Gracias por aparecer.

Me acostumbré a ti

POV Camila

Hoy no me han despertado los rayos del sol, hoy me han despertado los rayos de MI sol, Lauren, me ha despertado con su delicadeza y su cariño. Me ha despertado como nunca nadie lo ha hecho. Ha empezado a darme besos por los brazos, por la frente y por las mejillas y acabó con uno en la barbilla y otro en la nariz.

Cuando abrí los ojos, la vi radiante, sus ojos más verdes y su sonrisa más grande que nunca. En estos momentos Lauren desbordaba felicidad. Me detuve de nuevo en sus ojos y a continuación en sus perfectos labios.

Quité mi perdida mirada de sus labios y la abracé, la abracé con todas mis fuerzas y todo mi cariño y ella me respondió igual.

- Buenos días Camzi. Dijo sin dejar de sonreír.

- Buenos días cielo. Dije igual de sonriente que ella.

- ¿Cómo has dormido?

- Puess.. medio abrazada a ti, así que genial. Respondí, y le di un beso en la mejilla. Voy al baño, ¿te veo abajo para desayunar?

- ¡Claro! Voy a despertar a las chicas. Se levantó, me acarició la espalda, me dio un beso en la frente y salió de la habitación.

POV Lauren

Me encantaban sus pequeños y delicados besos, también me encantaba su sonrisa, además de su sonrisa, me encantaba la sensación que Camila producía en mi con solo mirarme, con darme un beso o con una simple caricia, me encantaba Camila, no podía negarlo más.

Me dirigí a la habitación donde Dinah, Normani y Ally estaban durmiendo, entré y me tiré encima de ellas gritando:

- ¡Chicaaaaaaaaas vamos arribaaaaaa hay que desayunaaaar!

- Dios mio, que os pasa a ti y a Camila con despertarme gritando.. ¿que creéis que estoy sorda o qué? Dijo Dinah con el tono que ella siempre usa recién levantada.

- ¡Vamos Dinah mueve tu culo y baja a desayunar! Le dije.

- Ya vooy... pfff..

Abandoné la habitación y fui a la cocina, allí ya se encontraba Camila preparando el desayuno. Fui a donde se encontraba el pequeño gatito y lo cogí.

- Camila, ¿ha desayunado ya? Dije señalando al gatito.

- Noo, te estaba esperando. Dijo sonriendo.

- Oye, ¿cuándo le vas a poner nombre?

- No sé que nombre ponerle, soy muy mala para esas cosas.

- Lo mismo te digo, a ver, dejame pensar...hmm..

- ¡¡Ya lo tengo!! Gritó Camila entusiasmada.

- ¿Qué nombre ha pensado tu maravillosa mente?

- Se llamará Laurenzo.

- ¿Enserio? jajajajajajajaj me parece bien. Me acerqué a ella y la abracé.

A continuación le preparé al gatito su biberón con leche y se lo puse en la boca para que pudiese beber. Cuando acabó de bebérselo solté al gato en el suelo y fue caminando lentamente hasta Camila. Laurenzo aún no podía maullar muy fuerte, así que su intento de maullar para que Camila le hiciera caso no funcionó, así que tuve que avisarla yo.