Dafnèe estaba caminando sola por los pasillos, dirigiéndose hacia la salida para poder ir a su casa luego de un agotador día escolar.
Isaac contrajo un resfriado luego de haber estado durante una noche entera durmiendo en el patio, en calzones, luego de darce una ducha. Según el, "hacia demasiado calor dentro de su habitación", aunque en realidad era porque había bebido de una caja de leche en mal estado y Denis lo hecho de la habitación al momento en que soltó la primera bomba atómica. Denis se tenía que quedar unas horas más a causa de su club de baloncesto.
Dafnèe estava apunto de cruzar la calle para llegar a la plaza, pero algo parecido a una mano se posó sobre su hombro deteniendo su paso.
—U-un… ¡necrófago! —Grito aterrada en su mente al ver la fría y huesuda mano grisácea que estaba repleta de notables venas.
—¿Por que esa cara, Abbat? —Dijo la directora sonriendo con sus agrietados labios, mostrando sus anaranjados dientes. Dafnèe se volteó de un salto al escuchar esa voz tan conocida para ella, una voz que transmitía una frialdad que le calaba hasta los huesos.
—¡Ay no! ¡es la directora! —Ahogo un grito de terror al ver la enorme "sonrisa" y las arrugas que la rodeaban a montón.
—Supongo que está llendo hacia su hogar, ¿o me equivoco? —Dijo la anciana. En cada una de sus palabras era recalcada la acusación que detonaba en su frase.
—No, a un cabaré, vieja chismosa —Dafnèe la miro con seriedad a la vez que decía eso en su mente, aunque sólo se limitó a decir —Si señora. Si me disculpa, mi madre a de estar esperándome.
Dafnèe estava apunto de marcharse, pero la directora la paro una vez más.
—Si tanto apuro tiene, yo la llevaré —Dijo la anciana señalando a un lujoso auto gris.
Dafnèe miró con horror al auto y a la mujer, ¿acaso planeaba secuestrarla?
—Descuida Abbat, ya e tenido que llevar a Isaac Abbat varias veces a tu casa luego de que alguna pelota lo halla golpeado o, por casualidad, estiro su pie y justo se le atoró en alguna ventana de vidrio ya rota. —Sus palabras lentas y llenas de sarcasmo cansaron a tal punto a Dafnèe que inconscientemente entro al auto.
Ya dentro, miro con atención su alrededor: los asientos estaban hechos de lo que parecía ser cuerina*. Todo estaba hecho de plástico, parecía ser un auto muy nuevo ya que ni había ninguna mancha de suciedad, alguna ralladura o algo gastado.
—Lindo auto, ¿que marca es? —Pregunto Dafnèe aburrida de el silencio.
—Un Subaru Impreza, un auto espacioso y bonito. —Dijo la anciana con una sonrisa socarrona.
—Presumida —Susurro Dafnèe asqueada. Más aún, la anciana no la escuchó. O eso creía ella.
La mujer freno de golpe. Miro a Dafnèe con una sonrisa que ponía los pelos de punta a cualquiera y estiro el brazo hasta la traba de la puerta junto a Dafnèe y la abrió.
—Adiós —Dijo Dafnèe con su típica seriedad y salió del auto.
Camino tranquila hasta la puerta, ignorando el sonido de los tacones detrás de ella.
Abrió la puerta de su hogar y entró. En un movimiento rápido cerró la puerta. Camino con una sonrisa hasta la cocina, ignorando los golpes en la puerta.
—Hola mamá —Dijo Dafnèe besando la mejilla de Emilie.
—Hija, creo que golpean la puerta, ¿puedes ver quien es? —Dijo con voz suave a la vez que tomaba la mochila de Dafnèe y la llevaba a la llevaba a su habitación como solía hacerlo comúnmente.
—Si —Dafnèe fue hasta la puerta y, sin siquiera abrirla, volvió a la cocina. —No hay nadie, los mocosos deben estar jugando otra vez.
Emilie volvió y con cara de cansancio se dirigió hacia el pasillo que lleva a la puerta.
—Esos niños, son muy dulces pero aveces cansan. Iré a decirles que paren. —Dafnèe la vio irse y con un suspiro salió del lugar.
—Esa vieja me cae peor que antes —Pensó Dafnèe refiriéndose a la directora y encerrándose en su habitación.
Emilie abrió la puerta y sonrió ampliamente al ver a la directora frente a ella.
—Nanami-san, un gusto volver a verla. ¿que la trae por aquí? —Dijo Emilie a la vez que se apartaba de la puerta para darle paso a la anciana.
—Hag, aun no me acostumbro a entrar a tu hogar con zapatos. Disculpe la interrupción. —Dijo a la vez que entraba.
—¿Quiere y tomar un té mientras me cuenta que a sucedido con Isaac? —entro a la cocina y observó su alrededor. —¿o Dafnèe? —agrego al ver que está había desaparecido.
—Esta vez es por Dafnèe —Se sentó frente a la mesa a la vez que veía a Emilie preparar el té —Usted a visto ya todas las advertencias que e mandado, ¿cierto?
—oh, ¿como ni verlas? —Emilie dio un suspiro —Je suis fatiguée* —Dijo, inconscientemente, en francés.
Nanami lo ignoro. A Emilie siempre se le escapaban frases en inglés cuando ella le contaba noticias negativas sobre Isaac o Dafnèe.
Emilie tomó la tetera y poniendo una taza frente a Nanami sirvió el té.
—A este paso será expulsada. —Soltó Nanami como un cachetazo a Emilie. Emilie dejo la tetera suspendida en el aire y la miro con ojos cristalinos.
—Por favor Nanami, no nos hagas esto. Sabes que estamos mal económicamente, ninguna escuela pública sería tan buena como está. Aparte de que otra escuela estaría demasiado lejos, mi hija recién llegado aquí, ni sabe donde ir, estará lejos de sus hermanos, no nos hagas esto. —Emilie tomó de los hombros a Nanami.
—Lo siento Emilie, pero si no cambia su conducta no tendré opción. —Aflojo su mirada al ver a Emilie desesperada. —Pero si ella participa en el club que e creado hace poco, es posible que lo reconsidere.
Emilie la miro expectante —¿un club? —pregunto interesada.
—un grupo de mis… alumnos tienen algunos problemas de conducta. Es por eso que considere hacer un club de apoyo, un sitio donde ellos podrán desahogarse y ser contenidos por sus compañeros y el maestro acercó. La adolescencia es una edad difícil, Emilie, son sólo niños que son obligados a ser adultos.—La mujer dejo en un papel el lugar y los horarios del club y se puso de pie. —Es hora de irme. Con su permiso.
Emilie acompaño a la anciana a la salida y abrió la puerta a la vez que se despedia. Antes de que la anciana suba al auto, Emilie con una sonrisa le hablo. —Es de admirar su trabajo, Nanami-san. No todos los directivos trabajan tan duro y se preocupan de tal forma por sus alumnos.
—No crea que lo que hago es simple humildad. —Una sonrisa amarga se dibujó en su rostro. —Solo intento recompensar mi gran error… —subio a su auto y se marchó.Cuerina*: una imitación del cuero.
Je suis fatiguée*: "estoy cansada"
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"CROMULENT" ||Diabolik Lovers||
FanfictionEsta historia fue echa por mi y SofiChan022. Ella hizo la portada del libro, escribió, como ya dije, capítulos de la historia y me ayudo a corregir mis errores de ortografía. Es una historia que contiene drama, romance y amistad. Es una historia...