® Capítulo XII ®

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CAPÍTULO XII

Al salir de la escuela comencé a caminar lentamente hacia mi auto mientras la intriga me carcomía, al llegar encendí el auto y abrí el sobre para averiguar cuál era su contenido.

"Por medio de la presente se le informa que usted está cordialmente invitado/a a la fiesta de celebración del proyecto 50 de empresas Riggs National Corporation que se celebrará el próximo día 19 de noviembre de 2012, a las nueve en punto, en el salón de Diamond. -Añoramos su presencia"

¿Es en serio? ¿De nuevo tendría que ir a una de esas incomodas y tediosas fiestas en donde todos aparentaban ser más de lo que son? ¿Dónde la cantidad de fortuna que poseas define que tipo de persona eres para la sociedad? Qué asco, realmente no creo poder soportarlo.

En seguida tomé fastidiada mi celular y comencé a marcas las cifras que tenía aprendidas de memoria desde hace ya un tiempo atrás, en seguida oí al otro lado la voz de mi madre contestando con su típico "Y ahora que sucede?"

—No me digas que otra vez tengo que suplantarte en una de esas estúpidas reuniones –protesté.

—Pues sí, estoy muy ocupada y necesito que sigas conociendo a todos los empresarios y sus hijos que serán tus futuros socios, no quiero impuntualidad y quiero que reluzcas como un diamante y por supuesto mantente cerca de Justin para que por lo menos aparenten un sentido de pertenencia familiar –Suspiré.

—Está bien, haré lo posible mamá –contesté obediente.

—____ –suspiró al otro lado del teléfono.

—¿Que te sucedió? –pregunto curiosa.

—Joder, el instinto maternal no falla –pensé.

—Nada, ¿por qué preguntas? –Respondí mentirosa.

—Me obedeces y no te niegas ni rezongas.....

—Simplemente hoy no quiero pelear –respondí siendo sincera a medias.

—Está bien, haré que te creo solo por hoy, suerte –dijo para luego colgar.

Mi madre era una mujer extremadamente exquisita, pero cuando quería podía llegar a ser "algo" sencilla, era controladora y le gustaba la absoluta perfección y su de su trabajo se trataba esa cualidad la expulsaba hasta por los poros.
"Mantente cerca de Justin para que por lo menos aparenten un sentido de pertenencia familiar", Esas palabras invadieron mi mente.

Golpeé levemente el volante del auto, eche mi cabeza para atrás y cerré los ojos para tratar de no perder la calma.

—Todo gira en torno a ti Bieber, que frustrante –susurré para luego respirar profundo y tratar de recuperar mi anterior estado de ánimo.

En seguida Cait llegó al auto y al montarse me observo intranquila y tomo el sobre entre sus manos para leerlo detenidamente.

—¿Otra vez? –dijo con gracia.

—Si –asentí.

—¿Justin va? –pregunto curiosa.

—Así es –hice una mueca, comenzó a reír con ligeras carcajadas que me hicieron enojar.

—¿Que te pasa? –pregunté disgustada.

—No hay manera de que te alejes por un rato de él –dijo para luego mirarme fijo.

—¿Qué? –pregunte desconcertada.

—No puedes manejar la vida, ella te maneja a ti y te empuja a los brazos de tu perro encantado una vez más....

уσυ αяє мιиє |completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora