Under a paper moon (Jalex)

Capítulo 6

Los siguientes días fueron "normales". Jack abandonó su sitio de siempre en las primeras filas para ocupar un nuevo sitio, al lado mío. No sé porqué pero ese tío al que apenas había conocido unos días atrás me hacía tan feliz... No sé explicarlo, siempre me está haciendo reír y me anima cuando estoy mal, además siempre se porta tan bien conmigo... Y de hecho he empezado a pensar mucho en él, siempre pienso mñas de lo que debería. A veces lo noto un poco triste, pero por más que le pregunto nunca me contesta. Siempre dice que está bien y que no me preocupe, lo que me hace preocuparme aún más. ¿Acaso esconde algo? ¿Hay algo que no me quiera contar? Yo no lo sé, pero espero que sepa que puede confiar en mí y que si le pasa algo me gustaría poder ayudarle. 

Un día al llegar a clase descubrí que Jack no había venido. Por suerte tenía su número, le envié un mensaje.

*Estás bien? por qué no has venido?* - No tardó mucho en contestar.

*Estoy enfermo, así que no fui* - De pronto se me ocurrió una idea.

*Estás solo?*

*Obviamente sí. Ya sabes que mis padres están trabajando*

*Sabes cuándo llegarán tus padres?*

*Tarde*

*Gracias por ser tan específico ¬.¬*

*De nada =)*

Me sentía un poco culpable porque estaba un poco mal por él, pero a la vez me alegraba de por una vez poder hacer algo para que se sintiera mejor. Quizás por una vez podía hacer algo por él, después de que me hubiese ayudado tanto a mí.

La mañana se me hizo eterna, y en el recreo aproveché para llamar a mi abuela, al final sí podría hacer lo que quería. Salí del instituto a toda prisa y me puse en camino a casa de Jack. Al llegar iba a tocar, pero me quedé mirando las macetas de la entrada. - Es verdad, hay una llave... en la maceta más grande si no me equivoco... - Efectivamente, estaba ahí. Abrí, dejé la llave en su sitio y entré. Di dos golpes en la puerta de su habitación. No contestó así que decidí abrir, estaba durmiendo.

Entré despacio, cerré la puerta y me senté en la cama junto a él. Parecía un ángel cuando estaba durmiendo, bueno, en realidad siempre lo parece...

~ FLASHBACK ~ 

- Alex, pásame la pintura.

- Jack, no deberíamos estar haciendo esto...

- Claro, se mete contigo y te deja el pie jodido por casi una semana ¿y crees que no me voy a vengar? - dijo mientras pintaba con spray rosa la bicicleta de aquel tío que me había empujado en el parque.

- Ahora me da un poco de pena...

- Que se joda, Alex - dijo con cara de satisfacción.

~ FIN DEL FLASHBACK ~ 

Bueno, vale, no siempre, reí para mí mismo.

Me quedé unos minutos contemplándole, me daba pena despertarlo. Le acaricié le pelo y la cara, cuando de pronto de despertó.

- ¿Alex? - dijo aún perezoso y con voz de dormido.

- Yo... yo... - dije, no paraba de tartamudear y sentía que la cara se me estaba poniendo como un tomate. - Es que te quería tocar para comprobar tu temperatura, estás muy caliente, creo que tienes fiebre.

- ¡Sí, estoy caliente! -  dijo él riéndose aún más al ver que yo no pillaba el chiste. - ¿Qué haces aquí? 

- Como estabas enfermo pues... - no me dejó continuar, me estrujó entre sus brazos, esta vez su cuerpo estaba más cálido de lo normal.

- Te preocupas más por mí que mis padres.

- Te he traído deberes y apuntes...

- ¿Por qué tenías que estropear un momento tan bonito?

- Lo siento... y ahora date prisa, te vienes conmigo.

- ¿Pero qué dices?

- Hoy te vienes a mi casa, no quiero que estando enfermo te quedes aquí solo.

- Bonita forma de decir que me quieres secuestrar.

- Hay que ver lo idiota que eres - dije poniéndome en pie.

- Sí, pero recuerda que soy TU idiota - dijo mientras me abrazaba por detrás.

- ¿Qué coño te pasa hoy Jack? - intenté soltarme, pero él era más fuerte.

- Será por culpa de la fiebre.

Luego le obligué a abrigarse bien y salimos camino a mi casa mientras él iba pegado a mí cual lapa y mientras no paraba de decir el frío que tenía.

- Toma - le dije tendiéndole mi chaqueta. Hacía mucho frío, aunque era normal, estábamos en invierno. Y a mí no me importaba coger un resfriado mientras él estuviese bien.

- ¿Seguro que estás bien sin ella? 

- Sí, no te preocupes... Y ya te dije que te deberías haber abrigado mejor, deberías hacerme un poquito más de caso a veces.

- Lo siento mami - se burló mientras se ponía la chaqueta. Esta vez tuve yo la oportunidad de reírme de él.

- Te queda como un vestido - dije mientras no paraba de reírme. - Aunque no es culpa mía que te quede grande, es que eres muy delgado. Si mi abuela te diese de comer durante una semana terminarías con un par de kilos más. Yo engordo solo viendo su comida... 

- Ven, ahora el que tiene que tener frío eres tú. Acurrúcate conmigo, así estarás más calentito. 

Y eso fue lo que hice, me pegué a él y me "abrazó", así fuimos todo el camino. 

- Parecemos una parejita - dijo él mientras se reía. Yo simplemente hundí mi cabeza en él para que no notase que me estaba empezando a ruborizar.

- Cállate Jack. - él soltó otra pequeña risita y no volvimos a hablar el resto del camino. Simplemente disfrutamos del silencio y del calor que nos dábamos mutuamente.