Capítulo 65

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—Normalmente mi hermano es un tacaño, pero esta vez se lució con la fiesta —Claire nos comenta a Henry y a mí sobre el casamiento de su hermano, mientras esperamos a que nos traigan nuestra orden—. El salón era gigante y había dos barras, una para servir tragos con alcohol y otra, sin alcohol; un escenario de varios metros de largo donde estaba el DJ...

Mi mente empieza a divagar lejos del animado relato de Claire. No dejo de mirarla y sonrío cuando ella sonríe, pero no le presto ni la más mínima atención porque no puedo dejar de pensar en Yoongi. Hasta esta mañana, antes de irme con Matthew a la universidad, seguía durmiendo en su habitación. Aunque ya no viva en la casa, esa siempre será su habitación; su tía se lo dejó bien claro. Anoche, cuando Ann y Louis regresaron, éste último y Matthew se las arreglaron para subirlo por las escaleras y acostarlo. Ambos son más altos que Yoongi, sin embargo, al estar inconsciente, su cuerpo parecía pesar el doble y les costó un poco llevarlo.

Quisiera no tener ninguna clase hoy para así poder haberme quedado con él. Puede que sea una estupidez mía, pero la manera en que repetía mi nombre con apenas un hilo de voz y ceñía mi mano con un frágil pero firme apretón anoche, me hace creer que quería que me quedara a su lado. O tal vez eran mis ganas descomunales de querer estar a su lado para cuidarlo y protegerlo del dolor que lo destroza por dentro, lo que me lleva a creer ello.

—... casi lo mata cuando mi hermano le dijo que todavía no había conseguido el traje y faltaban tres días para la boda —vuelvo a escuchar la voz de Claire, justo en el mismo momento que la moza nos trae nuestros platos: una hamburguesa extra grande con lechuga, tomate y huevo para Henry; una ensalada caprese para Claire y otra para mí, con pedacitos de pollo.

—Por eso nunca me voy a casar —comenta Henry mientras intenta abrir un sobrecito de kétchup—. Las mujeres se vuelven más histéricas de lo normal cuando están a punto de casarse.

—Nerviosas —le indica Claire, separando la palabra en sílabas—. Casarse es algo muy importante que no haces todos los días. Significa que decides pasar el resto de tu vida con esa persona en la que piensas cuando abres los ojos y cuando te vas a dormir; esa persona que te hace sonreír de tan sólo pensar en ella; que hace que en tu vida siempre haya sol incluso cuando estás caminando sin rumbo bajo una furiosa tormenta; que se ha vuelto parte de ti como el aire que respiras... —suspira profundo con una expresión soñadora y clava la mirada sobre mi hombro, probablemente pensando en Matthew.

—Dios mío. Claire, deja de mirar tantas películas románticas—dice Henry en un tono dramático y gracioso—. Por suerte, tú no eres así —ahora se dirige a mí. Rodea mis hombros con su brazo y me atrae hacia él durante unos segundos.

Claire regresa a la realidad y le dedica una mirada de pocos amigos a Henry.

—A que todo eso que dije hizo que pensaras en ese alguien especial, ¿o no? —pregunta Claire con tono burlón y se lleva un poco de ensalada a la boca. Le dedica una mirada y sonrisa maliciosa.

Henry le responde dándole una gran mordida a su hamburguesa. Kétchup desborda por los costados del pan y unas gotas caen en el plato. Lo miro de reojo y una sonrisa se dibuja en sus labios mientras mastica.

—Está bien, no lo digas. Ya sabemos que es así —sonríe Claire con satisfacción—. Y tú, ¿en quién estás pensando para sonreír así? —pregunta a continuación. Levanto la vista y descubro que me está hablando a mí.

Pienso en la noche del viernes, en cómo Yoongi no me juzgó de la misma manera que lo hizo todo el mundo cuando le conté lo que me hizo Luke; en cómo brillan sus ojos cuando me mira; en cómo me sostiene en sus brazos, con firmeza y seguridad; en cómo sus labios me hablan sin palabras, cada vez que se unen a los míos; en cómo curó el daño que yo misma me hice, cada corte en mi muñeca; en cómo besó cada cicatriz, haciéndome saber que no me sentencia por ello.

|| Damaged || Suga ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora