Irreal.

Capítulo XXIV

SORRY POR LA TARDANZA PERO TENGO MILES DE EXAMENES :(

Después de que Léa le contase su historia a Klaus, el, la miraba con otro ojos, y ella lo notó, lo que ella no quería es que Klaus estuviera forzado a nada, porque le diese pena, tenía que preguntarle que le pasa, y no podía esperar más, puesto que Klaus no estaba 100% como antes, estaba distante, distraido...

Profesor, ¿podemos hablar del examen del Miércoles después de clase? -dijo una Léa demacrada porque su Klaus no estaba bien, ella lo notaba- 

Señorita Hood, estamos a Jueves, creo que tiene demasiados días para estudiar, no le puedo posponer el examen -dijo Klaus sin mirarla a la cara-

No quiero que usted cambie absolutamente nada por mi -dejó caer Léa y Klaus levantó la vista para mirarla y ver lo mal que se sentía, Léa estaba a punto de llorar y Klaus miró el reloj-

Podeis salir, teneis descanso de una hora, aprovecharlo bien chicos -dijo Klaus dirijiendose a toda la clase y miró a Léa que se cruzó de brazos y escondió la cabeza en ellos-

Cuando todos se fueron se quedaron solos y en el aula solo se escuchaban los sollozos de una Léa triste, desanimada...

Klaus, quiero hablar contigo por una vez sin que me evites, sin que me mires raro, simplemente con que me mires mientras te hablo soy feliz, ¿no te das cuenta? -dijo Léa llorando y cogiendo el puño de su chaleco tapandose las manos-

Léa, te vi hacerlo y no se como me tengo que sentir, mal o peor que mal, ¿Por qué? ¿Por qué te haces daño? Si es por mi, solo tienes que decirlo y te haré sentir bien te lo juro por todo lo que más quiero que eres tú.

Klaus...yo... no sabía que me habías visto, solo puedo decirte que no es por ti, puesto que podría haber seguido haciendolo pero el pensar en ti me hizo parar, no hay nada facil en mi vida y si mezclas eso con el que vivo sola porque no me quieren mis padres, y añades que tengo una personalidad bastante debil, lo entenderás... yo lo siento de verdad -dijo Léa tapandose de nuevo las manos-

Léa no es así estoy aquí, ¿No lo ves? no estás sola...enseñamelas, haber que puedo hacer para curartelas -dijo Klaus-

Klaus, no voy a enseñarte nada y desde que te dije mi problema estabas como mas distante conmigo, si ya no me quieres puedes simplemente dejarme, no tengas compasión por mi -dijo Léa-

¿Dejarte? No no por Dios, ahora mismo eres lo que más me importa, no podría hacer mi vida normal ahora que te conozco  y no puedo dejarte porque no, Léa quitate esas ideas de la cabeza, que si tu dices que tus padres no te quieren, ya estoy yo para darte todo el amor que tu necesitas y yo estoy gustoso de darte, te quiero Léa ¿No lo ves aún? -dijo Klaus cogiendo la cara de Léa con sus manos-

¿Puedo hacer una cosa que necesito hace días Klaus? - dijo Léa cavizbaja-

Por supuesto, lo que quieras -dijo Klaus con miedo, no se atrevería a cortarse delante mia, no la dejaría-

Gracias -dijo Léa abrazando a Klaus lo más fuerte que pudo, sollozando. Klaus no se esperaba esto-

Por Dios Léa me habías asustado, y no hace falta que me des las gracias, estoy por y para ti aquí.

Es corto, lo siento pero en realidad no pensaba escribir, besos xx