8#: ¿Cita?

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Narrado desde Benjamin.

Sebastián y yo seguimos un recorrido de un largo camino... estuvimos 30, ¿40 minutos caminando?, ya no sentía mis pies, parecían de plomo.

—¿A dónde iremos?, mis pies me están matando...— Él paró de repente, haciendome chocar con su espalda.

—Uhm, ¿ocurre algo?— Coloqué mi mano en una pared y empecé a elongar. 

—¿Quiéres que te lleve?— Su tono era algo nevioso, pero que raro que él no esté cansado...

—No, yo puedo, sólo dejame descansar, tu también debes estar cansado...

—No hay problema.— Dicho eso, él me tomó de las piernas y me llevó en la espalda. Tiene la misma fuerza que Jules...

—¿Enserio no estás cansado?—Pregunté con la cabeza en su nunca, y decir que sólo nos llevabamos una cabeza de altura.

—No, para nada. Yo hago esto todos los días.

—¿Todos los días?

—Ajá.

Eso, me sorprendió, caminar tanto todos los días, debe ser cansador, ahora veo el por qué tiene tan buen físico.

—El otro día te vi correr—Comenzó—Nunca vi a alguien correr tan rápido. ¿Cómo hiciste eso?.

Mis músculos se tensaron, mis pies ardían, espero no hacer mucho peso en él...

—De chico, iba a un club de atletismo.—Escupí las palabras directamente, no me gustaba hablar de mi niñez con alguien que apenas conozco y que es insoportable.

—Aah... Debió estar bueno todo eso— No, él no sabía nada...

—Supongo, que mi niñez... fue extraña.— Aclaré, al fin y al cabo no quería hablar de esto.

—Uh, ¿si?. La mia tambien, mis padres viven en Paris, todo lo que hago allí es considerado raro, por eso me gusta estar aquí.— Podía olfatear su perfume, tenía olor a chocolate.

—¿Qué tienes de raro según ellos?— Pregunté de la nada.

—Aah... tu sabes—Siguió caminando— Tengo cabello rojo, me gustan los hombres...

—Ah, así que eso... No deberían decirte nada sobre eso, a mi me agradas, de hecho, si fuera gay definitivamente me gustarías— Noté que se sonrojó— Al menos si no eres tan pegajoso e insoportable.—Agregué con una risa corta, la cual el me devolvió.

—Llegamos— Dijo con el mentón alto.

—¿A la librería?—Pregunté bajandome de su espalda y elongando de nuevo.

—Nop.— Levanté mi vista, estabamos en un shopping.

—¿Qué hacemos aquí?— El se acomodó los lentes y entró al shopping. Le seguí la corriente.

—Sólo es un recorrido, no te preocupes, no es una cita, aún— El río.

—¿Cita?— ¿Qué?, ¿Cuándo?, ¿Cómo?, ¿Por qué?.

—Vamos, no seas aguafiestas, ya te dije que no es una cita, al menos que quieras...— Mis ojos estaban como platos y recién lo decía...

—Eeh... no gracias, estoy sastifecho con esto— Se empezó a reir, note que su risa era débilmente pegajosa, ya que empecé a reir también.

Risas. ¿Existen?, no lo sé. Sólo sé que existen momentos recordatorios, y otros que te marcan de por vida. Buenos y malos, todos diferentes. Las risas sólo son voces que aclaran lo alegre y lo triste, al igual que las lágrimas.

¿Es en serio? (Yaoi-Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora