Caos, eso predominaba en mi cuarto. Sabía que no debería interesarme tanto por ello, aunque la idea de que Len me regañara por tener mi cuarto en ese estado lograba inquietarme. Bostezando y levantándome de mi cama me dirijo al baño para cepillar mis dientes. Me sentía algo desorientada aún y en el camino tropecé un par de veces.
—Rin, ese es mi cepillo—me giro a observar a la persona que se ha quejado, Len tiene el mismo aspecto desalineado que yo. Me encojo de hombros, lo tengo en la boca y no puedo hacer nada al respecto. Él rueda sus ojos tomando mi cepillo rosa que me corresponde, sintiendo algo de gracia al verlo usarlo continúo con lo mío—. La próxima te mando a comprar otro—refunfuñando amenaza, yo simplemente asiento apoyando mi cabeza en su brazo como soporte. Las mañanas simplemente no deberían haberse creado, pienso algo somnolienta.
Luego de eso me encuentro en la sala, tratando de encajar mis zapatos en mis pies, pero parece un rompecabezas imposible de armar—. Ugh, Leeen—chillo recostándome en el sofá, dándome por vencida y sintiéndome agotada. Mi hermano aparece en la sala, completamente preparado y dejando en evidencia el gran abismo de personalidades que hay entre nosotros.
—Rin, estás echa un lío. Te dije claramente ayer que te levantarás temprano—y acudiendo en mi ayuda se agacha y calza mis zapatos en mis pies con extrema facilidad, le sonrío agradecida, pero disgustada por el regaño que recibo por parte de éste.
—Lo siento, ¿bien? Mi alarma no sonó—miento mientras hago un puchero y miro a otra parte, se que me está observando de esa forma tan escrupulosa que podría encontrar hasta el mínimo rastro de impureza dentro mío.
—No me mientas a mi, apagaste la alarma mientras dormitabas—asiento totalmente avergonzada y apenada, es un mal hábito que acogí cuando iba a la primaria—.Como sea, ya vayámonos, no quiero llegar tarde a la ceremonia de apertura—explica mientras me toma de la muñeca y me levanta del sofá de un tirón.
Suspirando camino a tropezones tras él, quien no deja de estirarme. Regresar al colegio será difícil luego de esas bien merecidas vacaciones de verano, pienso amargada.
—¡Rin! Que alegría verte—Miku sonríe de sobremanera mientras me abraza tan fuerte que siento a mis pulmones quedarse sin aire, pero así es ella, realmente efusiva.
—Miku, nos vimos ayer—le hago acordar y río cuando me suelta, ella se encoje de hombros y yo la observo de pies a cabeza. Se ve realmente genial con el uniforme de Invierno.
—Detalles, por cierto, ¡estamos en la misma clase de nuevo! ¿No es genial? Creo que buda esta de mi parte—se regodea y yo suspiro mientras observo una cabellera verde acercarse, Gumi se ve realmente diminuta entre los demás estudiantes.
—Chicas, creí que nunca las encontraría—se lamenta con respiración agitada y algo sudada.
—Gumi, ¡hace cuanto no nos vemos!—Miku exclama mientras la abraza, el rostro de Gumi se pone rojo por completo, ella es tan tímida—. Lo siento, te he hecho sonrojar—se disculpa y Gumi niega, con una sonrisa nerviosa.
—No es nada, oh, por primera vez nos tocó la misma clase—Miku chilla alegre de que finalmente las tres estemos en el mismo lugar, mientras mi mirada se dirige hacia los demás estudiante. Visualizando a mi hermano lo veo hablar con Yuma y Kaito.
—¡El timbre! Es hora de conocer a nuestros nuevos compañeros—Miku expresa tomándome del brazo y arrastrándome por el pasillo, Gumi tampoco se salva de la avalancha de energía que es Miku esta mañana.
Nuestros nuevos compañeros parecen agradables, y el profesor Gakupo es una persona con la que resulta fácil interactuar. Es raro que muchas cosas me agraden del instituto, por lo que es una cálida sorpresa que no espere. Miku no para de charlar con medio mundo y Gumi parece inversa con su celular, tal vez viendo algún anime nuevo. Y comienzo a sentirme algo fuera de lugar. El timbre suena indicando la hora del almuerzo y antes de que Miku me diga algo la puerta es abierta mostrando a mi hermano.
ESTÁS LEYENDO
Amarillo.
FanficUn fic que trata de simples personas normales y comunes que no tienen nada de especial, exceptuando la cercana relación fraternal que existe entre los hermanos Kagamine.