Imbécil

Capítulo 22

—Lo siento Alice no podré ir a la escuela, dile a Charlie que no iré al trabajo.— Le dije a mi amiga por teléfono.

—Iré a visitarte después de la escuela ¿Está bien?— Preguntó ella preocupada, yo asentí lo cual me pareció algo estúpido por que Alice no me estaba viendo.

—Está bien, aquí te esperaré.— Sonreí, Alice se despidió de mí y colgó, yo suspiré dejando el celular en la mesa de noche, mi cabeza me dolía horrible, mi nariz parecía la de Rodolfo el reno. Mamá no se podía quedar en casa a cuidar de mí, ni West... Ni papá, por lo que tendría que estar sola durante unas cuantas horas.

Me levanté como pude y me dirigí a la cocina, puse agua a hervir y después me recosté en el sillón.

Charlie y yo ya no hablamos sobre April, la chica si pasaba mucho tiempo con el castaño pero yo trataba de no ponerles atención, es que ¿Qué querían que hiciera? Sí, me molestaba la chica un poco pero bueno, como había dicho una de las amigas de April yo no soy su madre.

Trataba de dormir un poco pero no podía, inmediatamente esos ojos azules venían a mi mente, bufé ¿Por qué pensaba en eso? ¿Por qué? Tantos ojos azules en este mundo. Me levanté y subí para ir por mi celular y entretenerme un poco, cuando ya estuve arriba con el celular en la mano puse la aplicación de Facebook.

"Se ha etiquetado a Charlie Franklin en una publicación"

La publicación se trataba de una foto donde salía April abrazando a Charlie, a parte tenía la frase "Con el mejor" bufé y lancé mu teléfono al otro lado de la habitación.

—Mierda ¿Qué he hecho?— Me pregunté a mí misma mientras iba por mi celular, estaba con la pantalla abajo... Eso era algo malo. Tomé el celular y justo como yo lo pensaba, tenía la pantalla rota... Estúpida April por su culpa mi celular estaba herido.

La tetera comenzó a hacer ese sonido chillante así que bajé a toda prisa con mi celular en mano, después lo dejé en la mesa y preparé un té de limón, el cual tomé con lentitud... Este día era tan estúpidamente aburrido.

Así pase varias horas de mi día, haciendo cosas que ni siquiera me interesaban pero solo lo hacía para perder el tiempo, justo cuando estaba jugando ajedrez conmigo misma tocaron la puerta, yo revisé la hora y se suponía que los chicos y chicas ya habían salido, por lo que fui a abrirle a mi querida amiga Alice, ella era la que me visitaría.

Abrí con una gran sonrisa esperando ver a mi amiga... ¿Pero... Qué?

¿¡Por qué April está en mi casa!?

—¡Hola!— Saludó ella emocionada, yo sonreí de lado. —Charlie me dijo que te encontrabas mal así que le pedí que me trajera a verte, se tuvo que ir al trabajo.— Explicó con una sonrisa.

Joder.

—Sí, me encuentro en un estado muy mal.— Dije en voz baja.

—¿Puedo pasar?— Preguntó amable.

—Supongo que sí...— Le cedí el paso y ella se fue a la sala, tomó asiento, yo me senté en el sillón que estaba frente a donde ella estaba.

—Que linda es tu casa.— Dijo mientras miraba a todos lados, yo agradecí.

Ambas quedamos en silencio ¿Qué hacía? No es muy normal que la chica que odias te visite cuando te encuentras muy mal, esperaba una visita de Charlie, una de Alice ¡Incluso de Cameron! ¿Pero de April? Esto si que es raro. En cualquier momento esperaba a que su mirada cambiara a una malvada y me dijera cualquier cosa que fuera capaz de ofenderme, para después yo ir y contarle a Charlie y que él no me creyera, ya saben, es lo que siempre pasa. Pero no estaba pasando lo que yo esperaba, April solo estaba con un brillo en su ojo delineado y una sonrisa que al parecer era sincera, en serio que esta chica fingía bastante bien.