Capitulo 11 .- Desepcion y gloria

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Sam

No lo puedo creer. Pensé que me iba a detener. Si lo hubiera hecho, no me hubiera quedado, pero de una u otra manera también me quería quedar.

Bueno, tengo que olvidarlo.

Tengo que decirle a Mason que me quedare. Deje mis cosas a lado de las de el. Yo sabía que nos íbamos a quedar 10 días. Va a ser tranquilo por que ya no tendremos que mover las casas de acampar. Sólo era de ir a las montañas y regresar a las pocas horas. Aparte así podría ir a ver el lugar en donde mis padres los asesinaron. No sabía donde era exactamente pero sí lo viera de nuevo sabría donde es. Como mi loquero me dijo: "Trata de enfrentar tus miedo, te sorprendería lo que puedes hacer"

Mire a Mason y el me veía a mi con emoción.

-¡Te quedaste linda! -me abrazo

-Sí Mason -me separe de el

-Okay, te tendrás que quedar en la casa de Rachel -hay no, nimodo, todo por mis padres.

-Esta bien. -le sonreí

Me sentía vigilada pero era una presencia diferente. Ya que era más tranquilo. No se sí era el lobo de el hermano de Caleb aún que no creo.

Ya estaba haciendo de noche, ese día que había quedado cuidando el pequeño campamento que habíamos armado.

Entré a la casita que me había tocado, desgraciadamente hay estaba Rachel.

Sólo nos dimos miradas de desprecio, ni una palabra.

Estos primeros tres días me había ido a acompañarlos a las montañas, no nos dormíamos tarde, y descansábamos más. Todavía me sería vigilada.

Trate de recordar el día del asesinato de mis padres, para ver sí recordaba en lugar, pero nada.

Cada vez que íbamos a las montañas sentía otra vez esa cosa en mi estómago, como sí quisiera salir. Pero trataba de no darle importancia.

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Era el cuarto día en la noche, estábamos sentados alrededor de la fogata, Mason a mi lado, me susurro al oído.

-Linda, ¿te acuerdas de la vela?

-Sí -sonreí

-Vamos -me dio un beso en la mejilla

Me agarro la mano y nos alejamos un poco. Atrás de los árboles, donde había una pequeña montaña, no hay árboles hay, pasto sí, y se veían las estrellas.

-Mira -saco una vela y la encendió con un cerillo.

El cerillo callo al pasto y se estaba como empezando a encender y Mason puso su pie para apagarlo y se apagó, apagando la vela.

-Creo que fue mala idea. -dije riéndome

-Jajaja sí

-Sí. No quisiera salir en las noticias, diciendo que encendimos un bosque por querer encender una vela.

-Sí, creo que no salió como quería pero prefieren estar contigo y ver las estrellas tomándote las manos.

Sonreí

Y continuo

-Perón por no avisarte el día que te pedí lo de la vela. -sonrió

-Sí Mason te perdono.

Sonreí. Se estaba acercando a mi, coloco mis manos alrededor de su cuello y tomó mi cara acariciando mis mejillas. Veía mis labios. Se acerco más, sintiendo su respiración en mi boca. Rosando mis labios con los suyos, presiono los suyos con los míos. Me estaba besando, yo le respondí , entonces se volvió más feroz, me presiono más a el, pero yo no quería.

LA DIOSA DE LA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora