Subí al barco, después de quince minutos cruzando agua, tocó tierra, los que iban a ser monitores entraron, entre ellos estaba Pablo, detrás entré yo.
-Muy buenos días, me llamo D. José de la Rosa, explicaré las normas de este campamento:
1- Dormireis en habitaciones de dos, me da igual quien duerme en las habitaciones pero solo pueden entrar dos personas.
2-Nada de relaciones entre compañeros de trabajo.
3- Si hacéis el trabajo bien y os sobra tiempo, tendréis horas libres.- El hombre se rascó la punta de la nariz.- Espero haberme explicado bien.-nos observó a todos.- Vamos!!
Entramos en la cabaña de trabajadores, tenía miedo con quien me tocaría dormir, alguien me tocó en el hombro...
- Q-que?- me giré lentamente y me encontré a Pablo.
- Que te parece si dormimos juntos? Tú me conoces, yo te conozco, que dices?- Pablo se rascó la nuca y sus mejillas tornaron a un color rojizo.
-Si...- dije en voz baja para que no me escuchara.
-Genial! Vamos!- Pablo pasó su brazo por mis hombros y fuimos a una de las diez habitaciones. Dejé mis maletas al lado de la cama.
-Tu eres monitor verdad?- tenía que preguntar algo, el silencio que había en la habitación me incomodaba.
- Si!- Pablo hechó una carcajada.- tengo que encargarme de niños pequeños, prefiero a chicas como tú, de dieciséis para arriba, pero bueno.- puso la típica cara de guapo. Aagh.
-Bueno, me voy a ver la cocina, no toques nada mío.-le heché una mirada asesina, él como respuesta levantó las manos.
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En el nombre de la Rosa.- Diana
Teen Fiction- Bueno... -se escuchan risas- shh ... callaros.- mis primas detrás mía pellizcándome el trasero no me dejaban explicarle a mis padres mi pequeño dilema. - Y que es eso que nos tienes que contar?- mi padre tan tranquilo como siempre arreglando su co...