Capitulo 1

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Quito los guantes de mis manos y los tiro encima del asiento. Puedo ver a mi madre a través de la ventana de la tienda. Me hace una señal y levanto la manguera de la gasolina y la meto en el coche. Mientras oigo el sonido de la repostadora miro a mi alrededor. El paisaje es precioso.

Los tacones de mi madre me avisan de que esta viniendo hacia mí y me giro para mirarla. Su cabello castaño largo cae sobre sus hombros y se mueve con cada paso que da. Mi madre es como una modelo de Victoria Secret pero con unos años de mas. Es preciosa.

Sonríe mientras pasa por mi lado y sube al coche. Yo hago lo mismo.

Saco los auriculares del bolso y me los pongo. Me acomodo el asiento un poco hacia atrás y cierro los ojos. Pienso en como será todo allí.

Espero hacer amigos o por lo menos no hacer enemigos.

Las palabras de mi madre resuenan en mi cabeza "Un día encontraras a tu alma gemela y lo sabrás"
A pesar de que mi padre nos abandono al poco de yo nacer mi madre sigue creyendo en el amor. Tiene citas y esta metida en chats de ligues.

La ultima vez la ayudé a arreglarse porque era un hombre mas joven que ella y quería parecer guay. Mi cara era todo un cuadro cuando me lo dijo. ¿Guay? En ese momento pensé en ponerle una camiseta de un concierto y unos pantalones bien apretados pero no era el estilo de mi madre. Opte por hacerle ondas en el pelo y ponerle unos de mis vestidos sexys con la espalda abierta,le quedaba genial. Creo que hasta mejor que a mí.

Mi madre siempre me repite lo mismo que soy preciosa, bueno e salido a ella como no lo voy a ser. Solo que mi pelo es mas rubio y mas largo, mis ojos azules son mas claros que los de ella, pero yo tengo mas caderas y mas pecho. Lo que si tengo de ella eran sus rasgos faciales, casi exactos.

Abro lo ojos y miro el techo, pienso en Ian mi ex-novio no e vuelto a hablar con el desde ese día.
Cada vez que intentaba hablarme me marchaba o simplemente pasaba de él, sus llamadas las colgaba y los mensajes los borraba sin leerlos.

Podía decir misa. No quería escucharle ni podía. Porque mis ganas de marcarle la cara con mi puño eran mayores. Decidí irme a llorar a casa y pasar de el tema. Ni siquiera merece mi atención.

Mi madre roza su mano con mi pierna.Cuando la miro me sonríe y con su mano señala a mi derecha.

¡Madre mía! Nunca mejor dicho.

—¿Es nuestra casa? — le pregunto con emoción.

—Si cariño — dice mientras abro la boca de par en par.

Abro la puerta. Delante de mi hay una pequeña mansión de color blanco con una entrada de color verde. Camino hacia ella mientras mi madre termina de aparcar en la entrada.

Tengo unas ganas inmensas de verla por dentro.

Mi madre se baja del coche y abre el maletero. Baja las cuatro maletas y las deja en el suelo. Camino hasta ella y cojo las dos mías, el resto de las cosas las trajo ayer el camión de las mudanzas.

Ayudo a mi madre con una de sus maletas mientras saca las llaves de su bolsillo. Abre y me quedo anonadada, el techo es muy alto y todo de color blanco. Al lado derecho tiene un salón con una mezcla de colores ocre y blanco, y a la izquierda tiene unas escaleras en forma de caracol. Dejo las maletas a un lado y le doy un vistazo a la casa.

Le tiene que haber costado mucho esfuerzo conseguir esta casa. A luchado tanto por ser una abogada reconocida y al final lo es. Aparte de criarme a mi sola. Cuando mi padre nos abandono mi madre no tenia casi ni para comer. Pero a sabido salir adelante y muy bien.

—Subamos a ver tu cuarto — me dice.

Subimos por las escaleras y entramos por el primer pasillo largo con muchas puertas. Camino detrás de ella y llegamos hasta el final.

Abre la puerta y encuentro una mezcla de mis colores favoritos blanco y dorado. Parece un palacio. La cama también es dorada y sus complementos. Parece sacada de un cuento. Le sonrió a mi madre y le doy un beso en la mejilla.

—Gracias mama.

— De nada cariño — me acerca mas hacia ella y me da un beso en la cabeza.

....

Mientras mi madre esta en la cocina preparando algo para comer. Abro la puerta del patio trasero y salgo. El sonido de varios chicos gritando me llama la atención. Giro mi cabeza hacia la derecha y veo cuatro chicos sentados en una mesa sin camiseta y están hablando entre ellos.

Puedo verlos porque solo una simple vaya de madera no muy alta separa nuestras casas.

¿Como pueden estar sin camiseta aquí fuera con el frío que hace?

Uno de ellos se percata de mi presencia y sonríe.

Le quito la mirada intimidada porque el chico no esta nada mal, bueno ninguno esta nada mal. Y oigo como les dice " tenemos vecinos nuevos".

Giro mi cabeza hacia ellos sin poder evitarlo y los cuatro me están mirando. Camino por el patio inspeccionándolo todo mientras noto la mirada de los chicos puestas en mí.

Esto será un suplicio.

Pero algo se revuelve en mi estomago y no es por el hambre. Me giro y camino para entrar a la casa pero veo un quinto chico que se dirige a los otros. Es rubio de pelo corto y también va sin camiseta. Pero este es diferente puedo notar como se mueven cada parte de sus músculos como si estuviera tocándolos con la palma de mi mano y como consecuencia relamo mi labio inferior.

Uno de los chicos le hace una señal pero antes de que se gire me meto dentro de la casa.

Respiro hondo y camino hacia la cocina.

La marca del lobo (#1 Ámame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora