Amarillo.

ix - mancillar

    No he visto a Kaito en toda la mañana, lo que me resulta algo inquietante. ¿Será qué habrá faltado? Espero que no.

—Oye, Riiin—me giro y observo a Miku, quien tiene un puchero en su lindo rostro—. Estás en las nubes, ¿ocurre algo?—Sonrío despacio mientras niego.

—No, sólo algo fuera de mí, ¿y Gumi?—Cuestiono al percatarme de su ausencia.

—Oh, ha visto al profesor Gakupo y ha ido a ''preguntarle sobre la tarea''—expresa con una sonrisa maliciosa y haciendo comillas en las palabras finales.

—¿Por qué haces comillas?—Pregunto algo confundida, ella rueda los ojos.

—Ugh, Rin. Es evidente que no fue a eso, tener un crush con un profesor no es lo mejor, pero creo que Gumi va en serio, en fin, harían buena pareja—sin darle importancia dice mientras toma de su soda de limón.

—Pero si llegarán a salir sería peligroso, podrían despedir a Gakupo o expulsar a Gumi—preocupándome preveo las consecuencias, Miku me observa fijamente.

—No llegarás lejos si piensas todo el tiempo en lo que sucederá luego, es algo que aún no ha pasado y puede que nunca suceda. Disfruta del momento, Rin, sólo se vive una vez—sus palabras calan hondo en mi mente y me la paso el almuerzo divagando.

    ¿Será posible ser tan despreocupado en esta vida? Yo no lo creo.

    Cuando regresamos a clases estoy tan concentrada en mi plática con Miku que cuando río de algo que dijo choco con alguien sin querer.

—Oh, lo sien... —no sigo porque aquellos ojos azules como zafiros me dejan sin habla.

—No te preocupes, no me fije por dónde iba—siento mi respiración cortarse y mi corazón parar cuando me sonríe de forma angelical. Pero se va tan rápido que no me da tiempo ha recuperarme del todo.

—¿Qué fue todo eso? ¿Acaso conoces a SeeU?—Observo a Miku y asiento, ella frunce el ceño—. Eso no lo sabía, igual esa tipa no me cae. Siempre se ve tan inocente y linda que siento que oculta algo, además, todos los chicos van por ella—habla de forma enfadada y celosa, sonrío levemente y continúo mi camino.

—Me suena a envidia—canturreo sintiendo un codazo de parte de Miku.

—Envidiosa, ¿yo? ¿De esa? Por favor, no me llega ni a la suela de mis zapatos, solo no me agrada que por cambiarse este año se crea la reina, ¿qué se piensa? Sólo porque vino del extranjero se cree superior a todos, si que es fastidiosa—río levemente, es raro que Miku hable tan mal de otra persona. Pero en cierta forma, que se trate de ella en particular me incómoda. Me hace temblar.

—Rin, ¿quieres curry o ramen?—Observo a Len, quien esta en la cocina de espalda a mí.

—¿Qué quieres tú?—Cuestiono atenta a sus deseos, es injusto que siempre cenemos lo que yo quiero.

—Mm, iría más por el curry— sonriente asiento.

—Curry será—confirmo y él gira y me sonríe, me gusta la sonrisa de Len, porque cuando sonríe es porque esta feliz. Me gusta que esté feliz.

    Pero él esta tan entretenido en la cocina que me quedo en la sala algo absorta en mis pensamientos, no debería dejarme sola con mis pensamientos. Me recuesto en el sofá observando el techo, hay una pequeña lámpara en el medio y luego todo es blanco. Me gustaría pensar que hay más gente que se siente así, tan destrozado y mal, ¿por qué de entre todos los institutos eligió el mío? No es justo. Simplemente la ví unos momentos y me ha rasgado el corazón, ¿por qué debo ser yo la que sufra? No hice nada malo, jamás, y aún así...