Pasé mucho tiempo vagando por las calles de Joane. Quince años exactamente vagando, sin nada qué hacer. Robando y comiendo en la mugre, en la soledad. Cumplí los 40, y me sentía más vieja que el propio sol.
Mis pecados me hicieron envejecer muy rápido.-¿Y cómo encontraste a Señor Conejo otra vez?
-Fue pura casualidad...
Yo iba bajando la calle, y lo vi dejando en el colegio a una niña. Su hija. El infeliz tenía una hija con otra. ¡Me había olvidado!
Se veía muy viejo y arrugado, pero ahí estaba, feliz como una lombriz el inútil.-Me parece que algo así leí. Tu Señor Conejo tenía una familia. Cuatro hijos.
-Se me hizo fácil seguir a Señor Conejo, y descubrir que trabajaba limpiando el subterráneo de Joane. Un empleo asqueroso y mal pagado, para una rata traidora como él.
-Déjame entender. Te enojaste porque...
-¡Porque tuvo hijos con otra!, ¡porque nunca me buscó!, me oculté en el subterráneo, durante su horario nocturno, y le asesté un golpe en la cabeza.
Luego lo até a una silla abandonada.
Y el espectáculo comenzó.
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Bésame
Short Story¿Por qué Anne dibuja conejos sobre el estómago de sus víctimas? #2 en Historia Corta 14/04/16 #10 en Historia Corta 04/07/17