Capítulo 5.

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Capítulo 5.
Arma de doble filo.

"- ...porque cuando estoy cerca de ella, me siento bien, me siento feliz, me encanta su compañía y disfruto estar cerca de ella....-"  Keisy recordaba las palabras de Luke y sonreía de manera inconsciente al pensar en él y en todo lo que había dicho.

-La verdad es que yo...sí me sentía así por él...- Dijo Keisy en un susurro para sí misma mientras lavaba los platos de la cena.

-¿De qué hablas, hija?- Le pregunta la madre al ir entrando en la cocina con dos platos más y un par de vasos.

-De nada, mamá.- La madre la observa unos segundos y se fue después de dejar los trastos a un lado de la pila donde Keisy los estaba lavando. 

Acabada sus labores, Keisy da el buenas noches a sus padres y se va a su habitación, perdida en sus pensamientos.

Se lanza sobre la cama y en poco tiempo, termina dormida.

* * * * *

-¡Levántate perezosa! Ya es Lunes, debes ir al mercado.- Los regaños de Patt no se hacen esperar el lunes a las seis de la mañana.

-¡No molestes!- Keisy se pone la almohada sobre la cabeza y se enrosca entre su cobija.

Arriba, grandísima vaga!- Le protesta el reloj.

-¡De acuerdo, está bien, ya voy! Ya estoy levantada, ¿feliz?- Se levanta con todo su cabello revuelto.

-¡Pues qué bueno! Ahora a bañarse.  Keisy se prepara como siempre para ir al mercado, al salir del baño se viste con una blusa gris claro con el dibujo de Hello Kitty en el frente, jeans en color rosado y unas tennis bajas en color plateado. No podía faltarle el detalle de brillo en su atuendo un lunes por la mañana.

 Mientras cepillaba su rojiza melena frente al espejo, recordaba la sonrisa de Luke, ese cabello oscuro tan favorecedor para su aspecto desaliñado pero atractivo, esos perfectos y profundos ojos azules que eran como pozos en los que no importaría perderse porque no había porque temer.

Y sin darse cuenta, Keisy ya estaba suspirando frente a su espejo por Luke. -¿En qué momento? ¿Cuándo fue qué lo volviste a ver de ese modo, Keisy? Debes dejar eso de lado, sólo te está ayudando a entender el amor, es todo, él no podría fijarse en ti, y menos…siendo como soy.-   Pensaba Keisy para sí misma y no entendía porque razón, esas palabras le golpeaban algo en su interior. De pronto sintió un incómodo dolor en el pecho, y esto sólo puede ser el indicio de que algo andaba mal. Cuando el pecho dolía sin razón, era la señal de que algo andaba mal en su corazón. Keisy se apresuró a ver qué ocurría y su situación seguía siendo la misma, aunque le pareció ver una muy pequeña grieta, formarse en un costado.

-¡Fantástico, tras de que ya está mal, lo sigues rompiendo!- Se dijo con sarcasmo.

-¡Hija, el desayuno está listo, baja!

-¡Sí mamá, ya voy!

* * * * *

-¡Terminé, ya me voy ma!- Le dice la chica cuando terminó todo lo que había servido en su plato.

-¿Ya tomaste tus medicamentos, Keisy?

-Ma, yo…no quiero seguirlos tomando, no me hacen nada.

-El medico te los receto y tu padre y yo hacemos lo posible para que los tengas. Recuerda que…

-Me sirven para no sentirme mal…lo sé, los tomaré.- Toma sus pastillas con un vaso con agua y se va al mercado. Lleva prisa ya que, como de costumbre, va tarde.

El Herrero De Corazones. [#Wattys2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora