35

12K 1.3K 117
                                    

-La policía comenzaba a olvidar los asesinatos, ya que pasó un año sin ninguna novedad. Yo robaba para sobrevivir, pero pasó mucho tiempo hasta que volví a hacerle daño a alguien.
Un día un drogadicto estuvo a punto de apuñalarme. Yo estaba muy asustada y realmente ví mi vida pasar frente a mis ojos. Me percaté de que en mis diecisiete años de vida, no había hecho nada bueno. No había conocido la verdadera felicidad. Creía que solo la conocería al encontrar a Señor Conejo.

Cuando el drogadicto estuvo a punto de matarme, se me apareció un ángel. Un ángel rubio. Un ángel bueno llegó a mi rescate. Su nombre era Clark.

-Gracias por salvarme- le dije.
-No importa.
-En serio, gracias.
-¿Tienes hambre?, te ves muy demacrada.

No comentó nada sobre mi cicatriz, que se veía un poco a pesar de estar cubierta por mi cabello.

Clark me llevó a su hogar de clase media. Me alimentó y me dejó bañarme. Me permitió pasar la noche ahí, pero no me sacó al día siguiente, y me dejó vivir con él. Nos hicimos grandes amigos, durante los seis meses que estuve ahí.

Pero tenía que enamorarse de mí.

Y sabes, se siente bonito ser amada, se siente inexplicablemente increíble. ¡Y claro que tuvimos relaciones! Y por momentos creí amarlo, pero entonces sentí que estaba traicionando a mi Señor Conejo. Me sentí tan mal por entregarme a otro hombre que no fuera él, que tuve que asesinar a Clark. Dibujé al conejo varias veces en su estómago para dejar claro que Señor Conejo era mi verdadero amor.

BésameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora