Querido lector,
Tras escribir el anterior capítulo, he dedicado unos cuantos minutos de mi vida a la meditación, esa fantástica manera de incrementar la materia gris. Tras esto, he tomado muchas decisiones, entre las que se encuentran comenzar este texto, aunque en este punto significaría continuarlo, de este modo:
Desconocido lector,
¿Sigo o abro nueva parte? Mejor continúo, ya que ya que estoy aquí. Verá, como le decía, he tomado la decisión de ocultarle mi verdadera identidad, ya que, si narró yo lo sucedido, resultaría indispensable para el avance de la historia. Tras la previa introducción, me siento intimidado ante lo que ahora se sabe de mí. He actuado con descuido, diciendo demasiado de mi persona, y ahora no puedo repararlo.
El caso es que después de pensar en todo. En la vida, en el sentido de esta, y en todos mis recuerdos y experiencias, he optado por la mejor solución, que será explicar las cosas desde otro punto de vista. Desde una perspectiva celestial y todopoderosa, desde un lugar que además de mantener mi reputación hará que me suegra como un Dios controlador. He decidido narrar los hechos en tercera persona.
Tranquilícese, no se asuste por mis sueños. Pese a mu actitud y ansias de poder, pese a estar en mi mano tergiversar hechos y cambiarlo todo, trataré de complacerle. Y por ello, me aferraré a la aburrida realidad, por mucho que no me guste. Repito, solo para saciarle.
Prometo, o mejor dicho, juro que todo lo que escribo a continuación guarda algo de verdad. No puedo asegurar está en estado puro, puesto que no pude permitirme presenciar los hechos desde dentro de la mente y la razón humana, pero si admitiré que no soy un mentiroso.
¿Está contento? Espero que sí, pues no sabe lo que me cuesta no alterar lo sucedido. Que sepa que me esfuerzo como nadie. Que sepa que lo hago por usted. Así que, si tras leer esto deja el libro y dentro de unos días acuden a su corazón fuertes sentimientos de culpabilidad, arrepiéntase de haberme dejado. Cargue toda su vida sabiendo que un individuo desdichado como yo le ha entregado su sangre y su sudor y no ha sabido ms que despreciarlo cruelmente. Sufra, mientras yo también lo hago. Y muérase entonces en el infierno, mientras yo también fallezco entregando mi vida a la pluma que escribe esto.
Le ofrece todo todo lo que es,
Yo, para ti tú, y para él él
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Perfecta Imperfección
Non-FictionLos humanos están aburridos. El aburrimiento los condena... Después de la segunda venida de Cristo al mundo, el ser humano habita tres planetas, y las personas tienen la posibilidad de alargar sus vidas por medio de la inmortalidad. Sin embargo, ent...
