39.¿Que estamos haciendo?

383 41 1
                                    

Tras una noche entera conduciendo mis ganas de pegarles una paliza a Dean, Sam y Bobby había aumentado al igual que el cansancio, Cas hacia horas había desaparecido sin decir nada y eso me había dado mas tiempo para pensar en lo idiotas que eran.
Llamé a la puerta y cuando Dean abrió lo empuje pasando al interior donde estaban Sam y Bobby.
-¿porque sois tan idiotas?-pregunte cuando Dean también estaba en la habitación.
-yo también me alegró de verte Alex-dijo Dean gracioso.
-¿como se te ocurre vender tu alma?-pregunte mirando a Bobby.
-¡¿que?!-dijeron los chicos mirándome a mi y después a él.
-es cierto-la voz del demonio que me había acompañado casi toda la semana anterior nos hizo girar nos a los tres.-tengo pruevas-sonrio y mostró una foto en su teléfono.
-¿porque sacaste una foto?
-¿porque usaste la lengua?-los tres miramos Bobby con los ojos muy abiertos, el se quedo sin palabras.
-veo que no estas ni muerta ni moribunda, buen trabajo gatita.
-¿porque te llama gatita?-preguntó Dean
-porque es imbécil, igual que tu, ¿no te dije que yo me encargaría?
-¿así me agradeces que te haya conseguido otro anillo?
-dime que no has hecho nada estúpido para conseguirlo.
-no lo he hecho, le caigo bien a la muerte-sonrió como un niño pequeño.
-haré como que te creo-lo miré con ojos entrecerrados.- pero ahora tengo que hablar con Sam a solas-cogí al grandullón del brazo y pude escuchar a Dean desearle suerte mientras salíamos de la habitación.
-¿que mierda es eso de que vas a decirle que si a Lucifer?
-escuchame Alex, por si solo no va a caer, ni aunque logremos engañarlo, he pensado en dejar que entre y luchar por el control de mi cuerpo, haré que entreen la jaula.
-pero te quedaras ahí para siempre.
-igual que tu.
-¿crees que es un campamento de verano? ¿un sitio en el que hace mucho calor y que de vez en cuando lo pasas mal? No Sam, es el puñetero infierno, te torturaran hasta que desees morir, una y otra vez, pero no te mataran, te reconstruirán y después te volverán a romper pieza por pieza.
-es eso ¿no? Crees que soy débil, todos lo creéis desde que Ruby me engañó ¡es mi oportunidad de remediar las cosas!
-¡¿que remedia que tu vallas al infierno?¡ ¡Dejaras a Dean destrozado y solo! ¡¿no piensas en el?!
-no tanto como tu.-replico enfadado
-haré como que no he oído eso para no darte un puñetazo.
-¡¿es que tu y mi hermano podéis haceros la mártires y dar vuestra vida por todo el mundo y yo no puedo hacer algo bueno?!, ¡joder la he cagado muchas veces! ¡¿no puedo hacer algo bien ahora que puedo?!
-¡¿que te dice que va a salir bien?!
-¡claro yo no puedo hacer nada bien ¿no?!-se dirigió a la puerta de la habitación en la que lo había retenido
-¡no!,...no es eso lo que quería...decir-acabe en un susurro porque él se había ido dando un portazo de la habitación, gruñí de frustración y me tiré sobre la cama mirando al techo.
-sam ha salido echando chispas y tu estas así,... supongo que todo a salido bien-dijo Dean entrando.
-si, no podía haber ido mejor-dije con sarcasmo.
-es un cabezota.
-¿a quien me recuerda?-dije haciéndole un hueco para que se sentase a mi lado.
-encima de que te traigo esto-saco una botella de cerveza de detrás de su espalda y se sentó a mi lado.
-gracias-sonrei y la cogí, entre nosotros hubo un enorme silencio incómodo, "¿porque tuve que besarlo antes de irme?¿porque no solo un apretón de manos?" pensé mientras buscaba un tema del que hablar, "porque él esta muy bueno, porque querías una estupida despedida romántica y porque eres idiota" las preguntas de mi mente fueron respondidas en pocos segundos por mi "amable" conciencia, quién le atribuía la culpa a las cursis y románticas películas que mi madre me obligaba a ver de pequeña.
-oh, casi lo olvido-dijo Dean, rebuscando en su bolsillo.-toma-me dio el anillo, que supuse era de la muerte.
-gracias-dije algo desanimada.
-ya esta, ¿solo eso?...me habían dicho que las mujeres os emocionabais mas cuando se os regalaba un anillo.-Sonreí.
-¡oh por dios! ¡un anillo! ¡gracias Dean!-dije con voz gritona y moviendo mis brazos exageradamente, el comenzó a reírse.-¿mejor?
-si, aunque se me ocurre una forma mejor de que me lo agradezcas-sonrio pícaramente y yo le lanzé una almohada a la cabeza.
-¿eso es un no?-me reí y me senté de nuevo, él me atrajo a sí pasando su brazo por mi cintura.
-odio pelearme con Sam-dije apoyando mi cabeza en su hombro.
-yo también, pero mañana se arrepentirá de haberte gritado y te mirará con esos ojos que pone que me sacan de quicio-Sonreí de nuevo,-no quiero que haga esto-dijo más serio después de un par de minutos.-no quiero que ninguno de los dos haga esto-lo miré a esos profundos ojos verdes.
-no tengo más opciones.-susurré cansada y de nuevo apoye mi cabeza en su hombro, estaba muy cansada y sin poder evitarlo poco a poco mis ojos se fueron cerrando y solo fui capaz de sentir como se detenian sus suaves caricias sobre mi cintura y uno de sus brazos pasaba por debajo de mis piernas mientras el otro por mi espalda para terminar siendo reemplazados por algo suave y mullido.

Me desperté y me dirigí al baño, Para intentar arreglar el desastre de mi cara pero la cortina de la ducha fue abierta dejando a un Dean desnudó y mojado frente a mis ojos, los cuales tapé al instante,
-¡¿Dean que haces en mi baño?!-pregunte intentando no mirar aunque cada vez me parecía más difícil.
-Sam estaba ocupando el mío.
-¿porque no me lo explicas con una toalla?
-esta bien-pude ver una sonrisa en sus labios y golpeé su hombro.
-lo has hecho a posta.
-a mi no me importaría que me la devolvieras, de hecho, vamos quitate la ropa.
-ja..ja...muy gracioso, sal-rode los ojos y el salio del baño riéndose,
poco después, salí del baño y fui hasta la cocina, Sam estaba sirviéndose un vaso de leche y unos cuantos cereales.
-Sam-lo llamé y él me miró, -ayer yo,..no quería...
-lo se, es que estaba enfadado y creo que lo pagué contigo.
-yo también creo que hice eso- le Sonreí- es solo que no quiero que tengas que ir al infierno.
-lose pero creo que es lo que debo hacer.
-esta bien no hablaremos de eso ahora, no quiero volver a discutir.
-ni yo.-sonrió, encendió la televisión y ambos comenzamos a desayunar mientras veíamos dibujos animados, poco después Dean se unió a nosotros al igual que Bobby, todos bromeabamos y tratábamos de disfrutar de la compañía del otro mientras pudiéramos pero la interrupción del programa de televisión llamo nuestra atención, en las noticias se mostraban ciudades devastadas por causas naturales y miles de indicios del apocalipsis, eso comenzó de nuevo una pelea en la mesa debido a la discusión sobre si Sam decía si a lucifer o no, Bobby y Sam creían que era lo adecuado y Dean y yo que no debía hacerlo, finalmente Bobby y yo nos fuimos y dejamos a los chicos hablar.
-¿que tal ha ido?-le preguntè a Dean cuando salio de la casa aunque por su gesto sabia que no muy bien.
-le he dicho que puede hacerlo-dijo con la voz algo mas ronca que normalmente.- le he dado permiso para que valla al infierno-negó con la cabeza y se pasó las manos por la cara.
-iba ha hacerlo de todos modos, no podías evitarlo.
-lo se,...lo se-me senté a su lado y pase mi brazo por sus hombros-deberia haberle dicho si a Miguel.
-¿que?
-así ahora por lo menos desaparecería con vosotros,.. Joder deberíais haberme dejado decirle que si a Miguel.
-no arreglaría nada-lo hice mirarme.- no serviría de nada- el me miró directamente a los ojos, mi mirada fue decayendo a sus labios y el se acerco a mi, lo justo para que sus labios me tentaran, no logrè resistirlo más y me lancé a sus labios, inmediatamente respondió haciendo que su lengua invadiera mi boca, sus manos me cogieron por la nuca y la cintura y me obligaron a ponerme de pie, él, hizo lo mismo y de nuevo acercó nuestros cuerpos, nos separamos momentáneamente para tomar aire pero nuestros labios volvieron a unirse segundos después como si no pudiesen estar separados, sus manos, inquietas, bajaron de mi cintura y mi nuca acariciando mi espalda hasta llegar a mis caderas, una de ellas se coló bajo mi camiseta haciendo que mi piel se erizasen bajo su cálido toque, yo deje que una de mis manos abandonase su nuca y explorase bajo su camisa, su piel era suave y cálida y lo único que quería era deshacerse de la molesta camisa que nos separaba.
-Dean, te traigo una...-una gruesa voz nos hizo dejar de besarnos, esa voz no era de sam, miré por encima del hombro de dean teniéndome lo peor y mis temores fueron confirmados al ver a Bobby parado mirándonos con el ceño muy fruncido, nunca creí que pudiera estar mas serio que de costumbre pero estaba claro que me equivocaba.
-solo estábamos...-dean empezó y después se rasco la nuca nervioso.
-hablando - termine yo- solo hablábamos.
-¿creéis que soy idiota?-pregunto cabreado- lo que haciais no se parecía nada ha hablar,... pero sois mayorcitos vosotros sabréis lo que hacéis.-nos apunto a ambos con el dedo y después solo ha dean- como se te ocurra hacerle daño te patearé el trasero- advirtió para después irse, Dean se giro de nuevo hacia mi y yo apoyé mi frente en su hombro, no había tenido tanta vergüenza desde hacia años, pero al menos, la interrupción de Bobby me había servido para recobrar la razón, no dejaba de pensar en lo difícil que me era resistirme a él.
-¿que estamos haciendo Dean?...se supone que somos amigos, ...los amigos no se besan,...no deberíamos... -alcé la mirada y vi confusión en su rostro, pose mi mano en su pecho y lo alejé de mi, necesitaba alejarme de él ahora que aún me quedaba fuerza de voluntad suficiente para no besarlo
- quizás no quiera que seamos amigos-escuche a mi espalda cuando estaba entrando en la casa, seguí mi camino hasta mi habitación repitiendo esa frase una y otra vez, no podía creerlo, no podía arriesgarme a hacerlo y que luego volviese a decepcionarme.

All Monsters Are HumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora