La vida de recién casados nunca es fácil, pero para una pareja que empezó su relación con todo en su contra, será mucho peor.
La relación de Aidan y Brook se pondrá a prueba de la peor manera. ¿Será el amor lo suficientemente fuerte para superarlo?
...
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Aidan POV.
Por la mañana me veo con Brook para desayunar en un Starbucks antes de que se vaya al trabajo.
Me dice que hablará con su jefe para trabajar todo el día y poder faltar mañana, pues aunque el vuelo sale hasta las cinco de la tarde, Brook dice que podemos adelantarlo a las ocho de la mañana e irnos medio día antes, para disfrutarlo más.
Se ve tan emocionado que no soy capaz de romperle la burbuja de felicidad que ha puesto.
Probablemente sea demasiado pronto para hablar con él, ya que ni siquiera yo sé lo que voy a hacer.
Porque... ¿Un hijo? ¿Tener un hijo? Eso nunca estuvo en mis planes. Nunca jamás. Aun... aun no asimilo lo que está pasando. Aun no pienso en el futuro ni en todo lo que se viene en sima.
Por ahora solo quiero ayudar a que Katy se encuentre bien, e intentar contarle a Brook lo que está pasando es una de mis tareas principales ahora. Pero... no sé cómo decirlo.
Paso el día entero en casa, ni siquiera he comido, y Brook saldrá hasta las nueve de la noche, así que puedo quedarme a pensar en esta situación.
Probablemente sea mejor que se lo diga ahora. Si... si Brook no quiere estar conmigo, creo que es mejor que comience a asimilarlo.
Aunque... probablemente este sea el final de nuestra relación, y quiero llevarme el mejor recuerdo.
Quiero hacerlo feliz. Quiero verlo feliz. Quiero que la última imagen que tenga de él sea un Brook feliz.
Quizá pueda darle un poco de felicidad antes de...
Ni siquiera puedo pensarlo.
Termino comiendo media barra de pan con mermelada y mantequilla de mani. Y para cuando Brook sale ya tengo preparada la cena, me preocupa el sabor, pues como no tengo apetito no pude darle un buen gusto.
Pero al parecer sabe bien, porque Brook se sirve dos veces.
-Tengo que arreglar las maletas –me dice levantándose de la mesa.
-Ve –mascullo-. Yo lavo los platos.
Sonríe y me da un beso en los labios antes de salir corriendo hacia el segundo piso.
Me tardo más de lo necesario en limpiar la cocina y el comedor, y una vez que todo está completamente ordenado, lo vuelvo a ordenar. Solo para dejarlo de la misma manera que antes.
Esto es estúpido.
Por fin me decido por subir al cuarto, Brook está saliendo del baño con una toalla anudada a su cintura.
-¿Qué hacías? –me pregunta mientras cuelga la toalla en el perchero y se pone un bóxer color negro.
-Limpié la cocina –le digo-. Y le llamé a Albert para que se dé una vuelta por la casa el fin de semana.
