-3-

57 5 2
                                    

Dos días antes de la llegada de Dafnèe a la escuela...

Dafnèe miró la habitación de estrechas y viejas paredes,  centrando su atención en la gran mancha de humedad que había en una de estas. Dejo las cajas de cartón en un rincón y sacó de estas las cosas que necesitaría, el resto lo decempacaria en unos meses.

En un momento considero sacar uno de sus murales de bandas de Rock para tapar la mancha de la pared, pero luego de razonarlo bien, decidió dejarlo guardado. Si la humedad pasaba a su mural y lo arruinaba, no se lo perdonaría jamás, considerando que le costo mucho trabajo conseguirlos.
La joven, luego de ordenar desordenadamente su cama, pensó en las palabras de su madre. «Se que esperaban una casa normal, pero con una economía tan baja nos era imposible comprar una casa decente. Pero viéndole el lado bueno, ahora tenemos piezas separadas, chicos.», Había dicho ella.
Dafnèe estaba bastante conforme con la casa por que, como había dicho su madre, ellos antes siquiera tenían una  habitación. Con sus hermanos, Isaac y Denis, dormían en unos colchones en el piso de la sala. Sus padres dormían en una pequeña habitación, cada uno en una cama individual, ya  que no había dinero ni para hacer un baño. El  baño era en el patio donde había unas paredes desnudas que sostenían un techo inexistente  junto con un inodoro viejo y agrietado.

A la chica se le escapó una pequeña sonrisa al ver su habitación. Estava orgullosa del trabajo duro de sus padres para salir de París, de donde tubieron que irse por el trabajo de su padre, para poder llegar al actual lugar y comprar una linda casa que consistía en: un baño de paredes desnudas y piso de cemento pegado a  la pequeña cocina. Luego estaba la habitación del señor y la señora Abbat, los padres de Dafnèe, que dormian en un colchón de dos plazas en el piso.
Al lado está la habitación de Isaac y Denis, los hermanos de Dafnèe,  donde duermen en colchones en el suelo como había ella en su habitación.

Dafnèe, que estaba sentada en el suelo mientras miraba la mancha de la pared, saco su viejo celular y de forma aburrida comenzó a ver las fotos que el celular contenía.
La chica miró la foto de un grupo de niños sonrientes. Entre ellos, una pequeña rubia de ojos obscuros estaba siendo aplastada en un abrazo grupal. Estudio los rasgos de cada uno de los jóvenes forma lenta y, con una sonrisa, borró la foto. Tal y como hiso con las demás en las que aparecía la pequeña rubia junto con varios niños.

La joven dejo a un lado su celular y sobre el pijama, una remera vieja y grande negra junto con unos pantalones holgados de igual color, se puso una campera negra perteneciente a su hermano y salió a conocer su futura escuela.

La chica caminaba tranquilamente por las calles llenas de niños jugando y ancianas limpiando las veredas.
En el camino, la chica desvío su mirada hacia unos niños que jugaban inocentemente con una pelota roja. Se acercó para apreciar el juego, pero una niña se calló y lastimó. Rápidamente noto que el equipo había quedado en desventaja, así que se acercó a él pequeño grupo y de un movimiento les robo la pelota, comenzando a jugar con los niños.

Poco a poco, llegaron adultos que se llevaron uno a uno a los niños. Quedando así la joven sola.
Al ver que el sol estaba bajando, cruzo la calle y llegó a él edificio que estava frente a la plaza donde jugaba.

Le hecho una rápida mirada al edificio, verificando con la mirada que clase de escuela sería,  y luego comenzó a caminar de forma lenta y tranquila disfrutando de la obscuridad que tomó lugar en el cielo.
A los minutos, la joven ya habia llegado a su hogar. Al fin y al cabo, su casa quedaba al otro lado de la plaza, por lo que la escuela estaba bastante cerca.

Al llegar, ayudo a su madre a preparar la cena y comieron todos juntos en la pequeña mesa. Luego, Dafnèe se acostó en el colchón que estaba en el suelo de su habitación y cerró sus ojos para descansar.

[…]

La pequeña rubia abrió los ojos de golpe al escuchar un agudo grito resonar por la habitación. Lo primero que sus ojos vieron fue el viejo techo que se levantaba sobre su habitación. Se incorporó en la cama, todavía algo asustada, y restregó sus ojos.
¿algo le habrá pasado a mamá?, pensó.

