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Al día siguiente, cuando pensé que Natalie no se me acercaría en lo más mínimo ni me dirigiría la palabra en todo el día, sucedió todo lo contrario, solo que con un tinte bastante desagradable.

Si bien no era fácil pasar horas con ella, soportarla hablando pestes de todo el mundo tampoco era tarea fácil. Era como su alimento hablar mal de una persona todo lo que pudiese, pero Phil me había demostrado ser un chico simpático, más allá de que las apariencias engañaran.

Estábamos cerca de la cancha de fútbol, cuando continuaba diciéndome cosas que no me interesaban, tenía la mirada prendida en Rick. Era una idiota por fijarme en él, lo sabía muy bien, pero no podía, algo dentro de mi se movía con fuerza cuando lo veía correr, reir, cuando sentía su perfume al ir a buscar sus cosas en el casillero, al verlo con su cabello mojado, seducía, todo él era sensualidad pura.

-Nunca me dijiste que opinas de Kalye- eso me sacó de mi concentración.

-Y qué quieres que te diga? ni siquiera la conozco como para opinar.

-Ay, esas son tonterías. Todo el mundo con solo verla tiene una opinión.

-Pues yo tengo que tratarla y con eso me doy cuenta de como es una persona.

-Yo creo que ella es muy linda, que es atractiva, tiene a todo el colegio a sus pies. Eso es algo que tú podrías decir.

-Para mi es... también es linda...

-Y qué más?

-No lo sé... algo impulsiva. Creo que lo es porque no quiere que nadie se fije en él porque es su novio y la entiendo un poco.

-Dices que es una psicótica?

-No, dije impulsiva, que actúa por impulso. Ni siquiera pregunta que sucede o porque, simplemente... agrede.

-Entonces dices que es violenta.

-Natalie... no digo que sea nada de eso, simplemente que debería preguntar algunas cosas, averiguar mejor, intentar comprender, eso es todo.

Cecilie nos observaba desde lejos y negaba con su cabeza mientras tenía sus brazos cruzados, luego se fue. La estuve buscando, pero no la encontré, quería preguntarle muchísimas cosas, pero nada. Y ahora estaba ahí parada mirándonos.

-Verdad que Rick es uno de los chicos más atractivos- dijo con su boca llena de sandwich -pero la verdad es que a mi no me gusta tanto como a ti- reía.

Su actitud me molestaba y parecía que jamás iba a cambiar, pero era mi única amiga en todo el colegio a pesar de que consideraba a Cecilie como alguien indispensable para que yo lograra sobrevivir en esa jungla.

Comencé a escribir mi historia con algo de ayuda de Phil, pensaba en que si salía elegida para algo, que publiquen mi historia en el diario local o lo mandaran a una editorial para darle su formato físico, impreso y corregido, lo que sucediera no me importaría mientras la historia se hiciese conocida. Mamá también tenía el mismo entusiasmo que yo, lo único que pedía era que no descuidara mis buenas notas, que no podían mejorar a un nueve, pero tampoco eran tan malas después de todo.

Era viernes por la noche, los días pasaban rápido y todo transcurría tranquilo. Alguien llamó a la puerta, era de noche al mirar el reloj, eran casi las diez. Mamá siempre accionaba igual, tomaba su bate y preguntaba quien era. Al escuchar su voz me quedé sorprendida, mi madre fue a la cocina y yo me dediqué a atender a la visita inesperada.

-¿Qué haces aquí?- pregunté extrañada.

-No te preocupes. Me fijé que no me siguiera nadie... quería invitarte a un lugar. Puedes salir?

Ahora es mi TurnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora