Capítulo 8.

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NUEVO CAPÍTULO, ESPERO LES AGRADE.
NO OLVIDEN COMENTAR QUÉ LES HA PARECIDO.

Aníbal.

Las condiciones del trabajo fueron simples, ahora sé un poco más de mi "paciente". Su nombre es Nova Belikov, carácter insoportable, grosera, terca y demasiado rebelde, pero ese no es el principal problema. Ella es depresiva, negativa e incluso violenta o al menos eso asegura su padre.

Prácticamente me dijo que su hija era una histérica. Lo platicado con el señor Vladimir se quedará en el anonimato, por el bien de la pequeña Nova.

No entiendo cómo puede deprimirse, lo tiene todo... cariño, salud y dinero.

Tomo el valor suficiente y comienzo a seguir al citadino, soy el invitado especial. Sólo faltaba yo en la mesa.

Nova yace sentada junto a una mujer joven, supongo ha de ser su madre. Al vernos, la chica levanta la cabeza e ignora la comida monumentalmente.

― ¿Qué hace éste aquí?― levanta la voz.

―Es mi invitado, él se quedará a comer― la respuesta de Vladimir es amena, al parecer ya está acostumbrada a los tratos de su hija.

― ¿Invitaste a este campesino? ¿Qué sigue? ¿El pastor en la casa? Que burla― se pone de pie y encara a su padre con su mirada.

Ese par de ojos tan exóticos muestran una furia contenida. Nova es como una bestia domesticada.

―No seas grosera, con Aníbal― le ordena―... por favor, siéntate― pide amablemente.

― ¿Sentarme con el animal ese? La comida es familiar, no es un sindicato de jornaleros.

Tuve que hacer oídos sordos a todas las palabras de esa chica rica, necesito el dinero y no me importa tener que soportar los insultos de esa cría.

Nova no se tranquilizó, ni nada por el estilo. Se levanto de su asiento y dejo a sus padres hablando solos. Si yo fuese de esa forma, mis padres ya me hubiesen tirado los dientes por vulgar y mal educado.

Esa chica es una malcriada, sé porta así porque la tratan como una princesa... ni a sapo llega.

―Lamento la actitud de Nova, es difícil para ella― su madre es todo lo contrario.

Se retira en busca de la niña Nova y yo me vuelvo a quedar con su padre. Escucho todas las precauciones que debo tomar y recibo una lista de cosas... en ella vienen cosas que le agradan y qué hacer en caso de cualquier accidente o rabieta de la niña.

También se me obsequió un celular que parece televisión, éste es para informarle cualquier situación de emergencia al señor Vladimir y para contactarme con Nova. No tengo idea de cómo usarlo, pero ya aprenderé.

Dudo que Nova deseé enseñarme a usarlo.

Terminó la comida y me ofrezco a lavar los platos, pero soy reprendido.

―Lavar platos no es tu trabajo, ve tras Nova― eso es lo último que me dice mi nuevo jefe.

Con la ayuda de la servidumbre, conseguí encontrar la habitación de la Princesa amargada... ahora le llamaré así o Princesa sapo.

Doy dos golpes a la puerta en busca de una respuesta que no llega. Un golpe más.

―Me estoy cambiando, espera― se oye del otro lado de la puerta.

Por lo menos no me ha gritado por tocar su puerta con insistencia. Pasan los minutos y decido dejar mi mochila en el suelo, esta mujer se tardará una eternidad.

Error fatal.

Nova se presenta ante mí. Con un vestido negro de mangas hasta el codo, unas medias negras con estampado de murciélagos y un par de botas lindas. Sus chongos permanecen con ella y esa mueca odiosa.

― ¿Acaso te he dejado tirar tus cosas por ahí? Pasa, que no tengo tu tiempo, animal.

―Aníbal.

Voltea sus ojos en blanco.

―Es casi lo mismo.

―No lo es, Nova.

―Para ti es señorita Nova, animal.

Esto será de lo más complicado, ahora tengo que llamar señorita a la Princesa sapo. Resignación, ven a mí que necesito plata para sobrevivir.

―Aníbal.

La Princesa sapo cierra la puerta de golpe y casi se lleva mis dedos de por medio, pero pude salvarlos gracias a Dios.

―Salvaje― no puedo evitar decirle eso.

―Campesino analfabeta― recibo una respuesta aun peor.

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