Pero luego sospecho de que ese agudo grito podría ser de su hermano Isaac, al que ella le llevaba un año. A pesar de tener casi dieciséis años, Isaac era algo inmaduro para su edad.
Ese día era algo muy importante… bueno, al menos era algo importante para sus padres. Como hacía poco que se habían mudado, se había perdido casi un trimestre entero de clases. Para su mala suerte, debía asistir a una “reunión” en la escuela con un directivo. Le enseñarían todo y entregarían horarios, papeles y demás cosas que fueran necesarias. Como ya se consideraba lo suficientemente adulta (porque si dijera responsable estaría mintiendo) se negó a que sus padres la acompañaran.
Al ver la hora, agradeció mentalmente a su hermano que la despertara con su chillido.  Rápidamente  se quitó el pijama y tomó un pantalón holgado de estampa militar junto con una remera blanca con una estrella negra. Tomo su mochila, que estaba cargada de sus útiles, y salió de su habitación.
Al llegar a la cocina, vio a Isaac con un chichón en la cabeza y a su madre acariciando su cabello con delicadeza.
–Denis tropezó con mi cabeza al  levantarse para ir al baño. –dijo mientras intentaba aguantar las lágrimas y ponía una cara graciosa y tierna al querer aparentar ser alguien fuerte.
Su madre continuó consintiendo un rato a Isaac, hasta que notó la presencia de su hija y sonrió levemente. Invitó a que la muchacha tomara asiento, mientras ella se disponía a servir el desayuno. Al dejar una taza de chocolate caliente delante de la rubia, su boca se torció y observó con cuidado el atuendo que ella llevaba ese día.
–Cielo, ¿iras así? –Dijo y su hija asintió–. No, no irás así –la expresión calmada de su rostro fue suplantada en un milésimo de segundo por un gesto incrédulo–. Deduje que esto sucedería, así que ten. Te prepare estas ropas. Son mías, pero te quedarán perfectas.
Iba a negarse, pero al ver la felicidad de su madre decidió aceptar con una sonrisa. Vio a Isaac reírse con burla. Subió a su habitación rápidamente. Si seguía viendo la estúpida cara de Isaac, seguro lo golpearía.
Al llegar a su habitación, inspeccionó de forma rápida las ropas. Al instante sus mejillas se coloraron: su madre le había dado una falda que llegaba hasta la mitad del muslo, que era de vestir. También una camisa blanca, que se pegaba demasiado al cuerpo, junto con una corbata negra. Unos zapatos negros que tenían un poco de plataforma. Se espantó al pensar que su madre había usado unas ropas así.

Dio un par de vueltas sobre sí misma. No le gustaba demasiado. No le quedaba bien, según ella. Eso era para niñas lindas, pero la usaría para complacer a su madre.
Luego de estar ya cambiada, llevo en su mochila a escondidas la campera de su hermano para cubrirse. La chica, notando que ya se le había hecho tarde, salió de su habitación.  Fue al baño, lavo su rostro y cepillo sus dientes. Luego peinó su cabello, dejando su flequillo para atrás.
La chica, al salir del baño, vio a su hermano Denis que la miraba con el ceño levemente fruncido.

—Princesa, siempre quise que usarás ropas femeninas, pero esa falda es muy corta para mi gusto— dijo el, con una sonrisa que derretiría a cualquiera.
La chica se mostró avergonzada frente  a su hermano mayor. Ella odiaba que sus hermanos la vieran con ropas así, ya que ella se sentía como una cerda queriendo parecer chica. Ella creía que sería bueno  ser una chica linda, pero pensaba que no era ese tipo de chica.
Ya se, parezco un travesti con estas ropas. No soy alguien linda como para usar ropas femeninas, pensó la chica. Tenía la tentación de decirlo, pero igualmente no lo hiso.

Su hermano, que sabía cómo pensaba la chica, intento reparar sus palabras.

—Igualmente, te ves hermosa princesa. —dijo de forma rápida—Sólo estoy preocupado de que algún baboso te vea.

La chica sonrió y abrazo a su hermano. Luego los dos se dirigieron a la cocina, donde Isaac quedó congelado al ver a su hermana...









"CROMULENT" ||Diabolik Lovers|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora