Capítulo 47 .- Adara

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Tres meses habían pasado. Sabía que debía descansar más seguido. Los últimos dos días me había separado de todos, me la pasaba en el bosque, cerca del muro, durmiendo afuera, sola. Pero no me sentía mal, en cambio, me gustaba, aún que me sentía egoista, sabía que estaban preocupados por mi pero necesitaba estar sola ....pensar. No faltaba mucho para que mi bebé naciera, eso hacia que mi panza pesará cada vez más haciendo más difícil el caminar, pero era capas de aguantarlo, más bien era cansado.

Caleb había hablando con mi mamá hace unos días para contarles todo, ella estaba super enojada, yo no podía hablar así que me decía todo a Caleb telepaticamente para que luego el le respondiera. Dijo que llegaría el fin de semana, no podía creer todo esto, era miércoles así que llegarían en 3 días.

Había ido con mi padre, Joselin y Caleb a hacer un ultrasonido hace dos semanas pero el sensor no podía capturar nada, supongo que mi piel es demasiado fuerte o gruesa, algo así como impenetrable. Pero el no haber visto nada en el monitor del ultrasonido hacia más difícil y desesperante la espera, hacia que el miedo fuese peor y preocupante, yo quería saber que forma había tomado y si sería niño o niña.

Me acosté de lado recargandome sobre una piedra. El bebé se movía mucho y se sentía raro más no doloroso.

Había decido regresar hoy a casa, desde que me desmaye la vez pasado y arreglé mis cosas con Caleb, estabas más unidos que nunca, por lo que fue difícil que aceptara que estuviera sola unos dias, el se preocupaba cada vez mas, y una más cuando veía que mi panza crecía mucho. A veces pensaba que podía haber más de un bebé adentro de mi o simplemente es muy grande.

"Sam" era Caleb.

"Haya voy " respondí.

Me en caminé a nuestra casa, pase el muro y Caleb me esperaba afuera.

-Sabes que debes descansar y estas haya fuera exponiendote -bajé mi cabeza y así entre a ella sin decir nada, sólo me subí a la cama y me quedé dormida al momento que mi cara tocó la almohada.

Caleb

Estaba preocupada por Sam, aveces pensaba que no le interesaba nada de su embarazo pero sabía que era tonto, ella aveces lloraba de frustración, tal vez no quería mostrar su dolor pero su olor la delataba.

Cuando Sam entro a la casa se durmió al instante, sabía que no tenía frío que aún así la tape con una cobijita. Sólo se estiró por un momento y luego siguió durmiendo.

Amaba el color de su pelo y más el de sus ojos, ese color blanco que te llena de paz y serenidad. Amaba cada momento alado suyo, sabía que debíamos estar juntos, juntos enfrentando cualquier inconveniente y obstáculo que la vida nos poniese. De alguna manera nuestro bebé debia estar a salvo cueste lo que cueste.

Días anteriores nos habían informado de un ataque animal asegurando  que  habían visto Cambia Formas conspirando con un señor que podía afirmar que era Mason y su padre el profesor. Debíamos estar preparados, cada día se ponía más seguridad en la barda protegiendonos.  Aseguro que podrían estar haciendo su ejercito en aquel pueblo atacado, convirtiendo personas inocentes para su bien propio.

¿Qué más necesita? ¿para qué llegar aquí si lo único que el quería era atrapar lobos para sus locos experimentos? Sin duda...algo andaba mal, algo no estaba cuadrando.

Me recargue en el ventanal doblando una rodrilla y dejando la otra extendida. Miraba el paisaje del bosque anocheciendo. ¿qué se nos avesinaba?

Seguía pensando en nuestro bebé, la vez que fuimos al ultrasonido no se dejaba ver nada, lo único que era, era el sonido del corazón latiendo muy fuerte y muy alto. Eso era lo único que me pacificaba.

LA DIOSA DE LA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora