Poitiers, 29 de marzo de 2.123. Hora: 10:12 am
- Te has lucido en verdad tía, esto... ¡esto es magnífico! -exclamó la mayor Agnes sin parar de sonreír-, en definitiva nos ayudará para mejorar el rendimiento de la energía y reemplazar el viejo modelo de extracción... ¡me encanta! ¡estoy segura que al gobernador Einarsson quedará fascinado y lo pondrá en construcción de inmediato!
- Me alegra mucho que te haya gustado querida: puse mucho esfuerzo al igual que todos los estudiantes que aparecen en el documento de entrega -Lady Elizabeth le tendió un disco de memoria con ambas manos-, espero que llegue seguro y pueda ser de utilidad para la isla y el mundo también.
Lady Elizabeth había diseñado una central de energía térmica sub-acuática para explotar la energía térmica de los volcanes debajo de Islandia, así como aprovechar todos sus residuos y sin dejar huella en el ambiente: su diseño parecía futurista incluso para mi y su tamaño era colosal. Milady era una muy hábil ingeniera y arquitecto.
- Bien, creo que eso será todo por ahora -la madre de Darlene tomó el disco y lo puso en uno de sus bolsillos internos-, haré llegar esto a Islandia lo más pronto posible y te haré saber en cuanto se apruebe y empiece todo para que vayas a ver que tal.
Lady Elizabeth asintió y plantó un ligero beso en la frente de Agnes-. Cuídate mucho, querida. Te he echado de menos.
Y sin mucho más que decir, Agnes marchó pasando de largo y limitándose a alzarme la mano. Le respondí de la misma forma y esperé unos segundos a que las puertas soltara el característico pitido para hablar-: ¿Se siente bien, milady?
-La verdad es que no... siempre me parte el corazón verla ir -su voz claramente temblaba-, es como una hija para mi.
-Lo sé... -susurré. Según había entendido, Lady Elizabeth jamás pudo tener hijos y su hermano murió durante el Genocidio de América en la década de los 70 dejando huérfana a su sobrina. Desde entonces la cuidó y así también de Darlene como si fuera su nieta.
El agua caía tranquila por la cascada y su chapoteo inundaba cada rincón de aquel recinto que entre luces amarillas y tenues daban a sensación de estar, verdaderamente, en una caverna muy cómoda y oculta en algún lugar muy lejano.
-¿Estás listo para mañana, Alejandro?
-No estoy seguro, mi señora -me puse en pie y caminé hacia ella arrastrando mi silla-, sé bien que solo es presentarnos a un consejo gubernamental y de ahí... propaganda; básicamente darnos a conocer. De ahí... la verdad me pierdo en qué quiere lograr Lord Charles.
Lady Elizabeth se sonrió recostándose de la silla ligeramente. Me miró fijamente y después buscó algo en la nada con una mirada vacía hasta que la fijó de nuevo en mi-: El hombre siempre se ha cautivado con la grandeza de las cosas... con su inmensidad y... y tú, Alejandro, eres una de las caras de esa inmensidad.
- Creo que le voy comprendiendo un poco... -me acerqué-, pero, ¿qué harán con esa inmensidad?
-Como todo en esta vida, el hombre intentará ponerle un nombre, un propósito y un precio -señaló-, y es exactamente lo que queremos ver que suceda para saber entonces como tirarlo al piso pues estamos hablando de, precisamente, la vida misma.
Y tenía razón, aunque no podía entender del todo sus palabras, algo dentro de mi me hacía percibir el sentimiento de Lady Elizabeth como algo de verdad. "Si yo represento la inmensidad de la vida, alguien querrá tenerla... ¿pero qué ganan con eso?"
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The Inmortals
Science FictionMuchas veces creemos que la vida carece de un sentido y un propósito cuando el tiempo pasa sin rumbo aparente hasta morir: esto mismo le sucedió a Alejandro, joven español que fue reclutado de forma anónima para formar parte del proyecto Eternity, e...