Cuando salí de la habitación a eso de las doce de la noche después de montar una rabieta sin venir a cuento, todo porque Klaus venía con toda su buena intención a enseñarme no se qué.
Estaba ahí, dormido en el suelo frente a mi puerta, con los papeles rotos a su lado y los zapatos desabrochados con cara de angelito dormido, lo amo.
Ey, amor, lo siento no se porque te traté así antes soy una idota, perdoname por favor -dijo Léa llorando de rodillas en el suelo frente a Klaus-
¿Qué hora es Léa? -dijo klaus desorientado-
Son las doce y cinco cariño -dijo Léa con lágrimas en los ojos-
Oh, ven aquí -dijo klaus abriendo sus brazos para que Léa se acomodase en su pecho-
Te quiero Klaus y no quiero forzarte a hacer nada que tu no quieras hacerme, yo disfruto del dolor pero si tu no quieres hacerlo te comprenderé y respetaré pero no me dejes nunca, te necesito más que a nadie ahora -dijo Léa llorando en el pecho de Klaus-
Nena, nena, no llores, ya hablaremos de todo ¿vale? ahora vamos a dormir que es muy tarde y mañana hay clases -dijo Klaus levantandose y junto a el, se levantó Léa-
Quiero estar así siempre Klaus -dijo Léa ya tumbada en la cama junto a Klaus que le acariciaba el pelo con ternura-
Y yo Léa, todo es perfecto cuando estoy contigo, no puedo imaginarme nada sin ti ahora mismo, eres por lo que me despierto todas las mañanas con ganas de ir a trabajar porque tu estarás ahí, a mi lado, apoyándome, te quiero Léa -dijo Klaus-
Oh Klaus, te quiero -dijo Léa abrazando a Klaus con ternura-
Buenas noches princesa -dijo Klaus besandola-
Y yo mi amor -dijo Léa correspondiendole-
Siento la tardanza he estado muy ocupada y sin inspiración, prometo más y mejor. Espero votos ❤
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Irreal.
Teen FictionLea, una chica de 16 años estando en clase, imaginó algo y sin saber como, pasó.