Ahora es mi Turno

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Natalie me las debía de la fiesta. Si ella había sacado las fotos en la fiesta de Kalye como Phil me lo dijo, ya era una deuda. Todo lo que declararon mis compañeros, los amigos de Phil y la poca gente que tenía que declarar a favor de Natalie, sirvieron para que la novela me fuese atribuida bajo algunos términos como reconocer el aporte de Phil en el mismo, entre otras cosas. Natalie debía devolver el premio pero ese día, casualidad o no, no lo había llevado, de hecho, le dijeron que lo entregara antes de ese día, pero hizo caso omiso total. Y pasaron los días, pero el premio no hacía por aparecer, y por más que yo dije que no lo quería, sugirieron que se lo diera a mi compañero, para que todo quedara en paz. Phil dijo que tampoco lo quería, no quería nada, pero aceptó que su nombre estuviera en la novela.Las cosas comenzaron ponerse mal en cuanto se me desaparecían cosas. Me distraía un momento o dejaba lo más mínimo en un lugar equis y se desaparecía, sea un útil o ropa, comida, un papel, lo que fuese, como si el hombre invisible llegara y se robara mis cosas. No fue hasta que un día encontré un dibujo sobre mi en un pizarrón de la clase, uno donde me hicieron lo más fea posible y con algunas citas a la historia que había escrito. Y me di cuenta. Natalie no estaba contenta con la decisión de los profesores y psicólogos del colegio, pero ¿acaso era mi culpa que ella fuese una ladrona?, ¿era mi culpa que no tuviese la más mínima imaginación y que nadie la quisiese en el colegio como para tener que robarle a alguien?. Recordé lo que me dijo Rebecca "nadie la soporta. Todo lo hace para agradarle a Kalye, pero a ella no le interesa en lo más mínimo". Tenía que ir al núcleo. Kalye solía entrenar con las porristas después de clases, que según me habían dicho, gustaba de hacer unos minutos extras más porque se dedicaba a fornicar con Steve en las duchas y allí fui. Cuando entré y llegué a donde estaban, ella estaba de frente contra la pared y Steve atrás de ella moviéndose despacio. Me sentí avergonzada por verlos de tal manera, así que volví a la parte de los vestidores y la llamé a gritos desde allí. Solo ella llegó envuelta a donde yo estaba.

—¿Qué quieres? —me preguntó enfadada.

—Disculpa por interrumpir tu encuentro sexual post separación, pero necesito hablar contigo —en su mirada se reflejaba ira y asombro—. Steve, no es que me importe pero sé que estás aquí, ¿puedes hacer el favor de irte? —grité y salió también cubierto con un toallón. Le dio un beso en la frente a Kylie, le dijo algo al oído, ella asintió y se largó a vestirse, supongo al vestidor de hombres.

—Ya, dime que quieres —dijo mientras iba por su ropa.

—Natalie. Quiero saber sobre ella.

—Maldita sea. ¿Es eso? Pensé que me interrumpías por Rick.

—No. A ver, ¿por qué quiere ser parte de tu grupo?, ¿por qué tiene que joderme a mi para que tú la aceptes?

—Porque es una imbécil que no tiene nada mejor que hacer. Ella no sabe que Rick y yo terminamos. Por obra de quién sabe quién, ella no estuvo en la fiesta de esa noche y cree que Sav y yo seguimos de novios, no cree en los rumores de la pelea. Creo que te jode por el hecho de que le dije que lo hiciera por haberte fijado en Sav, pero ya no me interesan ninguno de los dos. Suelo darle "tareas" para alejarla de mi, eso es todo.

—¿Y ni siquiera vas a pedirme una disculpa? —me miró como queriendo decir "obvio no"—. De acuerdo, Sav me gustaba, pero después de lo de la fiesta en tu casa, quiero que se muera, ¿de acuerdo? No me interesa en lo más mínimo y creo que el hecho de que me haya gustado, no implicaba en que me hicieras la vida imposible. No iba a fijarse en mi.

—Ahí es donde te equivocas —retrucó pero no entendía porqué—. Me di cuenta enseguida como eras y yo sabía lo que él necesitaba, por eso lo quería lejos de ti. Sus padres no son muy comprensivos que digamos y él siempre estaba a mi disposición, cuando me contaba que accedías fácilmente a lo que él te pedía, la clase de persona que eres y que se sentía a gusto contigo, me di cuenta lo sumisa, complaciente y obediente que eres en el sentido de que vas a acceder a lo que sea a cambio de que dejen de molestarte y eso me jodió. Ahora, si quieres que le diga a la idiota de Natalie que deje de joderte, estás equivocada. Estoy feliz con Steve, aunque ella quiera creer otra cosa y mientras te joda, yo tendré de qué reirme, ella estará entretenida como un perro con un jugoso bife y no se me acercará más que para contarme todas las idioteces que te hace— terminó de vestirse y se puso de pie, me miró diría con lástima y dijo —por lo que veo, realmente a Sav no le gustas, si no, estarías con él y no molestándome.