Año 200 después de la segunda venida de cristo al mundo

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¡Vaya mierda!, ¿No? Lo más seguro es que usted piense eso de su sociedad. Todo el mundo opina lo mismo de los tiempos en los que vive. No obstante, estoy seguro de que si le explico un poco por encima la mía, le servirá de consuelo, viva donde viva, y viva en el momento que viva.

Ya han pasado más de dos siglos desde que la gente recuperó su fe. Un tal Jesucristo vino al mundo, y no se sabe si era quien decía ser, pero el caso es que todo el mundo opina lo mismo: que se trata del salvador de la Biblia. Si usted es creyente, y se pregunta ahora mismo por el Apocalipsis, le puedo aclarar que no surgió. Ese es el porqué de que pueda escribir esto. Ese esperado mesías anunció que en el año en el que la humanidad alcanzará los dos extremos, la cuerda se rompería y Dios Padre vendría al mundo para recoger los restos de esta. Aún esperamos.

Aquí, en esta época en la que vivo, los seres humanos pueden optar por la inmortalidad física, rejuveneciendo constantemente sus células y ya se realizan trasplantes de cerebro. Además, hace tiempo que conocemos lo que hay después de la muerte, y hemos colonizado el planeta "Kepler-452-b". Pero los del alto mando nos hacen creer que todo va mal, y que la humanidad se acerca a su fin.

Y sigo diciendo. Verá... Los seres humanos se aburren. Cuesta media calderilla visitar Marte, donde están situados múltiples centros culturales, además de grandes plantaciones. La gente solo se puede reproducirse de forma controlada, por el tema de la inmortalidad. Esta solo está permitida hasta que el individuo alcanza los 250 años. No se hace buen cine ni buena literatura... El arte está hecho un asco. Por si fuera poco, el populacho ha ido adoptando nuevas paranoias extrañas como modas. Se pegan tiros los unos a los otros, se cambian de sexo tan solo para vestir la misma ropa que llevaban antes y parecer travestis... Hacen incluso concursos para comprobar quién es la persona más bizarra del planeta. No sé qué es lo que buscan con ello, ni quiero saberlo. Son capaces de todo. Lo son. Se han convertido en monstruos y zombis, controlados por la dictadura digital, como yo la llamo. Ya no se hacen caso los unos a los otros, sino que se pasan el resto de sus miserables vidas codeándose con máquinas absurdas.

Algunas veces, muy escasas, seres humanos se juntan. Entonces, ocurre, entonces todo el horror provocado a lo largo de la historia se concentra en pequeños instantes. Entonces, noto que el Apocalipsis se acerca, y en ocasiones, me arrepiento de pertenecer a donde pertenezco, me arrepiento de mi masoquismo incurable. Me arrepiento de ser yo.

Perfecta ImperfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora