Capitulo IV

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Así que no quieres que me vayas ¿eh señorita Hood? -dijo Klaus- No te vayas Klaus, ahora no. - ya era toda suya, podía hacerlo todo con el, ya la tenía enamorada. Sintió un vacío cuando hizo el amago de irse, y eso le incitó a morderse el labio cuando le dijo eso de ''señorita Hood'' eso era casi dañino para mi, cada vez que salía de su boca era como un orgasmo para mis oidos, lo necesitaba, necesitaba su boca en mi, su lengua en mi boca lo necesitaba todo para mi- ¿Ahora no? ¿porque ahora no? - Klaus- Porque... quiero estudiar historia contigo, con mi profesor al que llamo Klaus cuando está en mi casa -Léa- Nena, se que no quieres estudiar, al menos ahora mismo. Se como me miras Léa, un día en clase te vi mirandome no precisamente la cara con ojos de deseo, nena. -Klaus-

Klaus yo...no sabía donde miraba o no se en que estaba pensando lo siento de verdad -Léa estaba vulnerable, ahora mismo le podías decir abrete y se abría, estaba totalmente bajo el control de Klaus, de aquel dios griego- Sabías perfectamente donde mirabas preciosa, me tuve que salir de clase porque cuando me estabas mirando mordiendote el labio, mi amiguito de ahí abajo se despertó, imaginate si haces eso solo con mirarme...-dijo Klaus acercandose a Léa-

Klaus la abrazó y esta notaba su erección en su barriga, lo quería dentro y faltaba poco para tenerlo. El dios griego le besó el cuello a Léa y con su manos le rodeaba por las caderas y poco a poco iba bajando hasta que aterrizaron en su culo, Klaus la acerco a su erección y Léa la notó mucho más lo que a ella le excitó y empezó a besarle salvajemente, como si no hubiera un mañana, le tiraba del pelo cuando Klaus metió dos dedos dentro de ella y empezó a moverlos, Léa creía que se moría del gusto allí en aquel sofá.

Para Klaus Klaus no no no -dijo Léa entre gemidos- ¿que te pasa nena? para no gustarte me estás dejando sin pelos eh -dijo Klaus riendose- Si me gusta, me encanta pero creo que esto no es conveniente dado que eres mi profesor y yo soy tu alumna - Léa- Te he dicho que soy Klaus ahora, olvidaté de mi trabajo nena, cuando llegue el momento de ser duro lo seré ahora no. Llevamos esperando este momento mucho tiempo, lo se, lo sabes, lo sabemos -Klaus- follame -dijo Léa desesperada- wow, no tan deprisa, primero te haré sufrir de placer ya después te follo, duro como si no hubiera noche - Klaus- si por favor, follame como un hombre, los niñatos a los que me tiro se corren en 10 minutos, y tengo que recurrir a ''fredy'' cuando se van -Léa entre gemidos- 

Léa paró a Klaus tirandolo al sofá, estaba llena de lujuría y deseo. Le quitó las calzonas y dejó su miembro al aire. Es enorme dios -dijo Léa- Prueba a ver si te cabe entera, nadie lo ha conseguido aun - dijo Klaus riendose- Pues seré esa nadie nene - dijo Léa metiendose su pene en la boca- Dios Léa, me voy a correr sin introducirme en ti -Klaus gimiendo- Ni se te ocurra, mira que ni pruebo si me cabe en la boca eh - dijo Léa- Pero no pare de chupar nena, sigue, sigue! - Klaus- voy voy jefe- Léa perversa- Dios eres una puta diosa del Olimpo chupando pollas nena, dios te ha entrado entera en la boca, ya tienes un cuatro en el examen -dijo Klaus entre risas- Pues ya estoy a punto de aprobar, dijo Léa montandose encima de Klaus, metiendo su polla en su vagina humeda hace rato ya- Dios -dijo Klaus- Klaus follame tan fuerte que mañana no me pueda sentar -dijo Léa- nena, no me hables así que soy capaz de desmontarte -Klaus acelerando el movimiento- Mas fuerte Klaus, mas fuerte, que entre toda en mi -Léa estaba feliz de provocar ese estado a la persona que se tiraba cuatro veces seguidas sin cansarse- Eres una fiera nena, me encantas -dijo Klaus acelerando aun mas el movimiento- Klaus me corro, pero sigue en este ritmo sigue sigue sigue AH! - dijo Léa dejandose caer en el pecho de Klaus- Pues nena, yo no me he corrido aún... - dijo Klaus frustrado- Lo sé, quiero que me folles la boca, quiero tragarme todo tu ser - Léa- Como tu quieras -Dijo Klaus poniendose de pie y metiendole la polla en la boca a Léa- Dios Klaus, me encanta tu polla, es de las pocas que me encantaría repetir -dijo Léa chupando como si fuera a tragarse la polla entera-  No lo dudes , repetirás- dijo Klaus corriendose en la boca de Léa, esta tragó todo el semen y sonrió cuando lo hizo- Dicen que tragarse el semen adelgaza, ¿tu lo sabias? -dijo Léa levantadose del suelo- Pues no lo sabía, pero tampoco sabía que me ibas a dejar destrozado solo con un polvo - dijo Klaus cogiendo a Léa por la cintura y besandola- Gracias por hacerme caso cuando te decía mas fuerte, los demas cuando les hablo cuando follamos se corren -dijo Léa avergonzada- Tienes una voz muy sensual nena- Klaus besandola de nuevo-.

Irreal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora