Under a paper moon (Jalex)

Capítulo 10

En el instituto no me pude concentrar. Mi mente no hacía otra cosa que no fuera pensar en Jack y en ese beso. Quizás no era consciente de lo que hacía... pero, ¿y si realmente lo hizo porque quería hacerlo? Estaba hecho un lío, lo mejor sería preguntarle después.

- Alex...

¿Qué sentía realmente por él?

- Alex...

¿Qué sentía él por mí?

- ¡Alex!

-¡¿Qué?! - le grité a la profesora sin darme cuenta.

- ¡Esa no es forma de contestar señorito! ¿Pero qué se ha creído? ¡Salga de mi clase!

Salí en silencio, no era consciente de lo que había hecho, bruja antipática... Al menos ahora podía pensar sin tener a esa Melón al lado, que mal me caía por dios... Pero ahora no tenía tiempo ni ganas de ponerme a pensar en ella, tenía otras cosas más importantes e interesantes en las que pensar. Lo mejor sería preguntarle a mi abuela, quizás ella me podía ayudar.

Cuando terminaron las clases salí corriendo a mi casa, necesitaba hablar con ella antes de ir a ver a Jack, necesitaba aclararme la mente. Probablemente si hubiese ido primero a verle a él no habría sabido qué hacer, no habría podido ni mirarle a la cara.

- Abuela, necesito tu ayuda.

- ¿Qué te pasa cielo?

Ambos os sentamos en la mesa de la cocina a hablar.

- Es sobre Jack...

- ¿Está bien?

- Sí, es que... tengo dudas... - dije con algo de vergüenza, nunca pensé que algún día estaría hablando con ella sobre estas cosas - sobre él y sobre mí.

- ¡Bienvenido a la consulta de la doctora Lara, especialista en temas del amor! - exclamó con una gran sonrisa.

- ¡Abuela!

- Lo siento cariño, llevaba mucho tiempo queriendo decir eso... cuéntame - dijo bajándose las gafas y así dejándolas en la punta de su nariz, cruzó las piernas y las manos intentando dar un aspecto más diplomático y de psicóloga.

- Es que no sé lo que él siente por mí, y lo que es peor, no sé lo que yo siento por él. Es que le quiero, pero no estoy seguro de en qué modo.

- ¿Qué sientes cuando estás con él Alex?

- Últimamente me pongo muy nervioso y me estreso mucho. He sentido cosas nuevas, cosas que nunca antes había experimentado, y todo eso a sido por él, todo por su culpa. Joder... es que cuando me mira a los ojos directamente no puedo evitar ponerme nervioso. A veces cuando estamos muy cerca creo que me pongo algo colorado y no puedo evitarlo, simplemente  no puedo. Cuando él me abraza no siento lo mismo que siento cuando abrazo a otra persona, los abrazos de los demás son abrazos "vacíos" pero los suyos no lo son. Y ese sentimiento no sé exactamente qué es. Y lo del beso, pues...

- ¡¿Beso?! espera, ¿quién fue? ¿él te beso? ¿o fuiste tú el que le beso? ¡No  te quedes callado Lex, cuenta! - dijo entusiasmada. A veces se parece más a una adolescente con las hormonas revolucionadas que a mi propia abuela.

- El muy cerdo me robó mi primer beso.

- ¿Te lo robó? ¡Qué monada! parece sacado de unas de las telenovelas que me veo... ¿Te gustó?

- ¿El beso? pues... - tan solo de pensar en que realmente había pasado... simplemente me puse a sonreir como un tonto.

- ¡Te gustó! lo sabía, si es que parezco adivina a veces.

- ¿Y qué hago yo ahora?

- Yo le preguntaría directamente, estoy segura de que le gustas.

- ¿Por qué estás tan segura?

- Tú probablemente no te has dado cuenta, pero deberías ver los ojos con los que te mira... Unas veces te mira como si tuviera delante de la pieza de porcelana más frágil del mundo, te mira con amor, y otras veces parece que te quiere comer, te mira con... deseo.

En este punto de la conversación ya me estaba empezando a asustar, no por lo que me estaba contando, sino por la cara que ponía cuando lo hacía, parecía disfrutar del momento.

- Creo que tienes razón, lo mejor será que vaya a preguntarle, gracias "doctora amor".

- Alex, si te dice que te quiere, por favor, no vayas con "besitos", cómetelo directamente cielo, que él seguro que lo está deseando.

- ¡Abuela! eres imposible... me voy, intentaré no tardar mucho.

- Tranquilo, puedes estarte el tiempo que quieras.

Salí camino a su casa mientras repetía en mi mente lo que le iba a decir. Ya no sabía ni en qué pensar. Abrí, como siempre y fui a su habitación. 

- ¡Alex! gracias por venir, ya estoy algo mejor, ¿me has traido apuntes no? - joder, pero qué sonrisa más bonita tiene...

- Me alegro de que estés mejor, y lo siento, hoy no estaba muy atento en clase así que no cogí apuntes... 

- No pasa nada.

- Jack... q-quería hablar de una cosa contigo...

- Dime

- Es sobre lo que pasó antes... - me miró extrañado, ¿acaso no se acordaba? - cuando te acompañé a casa...

- No me acuerdo de nada, solo sé que me quedé dormido... que por cierto, tuve un sueño que me encantó, pero antes de que preguntes... no, no te lo voy a contar, es mi pequeño dulce secreto.

Mi cara de sorpresa era épica

- ¿Estás bien?

- ¡Eres un idiota! - no pude contener las lágrimas, me había ilusionado pensando que realmente le gustaba, pero era todo cosa de mi imaginación, y ya era muy tarde porque me había dado cuenta de que yo sí estaba enamorado de él.

- ¡Alex, espera! - oí gritar a Jack mientras me iba corriendo de su casa. ¿Cómo se me pasó por la cabeza que alguien como él se podría enamorar de alguien como yo? él es simplemente perfecto, y yo soy todo lo contrario a él, los polos opuestos no siempre se atraen. Me sentía tan estúpido... en ese momento simplemente me quería morir.