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® Capítulo XXIX ®

CAPÍTULO XXIX
 

—¿Que dijiste? –Pregunté atónito.

—No creo que ahora importe demasiado –Dijo frotándose las sienes.

—Por una semana estarás lejos de ____–Aseguré- nos encargaremos de eso.

—No –Negó con la cabeza- yo me largo del país.

—No –Exclamó Ryan- date un tiempo, no dejaré que cometas una locura.

—Tres semanas....

—Cuatro –Rogó Ryan.

—Lo pensare.....

UNA SEMANA DESPUÉS......

Mensaje para Chaz:
Quiero verte.

Mensaje de Chaz:
Tocaré a tu ventana con piedritas.

Mensaje para Chaz:
¿Podríamos volver a ir al bar ese que tanto te gusta?

Mensaje de Chaz:
Seguro, paso por ti a las siete en punto bebé.

No sabía por qué tantas ganas de ir, simplemente quería despejarme un poco, o al menos eso creía... ¿O sería más bien para ver a Justin tan solo unos minutos?

Al terminar de secar todo mi cuerpo me coloqué la ropa que había seleccionado, nada demasiado llamativo pero si algo descubierto, el calor en esta época era insufrible.

Al terminar de alistarme Chaz llegó, me monte en el asiento del copiloto y lo miré.

—Te ves preciosa hoy –Dijo coqueto.

—Gracias –Sonreí.

Ya llevaba unos pocos días saliendo con Chaz y aunque no lo crean lo había evitado hasta decir basta con respecto a los besos, tanto así que hasta ahora no nos habíamos besado.

Al arrancar el auto no pronuncie palabra hasta que el rompió el hielo.

—¿Y eso que quisiste ir al bar esta noche?

—Simplemente me provocó beber algo y bailar con mi novio, a menos de que claro no quieras –Dije divertida.

—Lo que sea contigo –Sonrió.

Al llegar nos ubicamos en una mesa cerca del escenario donde solían bailar las mujeres que acompañaban a los hombres robustos y tatuados.

Chaz pidió alguna bebida de tomar que desconocí, comencé a hablar con él hasta que Ashley se nos acercó.

—Jamás pensé verte por aquí ____–Dijo asombrada.

—Lo que me faltaba –Susurré.

—Calma, estamos lejos de ustedes no los molestaremos.

—¿Estamos? –Preguntó Chaz con cierta molestia.

—Sí, Justin y yo —Me observo.

—Ojala gocen –Le dije.

—Nos falta un jugador para la partida de pool, Chaz, ¿quisieras? –Dijo coqueta.

—No lo sé...

—Se que puedes darle una paliza a Justin –Le aseguré.

—Necesito a mi amuleto conmigo –Sonrió.

—¿Cual?

—Pues tú....

—Está bien, pero ¿podría quedarme sentada en las sillas más cercanas? No quiero ver a Justin