уσυ αяє мιиє |completa|

® Capítulo XXI ®

CAPÍTULO XXI

Escuche la conversación que ahora entablaban Jeremy y Justin y me decidí de salir y darle una mano.

—Jeremy –Sonreí mientras salía del baño envuelta en una toalla.

—Hijo, estoy esperando una respuesta –Repitió ignorándome por completo.

—Pues... -Me miró con terror.

—¿Que sucede, Jeremy? –Pregunte curiosa.

—Quiero saber que hace la ropa interior de Justin en el suelo –Me observó atento incluyéndome en aquel interrogatorio donde éramos las victimas.

—Eso mismo quiero saber yo –Respondí segura mirándolo con firmeza, arqueó una ceja y me observó con confusión.

—Jeremy, el no te lo dirá, lo haré yo –Me pose delante de él, el suspiró.

—De acuerdo, ____, te escucho.

—Hace varios días que he estado discutiendo con Justin por sus continuas molestias –Suspiré y miré divertida a Justin- con eso me refiero a que él sabe cuánto odio que perturben mi orden y mi calma y él lo hace bastante seguido.

—Justin –Lo miró con molestia- si ella es ordenada deberías hacer un mínimo esfuerzo por serlo también.

—Lo hace apropósito, antes de ducharme le dije que los recogiera porque no volvería a hacerlo yo, tal vez alce la voz demasiado.

—Debió ser eso lo que escuché

—También destendió la cama –La observé con detenimiento y trate de contener la risa- saltando en ella –Le dio un leve golpe en la cabeza.

—Deja de molestar a ____ y compórtate, últimamente no se qué te pasa –Negó con la cabeza para luego caminar hasta la puerta- y por favor, chicos, no hagan tanto ruido.

Al observarlo salir del lugar Justin me miró divertido mientras arqueaba una ceja.

—Voy a vestirme –Respondí para luego dar unos pasos hacia el baño.

Audazmente me tomó de la cintura haciendo que mi cuerpo quedara absolutamente unido al suyo.

—Eres una mentirosa –Pronunció rosando sus labios con los míos.

—¿Que habrías hecho si yo no te salvaba?

—Posiblemente él nos hubiera descubierto.

—¿No te da miedo que sea tan buena mintiendo?

—¿Debería? –Asentí.

—¿Como sabes cuándo te soy sincera?

—Porque –Susurró cerca de mi oído- nena, tu a mi no me puedes mentir, tus ojos me dicen lo que quieres ocultar.

—Creo que tengo que usar lentes de sol –Sonreí.

De pronto sentí sus manos recorrer mi cintura y comenzar a bajar hasta mis glúteos, me miró divertido y esbozo una gran sonrisa.

—Más te vale vestirte porque no me cuesta nada deshacerme de eso –Respondió refiriéndose a mi toalla.

Asentí y obedientemente caminé hacia el baño para colocarme unos shorts junto con una camisa de tirantes.

Al salir el se encontraba acostado en mi cama mirando atento un partido de beisbol y dándoles una especie de charla sobre lo que debían hacer.

Reí al observarlo tan excesivamente ofuscado regañando a los jugadores.
Caminé hasta la cama para recostarme junto a él.