- Mía por favor, las cosas no tienen por qué terminar así.. Mía... - era incapaz de mirarle, no entendía el por qué.
- Pablo, todo está pasando como tiene que pasar.. es el destino.- me separé de él y entré en la habitación.
Cogí las maletas y empecé a encartar y guardar toda la ropa, Pablo me seguía a todas partes intentado hablar conmigo, pero siempre le daba la espalda, las despedidas son lo que menos me gustan.. y mucho menos si es despedirme de alguien a quien realmente voy a echar de menos.
- Pablo de verdad, no lo intentes, las cosas son así y así serán, esto es el final de todo.
- No Mía, que dices? Aún que te vayas podemos seguir juntos, me mudaré a tu pueblo o dónde quiera que vivas, pero no voy a dejar que te vayas de mi vida así sin más por qué..
- Por que qué! EH? por qué qué! Pablo, dime, lo nuestro fue lo que se llama AMOR DE VERANO, yo no te quiero, no siento nada por ti y así es la vida!- estaba cabreada, con Pablo, conmigo misma con todos.
Pablo se quedó callado, su expresión.. dios, me sentí la peor persona del mundo, como pude hacer eso, vi como la cara le cambiaba a ira y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.
- Pablo.. yo...
- Largo - se quedó mirando para mi, nuestras miradas chocaron, estaba tan arrepentida de lo que dije.
- Per..
- DIJE LARGO!!!!!!!!!- Pablo cogió mis malestas y las plantó fuera de la habitación- Véte tú y tus maletas lo más lejos de mi, qué te den Mía.- Y rápidamente vi como me cerraba la puerta en las narices.. no me podía creer que la última vez que iba a ver su cara era con esa expresión.
Cogí mis maletas y salí de ese sitio lo más rápido posible, quería llegar a mi casa, a mi habitación y olvidarme del mundo, subí al barco y en cuestión de unas horas ya estaba en frente de mi casa.
Vi por la ventana a mi madre, la echaba tanto de menos.. cuando se dió cuenta de que era yo, no tardó ni un segundo en abrir la puerta y darme esos abrazos que siempre me daba.
- Pero Mía! Que haces tan temprano aquí?- no sabía cómo explicarle a mi madre que me habían echado, no sabía si contarle la verdad.
- Nada.. que el campamento acabó antes de lo normal- una media sonrisa confirmó que algo me pasaba.
- Ui, Mía.. que es lo que no me estás contando..- era inevitable, me abalancé sobre mi madre y acabé en llantos.
Nos metimos en casa, me senté en el sofá y mi madre me trajo una de esas comidas tan ricas que hace ella.. como la añoraba, se sentó a mi lado y me miró dándome paso a que le explicara todo.
- Pues verás mamá...
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En el nombre de la Rosa.- Diana
Ficção Adolescente- Bueno... -se escuchan risas- shh ... callaros.- mis primas detrás mía pellizcándome el trasero no me dejaban explicarle a mis padres mi pequeño dilema. - Y que es eso que nos tienes que contar?- mi padre tan tranquilo como siempre arreglando su co...