capítulo 12.

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C A P Í T U L O 12.


   

Sus ojos se iluminaron como nunca antes, la tristeza desapareció y una sonrisa macabra se iluminó en su hermoso rostro.
El puñal del cuchillo se encontraba entre sus manos, y el filo estaba incrustado en la espalda de Druw.
El chico emitió un grito de dolor.
-Eres una perra. Dijo con sus últimas fuerzas.
-nos vemos en el infierno, Druw.
-Le dare saludos a tu papito, es una lastima que jamás lo encontrarás... El chico iba a decir algo pero comenzó a escupir sangre y a reír de forma enferma.

Unos segundos y toda risa o grito había cesado Sophie -la chica invisible- había matado al hijo del jefe de los narcotraficantes, Carl Evans el maldito que había matado a mi hermana pequeña y a mi madre. Esto en cierto punto era un favor para mi, mantendría a la chica cerca mio, vendrían por venganza y yo estaría aquí para matarlos a todos.
Era un buen plan.
-La estarías usando-
-No dejare que la lastimen-
-No por amor-
-¿Entonces porque lo hacemos?-
-Por obsesión, además mi querida voz interna le tenemos a la chica una misión-
Ahora debía asegurarme de que nos vieran de que ellos supieran que era Sophie, sería un espectáculo "El asesino enmascarado y la chica invisible"  un amor entre psicópatas
-iugh-
-Asi tendremos a Carl entre las manos-

Cuando Sophie salió de su estado de evidente locura la observe estaba empapada en sangre, el brillo momentáneo había desaparecido de sus ojos y me miraba en silencio.
afirme su brazo.
fuimos por unas mochilas con comida, ropa y armas. Sabíamos que tendríamos que escapar. No era necesario parar a conversarlo Los policías no eran tontos dos jóvenes escapan y al día encuentran un cadáver en una casa que pertenecía a uno de ellos. Conectarian las puntas. Escapar era esencial.
Una vez que estábamos afuera puse en acción mi plan. En los postes habían cámaras ese sería mi pase a la "fama".
Solté la mochila y acerque a Sophie hacia mi le quite la máscara y cuando puede ver su rostro, me llene de valor.
Cada segundo se me hacia eterno. Nunca fui un chico que se hacía expectativas de una historia de amor y bla bla porquerías pero por la venganza sería capaz de fingir ser el maldito infeliz más enamorado de la vida, el amor que yo sentía por las cosas era distinto, era más obsesión siempre.
Volví a concentrarme en Sophie.
Ella me miro a los ojos, sabía lo que haría y al parecer ahora no me frenaria.
-" En tu boca quedó el pecado de mis labios, así que ellos mismos van a tener que retractarse con otro beso". recite recordando las palabras de Shakespeare. 
Ella se sonrojo notablemente, Puse mis manos en su cuello, la apegue más y sin sacar mi máscara. La bese.
Sus labios eran mi pase más cercano al infierno y al final, ella era veneno pero también era cura.

Fue un beso lento pero profundo ella respondió a mis labios al instante.
Nos separamos por falta de oxígeno.
Ella comenzó a reír, yo la observaba con la mirada más "tierna" que tenía.
-Mate a alguien Dereck. Dijo entre carcajadas macabras.
-Lo se, te vi mocosa.
-Y sabes no me siento ni una gota culpable.
-¿Y la chica invisible y tímida de la secundaria?
-Todos Tenemos un lado psicópata, ¿no mi querido asesino?
Asentí con la cabeza.
-Asi es mi querida mocosa.
Ambos reímos. Fuimos en busca del automóvil para lagarnos a terminar lo que esa noche comenzamos, una historia de horror, muerte, sangre venganza, obsesión.. Y... ¿Amor?...
-No lo creo-

 -No lo creo-

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Sophie con aroma a dulces y muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora