Imbécil

Capítulo 26

Ya no lloraba al escuchar el nombre de Charlie, a eso es lo que llamó un avance.

Llevaba diez minutos despierta, pero seguía acostada en mi cama viendo la pared, sin hacer nada, sin pensar en nada, solo contemplando el color blanco que tenía la pared, pude notar que la esquina del techo tenía una telaraña. Me levanté y revisé el reloj, ya se me había hecho muy tarde por lo que sólo me puse unos tenis y corrí a la salida de la casa para dirigirme a la escuela.

En el autobús tomé asiento y comencé a ver el camino.

Consideraba un gran avance no llorar al escuchar el nombre de Charlie, debido a que justo en estos días las amigas de April se habían propuesto a recordarme cada uno de los días que iba a la escuela, lo hermosa que era la relación de April y Charlie, que si Charlie dijo esto, que si April respondió aquello ¿Saben? No les mentiré, no voy a decir que eso no me interesaba porque en realidad era una de las cosas que más me interesaban, pero podía sobrellevarlo siendo fuerte.

Mis amigas me brindaron un apoyo muy grande, cuando me sentía triste ellas iban y hablaban conmigo, tratando de calmarme, diciéndome cosas lindas. Pero esta situación también tenía su lado malo... El hecho de no ver tanto tiempo a Charlie me hacía extrañar lo menos, por lo que había comenzado a faltar al trabajo más seguido hasta que la jefa decidió despedirme, dijo que me estaba comportando de una manera muy grosera al ser tan irresponsable, no le mencioné nada de lo de Charlie, de hecho ahora que lo pensaba, que me hayan despedido no era algo tan malo, ya que ahora tenía mucho más tiempo libre.

No volví a ser la Cassidy que Charlie había traído al mundo, aquella que ahora sonreía de todo y se reía, aquella Cassidy totalmente feliz aun no volvía, pero ya era menos depresiva así que estaba muy bien. Mamá le había mencionado a papá algo sobre que tenía que convivir más conmigo y así lo hace, un día a la semana teníamos el día "padre e hija" y honestamente, me gustaba mucho.

Sí, tal vez mi vida había dado un giro demasiado fuerte pero ahora estaba más que bien.

Cuando llegué a la preparatoria, me dirigí a mi casillero y ahí se encontraba la pareja del año, no, no Cameron y Alice... Ustedes saben muy bien quien.

Tomé mis cosas y cerré el casillero, April me sonrió pero lo que único que pude hacer fue ignorarla e ir al salón, cuando llegué a este mis amigas ya se encontraban ahí

—Me encanta tu outfit — Mencionó Coraline al ver mi pijama, yo reí un poco.

—Es la nueva moda — Comenté para después tomar asiento, la clase no tardó en comenzar, como siempre Charlie se sentaba en frente de mí, rodé los ojos ¿Por qué aún no buscaba un nuevo lugar? Si ya sabía que Simio Franklin siempre se sentaba en la misma silla, yo aun no buscaba un nuevo lugar y eso me afectaba un poco, ya que me hacía extrañarlo, miré a mi cuaderno ¿Cómo era posible extrañar a alguien que se encontraba a menos de un metro de ti? No lo entendía, pero aún así lo hacía.

Quise cambiarme de lugar, pero todos estaban ocupados para mi mala suerte, comenzaba a ver que tenerlo en frente de mí me distraía un poco, sí, podía sobrellevar con eso pero prefería poner atención a clase y no reprobar, me encontraba volteando para todos lados, con la esperanza de encontrar un lugar vacío pero no, no había.

—Señorita Jones — Llamó la maestra mi atención, yo le sonreí. —Para cuando la hora termine quiero que me acompañe, necesito hablar con usted — Después de decir eso, continuó con la clase.

Probablemente muchos habrán pensado que después de lo que dijo la maestra, yo me puse a trabajar para que la maestra cancelara esa conversación, pero de hecho no, lo único que hice fue garabatear en mi cuaderno. Cuando sonó el timbre de cambio de clase, me dirigí con la maestra y la seguí, acompañándola a donde ella iba, cuando llegamos a la sala de maestros me pidió que tomara asiento, a lo que yo obedecí, poco después la maestra llegó con un café en mano.