Pero en ese momento, la tía Charo asomando la cabeza por
el postigo, preguntó:
—¿De dónde has sacado tantas mentiras?
Canek contestó:
—No son mentiras, señora, todavía se ven en aquel lugar
las huellas de los lagartos que murieron.Ta,ta,ta,ta,ta,ta.
Cada que leó algo de la tía Charo me enojo.
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Canek
Short StoryEn estos días dejamos atrás las arenas de la época y nos internamos en el umbral y los linderos fronterizos de un nuevo horizonte, y bajo este arco se presiente un cargamento de hallazgos y desafíos que nos hace tocar las fuentes interiores del aso...