Gracias profesor pero no hace falta de verdad, si me ayudan será peor, quiero hacerlo por mi misma ¿lo entiendes? de verdad gracias. -dijo Léa-
Pero nena, déjame ayudarte, no te estoy ayudandote, estoy acompañandote, se que es duro yo también vivo solo y se lo que sientes -dijo el dios griego de Klaus-
Otra vez me había llamado ‘‘nena'' me quiero morir ahora mismo, estoy entre: 1) dejar de llorar y hacerme la duraporque parece que quiero dar pena para que me apruebe o 2) rendirme en sus halagos y aceptar su ayuda o acompañamiento como el lo ha llamado y que venga a mi casa necesitaba a ese macho alfa cerca de mi y lo necesitaba ya.
No se que decirte profesor -dijo Léa-
dime que si señorita Hood -dijo Klaus- ¿te viene bien a las siete en mi casa profesor? -dijo Léa insegura- ¿A las siete? perfecto, ¿donde vives? -dijo Klaus con esa sonrisa arrebatadora- vivo en la calle Albért numero 7, profesor -dijo Léa- Me pilla cerca de mi gimnasio, iré nada mas que salga de allí Léa -dijo Klaus cerrando los planes- De acuerdo profesor, lo esperare allí -dijo Léa- Ey nena, cuando este en tu casa, soy Klaus ¿vale? -dijo Klaus comiendose a Léa con la mirada- Esta bien profesor -dijo esta- ya puede volver a clase, nos vemos esta tarde preciosa -dijo klaus- s..sisi nos vemos en mi casa Klaus -dijo Léa-
Léa se dirigió a la clase sin poder creer lo que había pasado allí, había quedado con el profesor al cual se tiraba cuatro veces seguidas sin cansarse, esto no podria ser verdad.
Al fin eran las 4, ya era la hora de irse a casa.
Léa llegó a su casa y se metió en la ducha, se aliso el pelo, se depiló y se puso unos shorts con una camiseta ancha muy cómoda y en los pies llevaba sus vans negras.
Aun eran las seis y media cuando ya estaba mas que preparada para la llegada de su profesor. Sacó los libros de historia, supongo que Klaus vendria a ayudarme en la materia, supongo...
*Eran las siete y media cuando llamaron al timbre*
Hola nena -dijo Klaus- Hola Klaus -dijo Léa- nena, ¿te importa que use tu ducha? las del gimnasio estaban ocupadas y llegaba tarde -dijo Klaus- Claro, usala no importa, te espero fuera, si quieres tengo unos calzoncillos para que te cambies y tal -dijo Léa- ¿usas boxers Léa? -dijo Klaus extrañado- NO, son de un chico, que se les olvidaron aquí y pues no los ha recogido aun -dijo Léa nerviosa- ¿un chico? ehm no, da igual estoy bien en calzonas sin boxers nena -dijo Klaus- Esta bien, como quieras -dijo Léa amablemente - Ahora te veo nena voy a ducharme, gracias por dejarme usarla -dijo Klaus señalando la ducha- no hay de que Klaus -dijo Léa-
Me recosté en el sofá esperando a que mi dios griego particular saliese de mi ducha, estaba en mi casa, no podía creerlo, era maravilloso.
*10 minutos después*
Al fin salió, sin camiseta y con unas calzonas puestas, estaba tremendo, para quitarle las calzonas y decirle que lo quería dentro de mi en breves. Me contení hasta que pude reaccionar al verlo sentado a mi lado, con tan poca ropa y con ese olor tan característico que tenía siempre, olía fresas (olor procedente de mi gel de baño) y a One Million (Se ve que llevaba la colonia siempre con el)
Bueno Léa, ¿Estás preparada para el desenfreno de estar dos horas con tu profesor de historia estudiando? -dijo Klaus- Que remedio profesor -dijo Léa- ¿Como he dicho que me llames aquí, nena? -dijo Klaus mordiendose el labio, cosa que a Léa le provocó un gemido por dentro- K..Klaus -dijo Léa, que se quedó sin palabras- Eso es preciosa -dijo Klaus sentandose al lado de Léa-
Bien, ¿por donde quieres empezar Léa? -Klaus- Pues quiero empezar, en aclarar como voy a recuperar el examen, porque lo ultimo que quiero es darte pena Klaus, yo se que debería estudiar más pero te juro que no pude para ese examen, no es tan grave, el otro lo tengo aprobado, y seguro que hay muchos mas en la clase que han suspendido y no vas de casa en casa, creo.. - dijo Léa dejando con la boca abierta a Klaus- Léa, si quieres me voy, esto lo hago por tí, pero si no quieres que esté aquí me voy de verdad -dijo Klaus levantandose y poniendose la camiseta- NO NO TE VAYAS KLAUS POR FAVOR -dijo Léa confundida, ¿de verdad le había dicho eso?-
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Irreal.
Teen FictionLea, una chica de 16 años estando en clase, imaginó algo y sin saber como, pasó.