B e n j a m i n
Tocan las 23:50 pm y aquí nos encontramos. Disfrazados. Sebastián y yo, los dos vestidos... algo raro. Mi papel es un vagabundo golpeado. El de Sebastián un empresario narigón y el de Jules... algo que no escuché muy bien, ya que cuando lo confesó no escuchamos muy bien. Elisabeth estaba caminando en círculos.
—¿Dónde está Jules?—Preguntó Sebastián con su disfraz. Era algo sencillo, pero ocultaba su cabello en una calva y tenía barba. También llevaba lentes oscuros, como los mafiosos de las películas de acción.
—No lo sé—Me encojo de hombros—Debería estar aquí.
Elisabeth suspira. Ella es la única que no está disfrazada, bueno, así es el plan...
—Benjamin—Una voz femenina susurra en mis oídos para luego lamerlos. "Ella" sea quien sea me está abrazando y estoy sintiendo unos grandes pechos... Me sobresalto al darme cuenta.
Me doy vuelta y veo a una muchacha muy bonita. De cabellos rubios hasta la cintura, con una camisa blanca, chaleco negro, corbatín de moño, shorts negros y medias largas hasta cinco dedos debajo del short. Ellas estaban sostenidas como un cable negro con... ¡¿LAS BRAGAS?!
—Perdón... ¿te conozco?—Pregunté algo dudoso. Aparte me miré unas tres veces a el espejo y me vi irreconocible, ¿Cómo es que ella...?
La señorita Mr. pechos, asiente.
—¿Jules eres tú...?—Pregunté a carcajadas. Dios, era una mezcla de Jules con una ¿prostituta?
Los tres comenzamos a reírnos. Jules hizo un puchero y habló con su voz normal.
—Es un poco complicado... tenía que vestirme así para no levantar sospechas.
—¿Y los JAJAJAJJAJA, los...—Sebastián no podía parar de reír—los pe... AJAJJAJAJA?
—Ah, los pechos...—Jules se los toca como si fueran pelotas los levanta una y otra vez. Si fuera una mujer sería demasiado raro.—Son falsos, pero parecen reales, ¿no?
Elisabeth paró su risa de golpe haciendo que la miráramos. Ella colocó su mano en su mentón y miró a Jules de abajo para arriba. Se acerco a él, levantó una mano y ¡TOCÓ UNO DE SUS PECHOS!
Sebastián y yo comenzamos a reír nuevamente. Que suerte que estábamos escondidos, si no...
—Sí, parecen reales.— Admitió ella.
—¿Cómo lo sabes?, si tu ni siquiera tienes...—Habló Jules. Haciéndonos reír aún más fuerte. Elisabeth nos miró con mirada malvada y nos golpeó a los tres en la cabeza, haciéndonos quejar por el dolor.
—Bien... ¿empezamos?—Sebastián preguntó, realmente su aspecto daba de alguien adinerado. Barriga grande (falsa), barba, calvicie...
Todos asentimos y nos vamos a nuestro puesto. Claro, no sin antes de un "acontecimiento". Jules me abrazó por la cintura y me besó en la barba falsa.
—Aún así, eres el más guapo de todos—Me sonrojé.
—Sólo vete, ¿sí?—Moví mi mano espantando moscas.
—Te veo luego.—Asentí y me adentré en el callejón al lado del restaurante. Este lugar aún me daba escalofríos.
Saqué la botella de vino y me senté contra la pared. Se supone que era un vagabundo o algo por el estilo que está borracho.
—Hey, tú—Un hombre matón me habló.—Mueve tu trasero de aquí.—Me levanté como si estuviera mareado y me abalancee hacia él. Metí las manos en sus bolsillos sin que se diera cuenta y tomé las llaves.
ESTÁS LEYENDO
¿Es en serio? (Yaoi-Gay)
Roman d'amour[[EDITANDO Y ARREGLANDO ERRORES]] Benjamín es un estudiante que está por terminar la secundaria. Su padre es viudo y discapacitado, por lo que Ben tiene que trabajar en un trabajo de medio tiempo. Todo estaba bien, hasta que otro chico se present...