Tres NO Son Multitud © [UME #3]

Capítulo 16

Siento haber publicado un Lunes en vez de el Sábado o el Domingo pasado. Dije que publicaría uno de esos días creyendo que era Viernes y era Sábado cuando lo dije. Casi me da algo cuando me di cuenta de que me había equivocado.

Si tenéis alguna pregunta para los personajes (Sawyer, Megan, Collin, Charlie o Meredith) en la parte anterior  "Preguntas a los personajes" podéis realizarla (publicaré una parte con las respuestas cuando hayan bastantes). También podéis preguntarme si queréis.

SAWYER

Escucho a Charlie reír con mayor fuerza, pero no le presto atención. Parece divertirle el hecho de que esté, no sólo hirviendo en celos, sino que también muy cabreado. Las chicas y los imbéciles se han ido a dar un baño. Por si fuera poco, cuando me he levantado para darme un baño con Megan, ella me ha dicho que sería mejor quedarme.

Charlie pone un poco de música en su móvil, pues resulta que tenemos los mismos gustos, pero no me ayuda a tranquilizarme. No puedo apartar la mirada de las manos de Sean mientras sujetan a Megan para que no pierda el equilibrio con las olas. No soporto que cualquiera que no sea yo toque su hinchada barriga.

—Relájate o volverás a joderla —dice Charlie, y le miro—. Megan se va a cabrear si vuelves a pelearte.

—Lo sé, pero... ¡Míralos! —Gruño, señalando en su dirección—. No dejan de abrazarla y tocarla.

—Porque está embarazada y apenas puede mantenerse de pie —suspira—. Si te sirve de consuelo, te diré una cosa. Megan odia la infidelidad, como cualquier persona sensata, con esto te quiero decir que la cuides. Sigue contigo tras haberte follado a la persona que más odia, te ha perdonado que los primeros meses de conocerla no dejaras de pelearte conmigo y, sobre todo, deberías cuidarla bien porque está embarazada —resopla con pesadez—. Ella realmente te quiere, Sawyer, no lo olvides.

Respiro hondo, intentando buscar la burla en su mirada, pero me ha dicho todo esto totalmente en serio. Es algo que no me había parado a pensar. ¿Megan me quiere? Es obvio que sí, ¿no? Cualquier otra persona diría que sí, pero cuando es a ti al que quieres es difícil dejar a un lado los celos e inseguridades.

Recoloco mis gafas sobre el puente de mi nariz y echo una última mirada al mar.

—¿Cómo te va en el negocio de tu padre? —me pregunta para olvidar la tensión.

—Bien, no puedo quejarme. Nathan me está ayudando mucho —murmuro—. ¿Crees que puedas guardarme un secreto? Necesito contárselo a alguien.

Charlie se encoje de hombro y asiente.

—Van a darle la condicional al padre de Megan, tiene que estar dos años yendo a la cárcel sólo para dormir —le digo en voz baja—. Antes de mis tratamientos y poco tiempo después, fuimos a visitarlos y me dijo que me quedara a solas con él. Richard me dijo que quería que fuera una sorpresa.

—¿Cuándo sale?

—En una semana, Suzanne se desmayó al enterrarse.

—Me alegro por ella, pero... Para haber robado tanto dinero, ha salido en muy poco tiempo —dice y arruga la nariz.

—Sale por buena conducta y el padre de Christina y Mary, también.

Es algo que llevo sabiendo demasiado tiempo y, ahora que he recordado lo poco que falta para ello, necesitaba aliviar las ganas que tengo de ver a Megan llena de felicidad. Mientras tanto, me conformo porque las cosas entre nosotros sigan igual de bien.

Dos meses después...

—¡Por fin llegáis! —Exclamo con una sonrisa y abrazo a Christina cuando entra en la casa—. ¿Por qué habéis tardado tanto?