Una gata

369 27 9
                                        

Antes de leer, perdón por la interrupción y la tardanza al subir el capitulo.

Cambie hace poco de ordenador y partes de esta historia se vieron dañadas así que tuve ciertos problemas técnicos para volver a tenerlas, decidí a volverlas a escribir pero no tenía el suficiente tiempo, estoy ahogada a trabajo pero ahora tendré unos días libres y volveré a la carga con todo ^^

Espero que sigan leyendo la historia y de nuevo siento mucho la demora.

No me gusta que ninguna de mis historias se quede tan atrás y bueno al menos he podré subir los capítulos que debo.

Sin más que decir, espero que disfruten de la vuelta de esta historia.

¡Un besazo y hasta pronto!

****

Meredy y Wendy cada vez crecían más, estaban cada vez más guapas y yo cada vez más protector, Erza seguía igual de hermosa y me detenía la posesividad en cuanto podía.

Cosa que era imposible

Estaba vigilando a Lyon que avanzaba a grandes pasos con Meredy, de una amistad de infancia paso a mejor amigo con sonrisa tonta, Erza decía que era buen chico pero yo sabía cómo miraba y eso me ponía nervioso. Muy nervioso.

Sobre todo cuando formaron una pandilla y cada dos por tres salían por las tardes al parque a jugar, mientras Wendy parecía estar bastante interesada en una serie de telenovela de médicos súper guapos y bien fornidos como los llamaba Erza, así que después de la telenovela salía por ahí con unos amigos que hizo en el parque. Eso si, como aun eran pequeñas teníamos que ir a vigilarlas y eso se me daba genial.

-Han quitado el banco donde nos besábamos. –Me sacó Erza de mis pensamientos. – ¿Ahora donde nos sentamos? –Bufó mientras nos dirigíamos a otro banco.

-Si quieres también nos podemos besar en este. –Sonreí divertido mientras Erza se mordía el labio. – En verdad el banco me da igual, no me importa mientras la compañía seas tú.... –Le bese la frente.

-Es decir... que te empieza a importar donde te sientes cuando estas con Wally.... –Como le gustaba sacar las cosas de contexto quitar el momento bonito para hacer la broma. –No me mires así... Es lo que has dicho.

– Solo me importa a veces.... -Mi esposa miró a Wendy quien estaba intentado saltar a la comba con un pie. -¿Te apetece saltar a la comba? –Sonreí divertido y me miro igual.

-Pues viendo como disfruta, me está apeteciendo. –Rió haciéndome reír a mí también. –Tonto... -Me acarició la mejilla.

-Oye no te pongas tontorrona que no paro ee. – Apoyé un brazo en el banco y ella se apoyo en mi.

-Sabes que no puedo evitarlo. –Me besó el cuello. –Te pusiste aquella colonia de hombres que tanto me gusta. –Me miró mordiéndose el labio.

-Solo quería ver cómo te enganchabas a mí, la colonia de Antonio Banderas es demasiado buena según tú... ahora te atraigo en todos los sentidos como dice en el eslogan... -Le guiñé un ojo.

-Ya lo hacías de antes. –Se acercó para besarme pero no lo hizo. – Desde que tuvimos aquella primera vez...

-Esposa mía, estamos en un parque, si no quieres que te viole debes besarme ya. –Y con una sonrisa nos besamos para luego con una sonrisa tonta seguir con nuestra vigilancia.

La brisa era agradable, todo estaba perfecto, La conversación con mi mujer era muy divertida y rozaba algunos límites para ese parque infantil pero dentro de eso todo parecía estar en orden.

Una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora