Capítulo 12

5.8K 432 105
                                    

Hay muchas cosas imposibles en éste mundo, una de ellas es que un humano vuele por si solo, atravesar paredes, leer los pensamientos de los demás, teletransportación, viajar en el tiempo, que un perro hable entre muchas cosas más, pero la más imposible de todas esas cosas que probablemente el humano nunca va a lograr, hacer es: Soportar a Charlie Franklin.

Tal vez esté siendo algo exagerada, tal vez soportar a Charlie no es imposible, pero si tiene un grado de dificultad demasiado grande, y aún más cuando soy Cassidy Jones. Vamos, no me juzguen ¿Qué sentirían si cuando lo único que quieren tener es paz y tranquilidad, un chico con voz irritante les empieza a joder su día? Supongo que no van a sentir muy bonito que digamos, o al menos yo no, aunque ésta vez no lo juzgo, supongo que el pobre está algo emocionado desde que le dije que lo consideraba amigo, y a cada maldita frase que me dice al final le agrega la palabra "amiga" y bueno, para mí es realmente absurdo y frustrante, no importa que me diga ¡A todo le agrega el maldito "amiga! Desde el principio del día hasta el final, no para de decir esa tonta palabra, les aseguro que si la sigue diciendo yo terminaré odiando esa palabra.

Dejando de lado el fastidioso tema de Charlie y "amiga" ya había conseguido trabajo como cajera en la panadería de mamá, desde las tres de la tarde hasta las siete, es un buen trabajo, mucha gente iba a esa panadería así que tengo que hacer muchas cuentas, ahora ya hasta tengo mi mandil. Suspiré, justo ahora me encontraba en la clase de biología, pero no estaba poniendo nada de atención, para ser verdad ésta asignatura nunca me ha gustado del todo así que nunca le pongo la suficiente atención, yo solo estaba haciendo garabatos en mi libreta mientras la maestra explicaba un tema en el pizarrón, miré a Alice la cual se encontraba al lado de mí, estaba con una mueca que suplicaba que ya se acabara la clase, reí, creí que solo a mí me aburría. Charlie se encontraba en frente de Alice, y al contrario de nosotras él se encontraba muy interesado en el tema. Sus ojos miraban fijamente el pizarrón, todo lo que la maestra dibujaba o escribía en el pizarrón él lo copiaba en su cuaderno, o al menos eso supongo, en frente de mí se encontraba April, la chica de ojos grandes y el cabello rizado, bueno, ella solo miraba a Charlie como una total enamorada, había hablado de ella con Alice hace unos días, la conclusión a la que llegó mi amiga simplemente fue “Es una zorra” yo al principio, no le creí, pensaba que Alice lo exageraba todo, hasta que me contó que ella había estado con demasiados chicos en la preparatoria, cuando un chico le interesaba dejaba al actual para enamorar al otro, y que en estos momentos seguramente su propósito era enamorar a Charlie, pero Alice mencionó que Charlie jamás se enamoraría de alguien como ella “Charlie no cae tan bajo” fueron sus palabras exactamente.

Miré a todo el salón, todos se encontraban aburridos y callados, incluso un chico que se sienta siempre en la esquina del salón, se había dormido, muy pocos eran los que ponían su total atención, entre ellos se encontraban Charlie y Coraline. La maestra tomó unas hojas y las comenzó a repartir ¿Qué eran? Hice una bola de papel y se la lancé a Charlie, el me miró con el ceño fruncido.

—¿Qué pasa, amiga?— Preguntó extrañado, yo rodé los ojos al escuchar "amiga".

—¿Qué es lo que está repartiendo la maestra?— Pregunté sin rodeos.

—Son los exámenes sorpresa que nos aplicó ayer, amiga— Respondió simple para después escribir algo en su cuaderno. Cuando la maestra llegó hasta donde nosotros estábamos, le dio su examen a Charlie, luego a April, después a Alice y al último a mí, inmediatamente fui a ver mi calificación, había sacado una F+, supongo que necesitaría esforzarme más en responder bien el próximo examen, tomé el de Alice, ella había sacado una B.

—Mira Charlie, saqué una B— Dijo April con una sonrisa coqueta, Charlie la miró de reojo.

—Yo saqué una A+ ¿Cuánto sacaste tú, amiga?— Preguntó Charlie mirándome con una sonrisa.

ImbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora