Undertale : Pacifista Genocida Pacifista

7

Sans llevaba tarde, se habría quedado en Grillby. Trataba de permanecer despierta pero el sueño le vencía y se quedó dormidaacomodada en el sofá mientras vigilaba la puerta.
Todo estaba oscuro, era una niebla oscura. “Frisk no te olvides de mi” ¿quien le llamaba? Estaba buscando a aquella persona “Estoy aquí, buscame”se dio mas prisa, sonaba desesperado, necesitaba ayuda “te hecho de menos” Frisk prácticamente corría buscando al dueño de la voz “ocho años llevamos juntas...no dejes que nos separe. Nosotras teniamos un objetivo común” algo la retenía, por más fuerza que hacía no podía moverse.“¿cuando perdiste tu determinación?” Sus brazos estaban paralizados y su cuerpo debatía por soltarse y ...

- ¡Kiddo, despierta! - La cara de preocupación de Sans era cada vez más notoria era la cuarta vez esa semana que Frisk aparecía sonámbula por su cuarto. - ¿estas bien? - el mayor la sujetaba de los hombros. Ya no miro a su alrededor, sabia donde estaba perfectamente, en el cuarto de Sans. Reprimió un escalofrío.
- Si, perdón por entrar - No podía más que mentirle una noche más, contra más sueños tenía más se daba cuenta de que era Chara quien le llamaba. Pero no podía decírselo, últimamente parecía tan tranquilo que era incapaz de decir nada. - Buenas noches - Sin darle más importancia volvió a su sofá, estaba cansada pero Chara no le dejaba de llamar en sueños. Miraba el televisor esperando que amaneciera, no quería volver a dormirse pero estaba realmente cansada.

Sans podía notarlo,  a pesar de que habían recobrado alguna confianza de la que antaño hubo Frisk le ocultaba cosas. Un “estoy bien ” seguido de una sonrisa cansada no era suficiente para despistarlo. Todas las noches desde hacía unos días Frisk aparecía sonámbula y parloteando sola en el cuarto. Quería preguntarte, saber más acerca del tiempo en que estuvieron separados, de quien la cuidó,  pero no quería romper aquella confianza ahora que había avanzado tanto, ahora que incluso podía verla sonreír de vez en cuando. Entendía lo esquiva que era con lo sucedido en el pasado.

Apenas amaneció y Sans bajaba con pasos pesados las escaleras, no había dormido bien y se sentía cansado. - Buenos días - una cansada voz le hablaba desde la cocina mientras servía dos tazas de café.
- Últimamente no duermes nada. - Acarició la cabeza de la chica y cogió su taza - ¿que sueñas?
- No lo se... - Era seguro que le mentía pero no quería presionarla. Un pequeño escalofrío recorrió a la muchacha y esta desvío la mirada hacia la taza que había entre sus manos. Ella todavía vestía ropa de Sans y aunque no se quejaba no parecía demasiado contenta, tampoco había tenido oportunidad de darle el peluche y estaba seguro que el tiempo que pasaba sola se aburría bastante. Quizás más que un hogar eso parecía una prisión para ella. Sans suspiró terminado el café se disponía a comenzar su rutina mientras ella volvía al sofá donde prácticamente hacía toda su vida, parecía triste, como a punto de llorar. Había ganado alojamiento pero a costa de su libertad. - Kiddo, si necesitas algo... No dudes en decirme. Lo que sea. - Frisk solo alzó la mano a modo de entendimiento pero no dijo nada. Sans sabia que ella jamás pediría nada.

Se sentía cansada, muy cansada. Aunque solo fuera un poco quería dormir. Se sentó en el sofá y poco a poco sus ojos se cerraron solos. Se rendía ante el cansancio.

“Vamos Frisk” aquella voz de nuevo “buscame” era capaz de ver una pequeña luz tapada por algo, no podía resistirse a las órdenes “estoy aquí ” buscaba con más ansia y ahí estaba el objeto brillante. Aunque sabía que no debería cogerlo ella lo hizo. Era lo que la voz quería.

¿Que hora seria? Era tarde en la noche, Sans entró cansado y por ello subió sin percatarse de la ausencia de Frisk en el sofá. Solo quería dormir. Hoy había escuchado algo que no podía ser cierto. Contaban de Asgore, el rey que quería asesinar a Frisk por su alma era el mismo que la mantuvo oculta. Si eso era verdad podía ir a preguntar, pero tenía que haber algo detrás de todo aquello. Algo debió quebrar la determinación de Asgore para no matar a Frisk.
Entro a su cuarto dejando caer la chaqueta al suelo cuando un bulto le hizo frenar.
- ¿kiddo? - El bulto levantó la cabeza mirando al otro - Me has dado un susto de muerte - río un poco mientras el bulto se levantaba, sus ojos estaban hinchados y rojos y sus mejillas todavía húmedas. No iba a preguntar, estaba cansado. Más tarde se arrepentiría de esta decisión pero ahora solo quería dormir. - ¿Quieres quedarte aquí? Parece que has pasado un mal rato - Frisk titubeo un momento con desconfianza - No te estoy obligando - Sans se acostó cansado dejó que sus ojos se cerrasen sintiendo como tímidamente la chica se acomodaba en un costado de la cama dejando un hueco entre ambos con nerviosismo. Un hueco que se sentía como un abismo. Quizás en ese momento debió preguntar porque estaba tan nerviosa de repente. Ya se arrepentiria más tarde de ignorar aquellos signos tan claros de que algo iba realmente mal.

