vacío que creía haber controlado cuando Papyrus murió. Se dejó caer en el sofá impregnado con aquel olor que tanto deseaba y tanto añoraba. Pero ahora estaba el sofá, todo estaba solitario. Todo era demasiado vacío. Apenas dos semanas habían pasado juntos, pero fue cálido a pesar de la situación. Las comidas juntos, su hábitos cómicos que había recuperado solo por ella. Su triste y cansada sonrisa... Se odiava a por albergar esos sentimientos pero se preguntaba donde se había refugiado la chica. Pensándolo bien fue muy oportuno aquel sueño, antes de aquello Frisk hablaba de alguien, alguien que quería dañarla. La primera vez que le dirigía la palabra y le había ignorado. Imaginaba como lo estaba pasando aquella chica de corazón frágil, seguramente se habría recluido a si misma en algún rincón solitario ahogando sus sollozos en la oscuridad... Algo hizo "clic" en Sans. Ya habría tiempo de odiarse después, tenía que encontrarla o aquel sentimiento de culpa no le dejaría vivir.

El frío había adormecido a Frisk. Esta se hayaba a los pies de un árbol en el bosque de Snowdin alejada del camino. No podía mover sus dedos y había dejado de tiritar. Todo lo que veía era el vapor de su aliento desvanecerse ante sus ojos. Pequeños copos se posaban sobre ella y contra mas débil estaba Frisk más nítida se hacía "ella". No le hablaba, solo miraba con una sonrisa ladina como Frisk moría lentamente en medio de aquel solitario frío. ¿Realmente quería morir o solo era un grito desesperado de auxilio?
"Di adiós a todo Underground. Di adiós a Sans" Ella se acercaba fundiendo su espesa aura negra con el pecho de la chica y aunque trato de resistirse fue inútil. "Ella" era más fuerte y Frisk ya no podía luchar.

Sans corría hacia las ruinas cuando escuchó una risa que lo dejó helado. Ya la había escuchado antes, aquella risa histérica sin fin. Giró en redondo y a unos pasos de el estaba Frisk sentada en el suelo con la cabeza caída hacia delante y los brazos relajados a los lados como si fuera una muñeca rota deposositada ahí.
- ¿Frisk? - La chica se levantó lentamente hincando sus negros ojos de rojas pupilas sobre el.
- ¡Ajajaja! No cariño, soy Chara. Siempre he sido Chara ¡Jajajaja! Tu siempre creíste que era Frisk. - Su voz sonaba ronca y el cuerpo se balanceaba dejando ver lo inestable que estaba
- ¿Donde esta Frisk? - ¿ella era Frisk?¿eran la misma persona?¿podía ser aquello posible? Esa no era Frisk, ella no era así.
- No te preocupes ella estará presente en tu muerte - las extremidades de la chica estaban pálidas y se movían de manera antinatural señalando un colgante dorado y rojo colgado de su cuello. Trató de caminar hacia Sans y este retrocedía - Eres el hermano listo, Papyrus no vio el peligro real que represento - volvió a reír tratando de tentar a Sans para que atacara. Aunque este no lo hizo - Me lo hizo fácil, no se movió mientras rebanaba su cuello - El ojo de Sans brilló en azul y una jaula de hueso la encarceló en donde estaba.

Frisk sentía el cansancio de su cuerpo, sentía el frío y el dolor de la nieve quemando su piel. Su cuerpo se movía aunque ella no se lo impedía, estaba en píe. Enfoco su cansada mirada en lo que sucedía fuera, era una imagen dolorosamente conocida, una jaula de huesos. Sans ¿una pesadilla? No lo era, erá real. Su cuerpo seguía moviéndose pero no era capaz de hacer fuerza suficiente para recuperar el control y se sentía cada vez más cansada.
- Mi pregunta es ¿DONDE ESTÁ FRISK? - Sans lucía extraño. No parecía dispuesto a luchar más bien preocupado gritó exigiendo una respuesta - ¿LA HAS MATADO? -su voz sonó amenazante pero pequeñas gotas comenzaban a salir de sus cuencas Frisk trataba con todas sus fuerzas de recuperar el control. "Ella" había obtenido el mando absoluto del cuerpo. No podia permitir que le hiciese daño a Sans, el fue lo mas parecido a un perdón que tuvo. No merecía morir por ello. El todavía creía en ella, no podía traicionar su confianza.

Undertale : Pacifista Genocida Pacifista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora