Cap 2

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-Mamá, estoy tan débil, fue horrible, tantos años encerrado, tenia miedo, creí que nunca volvería a verte, por favor perdóname, no creí que todo terminaría así, yo-en eso fue interrumpido por su madre la cual lo miraba con compasión y preocupación

-Tranquilo cariño, todo estará bien-Stephen notaba como su madre había cambiado, sus arrugas se hacían mas notorias con los años y su cabello lleno de pequeñas canas que sobresalían

-No mamá, te hice tanto daño, mírate, tan cansada, todo por mi culpa, lo lamento, yo no se que sería de mi vida sin ti, te extrañe tanto

-Hijo, no hablemos de eso, vamos a comer algo y así te distraes un poco, luego hablaremos de la universidad, debes volver a hacer tu carrera sin tanto estrés, volverás a ser el mismo de antes, yo se que si, yo creo en ti

-No quiero volver mamá, todos me verán como el enfermo extraño, no quiero eso, tengo mucho miedo mamá, Giselle no ha salido de la universidad, verá el monstruo en el que me he convertido, ya no soy el mismo Stephen de hace un par de años

-No te preocupes, algo haremos al respecto, bien, no mas tristezas, es hora de comer algo, ¿quieres hamburguesa especial con papas y malteada mi pequeño Stephen?

-Esta bien mamá, iré por algo de ropa, me bañare y saldremos ¿va?-Dijo Stephen sonriendo un poco

-Está bien cariño, hablare con mi jefe y alistare el auto para irnos, te espero en 20 minutos afuera-Dijo la madre de Stephen mirándolo con una tierna sonrisa, su madre ya se había volteado en dirección a el garaje, y escucho a su pequeño que le hablaba desde la escalera.

-Mamá-Su madre volteó a verlo-Te amo.

-Y yo a ti mi niño,sube rápido y alístate.

-Vale.
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Stephen se encontraba en la entrada esperando a su mamá, ya habían pasado 20 minutos pero no la veía, se alcanzó a preocupar, hasta que la vio asomarse desde la puerta del garaje

-Mamá,Casi me matas de un susto, creí que algo te había sucedido, no me vuelvas a hacer algo así por favor-Dijo Stephen haciendo un pequeño puchero.

-No seas tonto hijo, sabes bien que estaba alistando el auto ¿Que pensabas? ¿Que me habían secuestrado o algo parecido? Hijo, no estés paranoico-Dijo su mamá entre risas-Mas bien, sube al auto, estoy que muero de hambre.

Subieron al auto y se dispusieron a ir a un McDonald's; Stephen amaba comer en ese lugar, amaba sus papas fritas, sus hamburguesas, y en especial sus grandes malteadas, por ello su mamá le había invitado a ese lugar
Al llegar Stephen salió del auto con su estómago vacío

-Mamá, apúrate, muero de hambre-Dijo Stephen mirando con ojos de perrito a su mamá

-Déjame cerrar el auto al menos-Dijo su mamá mientras Stephen caminaba hacia la entrada de McDonald's.

Al ir llegando a la entrada, Stephen vio a un tipo que estaba intentando abusar de una joven cerca de un callejón, al principio pensó en ignorarlo, pero al oír a la joven que rogaba por escapar corrió hacia el, sus voces lo tentaban a ir
Corrió hacia donde ocurría la mórbida escena

-¿Quien eres?-Dijo el hombre mirando confundido a Stephen el cual solo se encontraba quieto en su lugar.

-Suéltala.-Dijo Stephen sin expresar emoción alguna.

-¿Ah si? Y¿Quien me va a obligar? ¿Tu?-Dijo aquél hombre entre risas.

-Exacto-Stephen golpeó al hombre, la joven sólo observaba con pavor,Stephen forcejeo con el hombre hasta que del bolsillo del hombre cayó un cuchillo, Stephen lo tomó y vio al hombre, éste solo se quedo en su lugar.

-No hagas eso muchacho, yo soy un padre, y estoy purificando a esta pobre alma, así que no andes molestando y baja ese cuchillo, eso es pecado

-Cállate-Stephen esbozo una sonrisa, se votó encima del hombre y enterró el cuchillo en una de sus piernas, este solo gritaba y se quejaba de dolor y trataba de quitar a Stephen; Stephen volvió a enterrar el cuchillo en la entrepierna

-No no no, lo necesito, no lo hagas, si cometes ese error verás las consecuencias-Dijo el hombre tratando de calmar a el Stephen enojado que se hallaba allí.

-Que te calles maldita sea-Le metió un puño en la cara y lo dejó allí en el suelo, calmó su respiración, y volteó a mirar a la joven que lo miraba agradecida pero a la vez un poco horrorizada

-Hola,Tu mano, está herida-Dijo la joven levantándose del suelo.

-Si,lo noté, ¿Estás bien?-Dijo Stephen mirando a aquella chica, tenia unos ojos claros muy hermosos, eran grandes y que los cubría un mechón café que caía por su rostro,Era bajita y tenia algunas pecas

-Si, estoy bien, gracias, y...¿puedo saber el nombre del joven que ne salvó?-Dijo la chica tratando de sostenerse

-Soy Stephen, no te salve, defendí tu pudor...¿Como te llamas?

-Soy Rachel Corp-Dijo la chica acomodando un mechón de su cabello detrás de su oreja, lo observaba detenidamente mientras el ni se inmutaba

De repente vio que alguien se acercaba corriendo hasta donde el estaba.

-Stephen,¿Porqué tienes sangre?-Este comentario le trajo un recuerdo a su mente, así como un trago muy amargo, la primera vez que vio a Lia fue así, con su camisa llena de sangre y su rostro lleno de ira

-Ella es Rachel Corp, la iban a robar y yo la defendí, pero tuvo consecuencias.

-¿Y quien carajo es ese tipo que esta votado en el suelo?, Stephen, no quiero que te metas en mas problemas, por favor-Dijo la madre de Stephen señalando al hombre que hace unos instantes acosaba a Rachel

-Un ladrón, mamá, vamos por comida, tengo hambre.

-No vamos a ningún lado así, sube al auto,pediré un combo de hamburguesa urbana con papas y malteada, y llamare a un policía que escolte a ese hombre, fue un gusto Rachel, Stephen sube al auto

-Igualmente, y gracias Stephen, eres un héroe, nunca lo olvides

-Gracias, hasta pronto Rachel-Dijo Stephen mientras Rachel se alejaba del auto y se dirigía a su casa

Stephen entro al auto mientras su madre volvía.

Tardaron un rato en volver a casa, al llegar Stephen saco los bolsas y entró directo a la cocina, tomó un plato y puso su hamburguesa y puso las papas alrededor de esta, su mamá sonrió al verlo tan feliz, anhelaba cada día volverlo a ver y al fin lo volvía a tener junto a el

-¿Tenias hambre peque?-Dijo su mamá entre risas al ver a Stephen con sus cachetes inflados por tanta comida que tenia en ellos, Stephen solo asintió, su madre empezó a reír-Iré por mi comida, que disfrutes.

Pasaron una agradable tarde juntos, y en la noche Stephen se dispuso a descansar, pero se sentía realmente confundido, había sentido un ligero cosquilleo al enterrar ese cuchillo en la pierna de ese degenerado, sentía una alegría extraña, algo que nunca había sentido.


Stephen (Amor Obsesivo II) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora