Delante venía Canek con un indio muerto. Lo había matado una bala perdida. Detrás venían otros indios con las piezas cobradas. El Alcalde y el amo y los señores del Cabildo caminaban sobre la sangre de las bestias y del indio.
El coplero repetía:
—Menos mal que fue un indio.¿Qué? ¿Vale más un blanco que un indio?
ESTÁS LEYENDO
Canek
Short StoryEn estos días dejamos atrás las arenas de la época y nos internamos en el umbral y los linderos fronterizos de un nuevo horizonte, y bajo este arco se presiente un cargamento de hallazgos y desafíos que nos hace tocar las fuentes interiores del aso...