Risa histérica, pensaba que era parte de un sueño pero despertaba y esa risa continuaba. Chara. No podía ser, si su teoría era cierta sin el colgante Chara no podía aparecer. El colgante. Sans buscó el colgante en una montaña de ropa pero no aparecía. Aquella risa se intensificó, Sans estaba nervioso. No por Chara, la había derrotado muchas veces, por Frisk. La chica que anoche lloraba. Debió preguntar. Se golpeó la cabeza con el puño,  ¡debió preguntar!
- Frisk... - salió del cuarto encontrándose directamente con Chara tratando de mantenerse en pie en medio de risas y con un cuchillo en una mano.
- Si pequeña amiga, lucha cuanto desees - hablaba sola con aquella voz entrecortada y distorsionada mientras aquel cuerpo que palideció por momentos se movía de manera errática y antinatural - ¡AHHHH LLEGO EL AFORTUNADO! - Se movió contorsionando cada parte de su cuerpo y comenzó a reír de nuevo - FRISK HA LUCHADO MUCHO CONTRA MI. LUCHÓ CADA NOCHE SUPLICANDO POR QUE NO TE DIESES CUENTA. VIVIENDO FELIZ EN TU IGNORANCIA ¡AHAJAJAJAJA! NO ES LO SUFICIENTEMENTE FUERTE, NUNCA LO FUE - Arranco el colgante de su cuello, un colgante ahora dorado con el corazón rojo y lo lanzó contra el esqueleto - TE DEVUELVO A TU QUERIDA AMIGA. AUNQUE AHORA SOLO LE QUEDA VER COMO DESTRUYO SUS AMIGOS Y AL RESTO DE LA HUMANIDAD. DEBIÓ REINICIAR CUANDO PUDO - Sans trataba de pensar con claridad, notaba el alma de Frisk palpitar en el colgante. Reiniciar, ahora ella era demasiado fuerte pero si reinicia. Todo, volverían todos y podría salvar a Frisk. Ella solo podía reiniciar cuando Chara gobernaba su cuerpo.
- Frisk, reinicia - Susurro a aquel colgante mientras trataba de esquivar el cuchillo que la otra blandía sin control alguno. Ni siquiera sabía si podía escuchar pero no iba a contraatacar, sería dañarla otra vez. Se sentía muy cansado.
- ¡Frisk reinicia! - el cuchillo se hundió entre las costillas del esqueleto alcanzando su alma. Un resplandor rojizo lo cubrió todo. Era cálido y conocido como si Frisk tratase de protegerlo

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Abrió los ojos muy lentamente, se sentía muy cansada. Chara estaba ayí, parecía frustrada. Ya no tenía poder para controlar el cuerpo de Frisk y no se lo daría. De hecho incluso su imagen había cambiado,  ahora era una simple niña translúcida.
“piensa en el poder que puedes tener Frisk,  si esta vez lo haces bien”
Ignoró totalmente a Chara, ignoró a Flowey. Hizo todo tal y como la vez anterior pero evitando el conflicto. Salió de la ruinas despidiéndose de Toriel, su cuerpo era más joven y lo notaba, sus pasos eran cortos, conforme pasaba por el bosque iba corriendo más asta el puente. Necesitaba ir asta el puente.
- Hey kiddo, ¿no vas a saludar a un viejo amigo? - como un resorte Frisk se giró viendo al esqueleto sonreír mientras sostenía algo entre sus manos, aquel colgante. - Aunque te recuerdaba más alta - Sans reía mientras Frisk se abrazaba a él entre lágrimas
- ¡SAAAAANS! - enterraba su cabeza contra el estómago del esqueleto pues no alcanzaba más alto.
- Si, si... Demonos prisa, Paps esta cerca - Sans agarró a la chica en brazos, ahora ella era notablemente más pequeña que el. Este sonreía sujetándola. Se veía enana al lado del otro.
- ¿Que haces? No fue así - Los reproches de la chica eran ignorados por el mayor.
- Esta vez no voy a cometer errores. Lo haré todo perfecto para que todos conozcan la Frisk que conocí yo.

Aunque decía eso y parecía tranquilo su mayor preocupación era deshacerse de Chara antes de que repitiera el bucle. Antes de que manchara la imagen de Frisk otra vez.