CAPÍTULO 8

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Hola Sikāru, antes de que demos comienzo a la clase de hoy quiero introducirte un par de conceptos para que tu entendimiento de los acontecimientos que narraré no te resulten complicados o te produzcan confusión. En primer lugar te hablaré de un pilar básico de nuestra sociedad actual, la alimentación.


Todas las personas que habitan nuestro mundo, tanto en las colonias como en las tribus, tienen acceso al puré esencial. Es un compuesto orgánico que contiene las cantidades necesarias de vitaminas, proteínas, hidratos, minerales y demás macro y micronutrientes que nuestro cuerpo necesita. Dicho puré es el alimento que cualquier persona puede comer sea de donde sea, está disponible en todas las residencias de los guías, aunque con ligeras modificaciones en cuanto a gustos y culturas.


Todo el mundo puede y debe alimentarse correctamente, sin excepción. Este producto es de acceso ilimitado y público ya que alimentarse de seres vivos no está contemplado en nuestra cultura, a excepción de casos muy concretos.


Y otro detalle que quiero que conozcas es algo que tus compañeros conocen bien. Existen diversos objetos que para nosotros son cotidianos pero para ti serán cosas que como mucho habrás podido imaginar. Como por ejemplo la ropa que usamos a diario, o más concretamente la que le entregué a la joven Taãgah. Tejidos especiales de un material elástico y flexible, que a su vez absorben la luz para que sirva de energía extra. Energía para alimentar prótesis biónicas o sus propias características, ya que muchas prendas no solo sirven para cubrirnos, sino también para calentarnos, controlar nuestros biorritmos, mantenernos secos o incluso hacernos ligeros como el aire.


A Taãgah también le entregué la lanza extensible, de la que ya has visto algún detalle. Al igual que su ropa y su dispositivo de navegación del brazo, su bastón estaba controlado por las células implantadas en su interior, por lo que, todo lo que Taãgah pensaba o requería de los utensilios que portaba con ella, producía una reacción en ellos, los cuales obedecían a sus estímulos o pensamientos de forma inmediata. Para que lo entiendas, si ella sentía frío su ropa aumentaba la temperatura corporal o a la inversa, y si necesitaba de su bastón más longitud o energía eléctrica, lo pensaba y éste reaccionaba ante tal requerimiento.


Y sin olvidar el dispositivo o navegador de su brazo. Esta herramienta no era ni es de uso común. Tan solo los guías y algunos elegidos, son portadores de dicho terminal. Consta de múltiples funciones, desde la geolocalización hasta la comunicación pasando por su sistema de control biomédico. Taãgah, al igual que muchos otros custodios en otras tribus y colonias, podían llevarlo consigo dada su labor para con los demás miembros de su comunidad, a modo de ayuda para sus retos diarios. Espero haber despejado tus dudas.








La Búsqueda de TaãgahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora