Capítulo 7

738 72 0
                                    

"No importa cuanto tiempo pase ni cuanto daño te haya hecho, tu familia siempre será tu familia" 


Me levante más tarde de lo debido, por las estúpidas pesadillas, así que cuando llegué al bar para desayunar, Dean ya estaba devorando su segundo plato de tortitas, mientras que Sam solo tomaba un batido.

Me levante más tarde de lo debido, por las estúpidas pesadillas, así que cuando llegué al bar para desayunar, Dean ya estaba devorando su segundo plato de tortitas, mientras que Sam solo tomaba un batido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Hola chicos, siento llegar tarde, pero me dormí.

-¿Tengo que preocuparme por que estuvieras con alguien anoche?-dijo Dean haciéndome reír por su expresión fingida de celos, él se me unió a las risas.

-Bueno ¿Y ahora dónde vais?

-Hemos pensado en ir a visitar a un amigo cazador, está a un par de días de aquí, pero hace mucho que no lo vemos-dijo Sam.

-¿Quién? Quizás lo conozca.

 
-Se llama Bobby Singer- cambié mi expresión, a una seria y a la vez emocionada, no veía a Bobby desde que volví del infierno, seguro que aún creía que estaba muerta.

-¿Puedo ir con vosotros?-las palabras salieron de mi boca casi sin darme cuenta.

-¿Lo conoces?-dijo Sam.

-Sí, aunque debe creer que estoy muerta, lleva más de dos años sin saber nada de mí. -suspiré y aparté la mirada - quiero verlo y si voy con vosotros, no creerá que soy un demonio o algo de eso y no me matará, ... creo.

-Por mí esta bien-dijo Dean.

-Sí, creo que a Bobby le alegrará verte. -Sonreí y por primera vez desde hace, más de dos años, sentí que iba a ver a alguien de mi familia, aunque no fuera de mi sangre.

[...] 

Pasamos dos días de viaje juntos y la verdad es que cogimos bastante confianza en ese tiempo, se notaba que eramos parecidos, los tres jóvenes forzados por las circunstancias de nuestras vidas a ser cazadores, a dejarlo todo y dedicarnos en cuerpo y alma a esto.

Por un lado Sammy me enternecida y me encantaba la manera en que sonreía, con hoyuelos, aunque había ciertos momentos, en los que desaparecía o se iba con el móvil lo suficientemente lejos, para que ni Dean, ni yo lo escuchásemos.

Por otro lado, el Dean frío, sádico y terrorífico que había conocido en el infierno, se había esfumado dando lugar a un chico alegre y bromista, que no dejaba de intentar llevarme a la cama, pero a pesar de ello, nos habíamos echo amigos y me encantaba cuando sus ojos verdes se esclarecían al sol, pareciendo casi azules y le salían unas pequeñas pecas sobre la nariz.

Al tercer día de viaje, llegamos a la vieja casa de Bobby, salí del coche y una sonrisa nostálgica se dibujó en mi rostro.

-¿Estás bien?-me preguntó Dean poniéndose a mi lado.

-SÍ-suspiré - sólo, no se como se lo tomará.

-Bien, ... Intentará matarte, pero luego se alegrará, lo sé por experiencia.-agregó con una sonrisa, que yo le devolví.

-Vale, vamos allá- dije nerviosa cuando Sam tocó la puerta, escuché los pesados pasos de Bobby y después el inconfundible sonido de su escopeta siendo cargada, no había cambiado nada.

La puerta se abrió y Bobby bajó el arma al ver a los chicos.

-Hey Bobby.

-¿Que pasa ahora?-dijo tan amable como siempre, Sonreí detrás de Sammy y salí del que era mi escondite, haciendo que la vista del viejo se posase sobre mí, automáticamente se tiró encima de mí, haciendo que me golpease contra la pared, mientras sostenía un cuchillo de plata sobre mi cuello.

-Tan acogedor como siempre Bobby-dije sonriendo aún.

-¿Qué eres?-dijo con rabia.

-No es un monstruo-dijo Sam llamando la atención del cazador.

-No lo es Bobby, volvió, como yo lo hice - añadió Dean e inmediatamente Bobby me soltó y me abrazó.

-He echado de menos tus cambios de humor-dije abrazándolo también a mí, cuando nos separamos, Sam y Dean se habían ido a la cocina.

 
-¿Cuanto hace que volviste?-dijo Bobby volviendo a su tono enfadado.

-Hace apenas dos meses.

-¿Y porque no viniste a casa?

-¿Estás de broma? Me habrías matado antes de que pudiera explicarte, que después de dos años en el infierno un ángel me sacó de allí.-me volvió a abrazar, haciendo que me sorprendiera inmensamente, él nunca mostraba su cariño.

-Basta Bobby o me harás llorar-dije pasando mi dedo bajo mis ojos, fingiendo secar mis lágrimas.

-Sigues igual de idiota- refunfuñó por lo bajo.

-Ese ya suena más como mi Bobby-le Sonreí- ¿Sigues guardando el Whiskey donde siempre?-Sonreí.

-Sabía que eras tú la que me lo robaba-lo oí decir a mis espaldas, por lo que me reí, por fin estaba en casa, por fin estaba con mi familia.


All Monsters Are HumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora