Irreal.

Capítulo XX

Lo siento por la tardanza, pero es que tengo miles de exámenes encima, de verdad que lo siento.

Tal como acordamos, el vino por la noche pero esta vez, fue algo raro, el traía consigo unos papeles recién imprimidos desordenados y ya ojeados previamente por el.

Klaus, ¿que llevas ahí? -dijo Léa mirando los papeles. Nena, he estado mirando tu caso, imprimiendo cosas, ojeandolas y tal -dijo Klaus buscando entre ellas, una en especial, la más importante supuse- ¿Tanto te preocupa mi problema cómo para que tengas que molestarte tanto Klaus? -dijo Léa un poco molesta- No no nena, esto es solo por información a demás, he encontrado algo interesante -dijo Klaus soltando el montón de papeles en la mesa del salón y dirigiéndose a Léa con un papel en la mano-  ¿Qué es tan interesante? -dijo Léa leyendo el documento-  Es un contrato, a las mujeres que le gusta el sado, suelen firmar esto para estar de acuerdo con la persona que practica sexo con ella -dijo Klau dando su opinión sobre lo que había leído-  ¿Me estás diciendo que estoy enferma y que firme esto por si me pasa algo sea toda mi culpa o al revés? Sabía que no sería buena idea contarte nada, reprimir mis pensamientos y mis gustos, pero ya estaba harta de fingir orgasmos Klaus, si no quieres esto, estás invitado a salir de aquí, ya me buscaré a alguien para fingirlos -dijo Klaus con lágrimas en los ojos y yéndose a su habitación cerrando la puerta tras ella- No Léa, no por favor escuchame antes, Léa, sólo lo busqué porque me pareció interesante, no porque crea que estés enferma, por favor creeme nena -dijo Klaus a través de la puerta la cual aporreaba para que Léa le abriese- Klaus, vete a casa, mañana hablaremos de esto -dijo Léa llorando tirada en el suelo-

Klaus no se fue, al contrario se sentó en el suelo del pasillo esperando a que Léa abriese la puerta y pudiera hablar con ella, pero no se abrió hasta más tarde. 

HASTA PRONTO, ESPERO QUE MUY PRONTO ADIÓS AMORES

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