Tan sencillo como llamarte 'Papá'

Huir

Puedes escuchar la canción que hay en el vídeo de arriba⤴ cuando te lo diga si quieres😊

- Em, cariño, yo...

Sin decir una palabra, la joven salió del cuarto. Rachel fue hacia la puerta para detenerla, pero para entonces, ella ya se dirigía hacia la salida a paso raudo. Cuando iba a coger el picaporte, la puerta se abrió desde fuera. Era Sam, que quedó extrañado de la agilidad con la que Emma le había esquivado para salir corriendo del hotel. De nada sirvieron las palabras de su madre que pedían desde la distancia que volviera. 

Cuando la adolescente se hubo alejado unos 500 metros sacó su móvil del bolsillo. No le sorprendió no tener ni una sola llamada perdida de su madre; ella misma había visto su teléfono hecho añicos en el suelo. En su lugar, tenía 12 perdidas de un número desconocido.

Se puso los auriculares y se perdió en la música. Pero no paró. A veces corría más rápido, otras más lento; dependiendo del ritmo de la canción que sonara o de los pensamientos que pasaran por su mente en ese momento. Pero no entraba en sus planes detenerse.

A cada segundo le costaba más ver con claridad la tierra, la hierba, el asfalto, pues la cascada de lágrimas que resbalaban por sus verdes ojos le dificultaban distinguir lo que tenía delante con nitidez. 

Comenzó a aminorar el paso al escuchar los primeros acordes de esa canción, prestando atención a la letra que, de alguna manera expresaba lo que sentía:

*traducida más abajo*

"A million thoughts in my head.

Should I let my heart keep listening?

'Cause up 'till now, I've walked the line.

Nothing lost, but something missing.

I can't decide what's wrong, what's right, which way should I go.

If only I knew what my heart was telling me.

Don't know what I'm feeling,

is this just a dream?

If only I could read the signs in front of me,

I could find the way to who I'm meant to be.

If only..."

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"Un millón de pensamientos en mi cabeza,

¿debería dejar a mi corazón seguir escuchando?

Porque hasta ahora he caminado por la línea.

Nada perdido, pero algo que faltaba.

No puedo decidir qué está mal, qué está bien, hacia dónde debo ir.

Ojalá supiera lo que mi corazón me está diciendo,

no sé lo que siento,

¿es esto tan sólo un sueño?

Si pudiera leer los signos que tengo frente a mí,

podría encontrar el camino a quien estoy destinada a ser.

Ojalá..."

Entonces sintió frío, mucho frío y divisó a lo lejos una especie de barranco, y más allá, las luces de una ciudad, que en la oscuridad de la noche cerrada, resaltaban como luciérnagas.

Caminó hacia allí y se sentó en la barandilla que alertaba del peligro que conllevaba acercarse más al barranco.

Y lloró, lloró mucho. Hasta que se le acabaron las lágrimas. Sintiéndose traicionada e impotente, a oscuras, y con la única compañía de sus canciones.